Capítulo 26

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Estaba aterrada, completamente aterrada.

Esto era tan malo, como conocer a la familia de tu novio, pero mucho peor porque Ian ni siquiera era mi novio.

¡Iba a cagarla! Por dios, que se trataba de mí. De cinco cosas que hacía, tenía que cagarla en seis, ¿Eso era posible? Tratándose de mí, sí.

Lo sabía, sabía que había un 99.9% de probabilidades de que esto fuera un desastre, pero no podía fallarle a mi bebé. No podía fallarle a Ian.

Además, tarde o temprano esto tendría que ocurrir. Estaría ligada de por vida a esa familia, por lo que lo mejor sería que tratara de llevar las cosas bien y no ganarme el odio de nadie.

Había algo que me inquietaba en sobremanera, ¿Qué pensaría Vincent de todo esto? Su secretaria estaba embarazada de su hijo. En mi mundo, eso no sonaba como buenas noticias, pero tenia esperanzas de que eso no cambiara la percepción que tenia de mí.

—Cindy, cálmate, todo va a ir bien. Pero tienes que calmarte, porque al bebé no le hace bien que estés alterada —me pidió Jack con una sonrisa alentadora— Además, todos te aman ¿Por qué ellos habrían de no hacerlo?

—Lo sé, lo intento, pero sabes como soy. Voy a decir o hacer algo malo y todo esto va a terminar conmigo siendo odiada y marginada por su familia.

Acomodé la toalla que rodeaba mi cuerpo y continúe buscando un vestido para la cena. ¿Formal? ¿Informal? ¿Blanco? ¿Negro? ¿Corto? ¿Largo? ¡Agh! Esto no estaba funcionando.

—¿Cómo lo sabes? Yo creo que van a amarte —opinó el con sinceridad. Era mi hermano, él nunca sería completamente objetivo cuando se tratara de mí, su opinión no lograría calmarme.

Tomé dos vestidos, uno negro y otro color rosa pálido y se los enseñé a Jack.

—¿Qué crees?

Él observó los vestidos con ojo crítico y luego me observó a mí.

—¿Por qué no usas el que te regaló mamá por navidad? —ofreció con una sonrisa de costado.

Ese vestido, era una de las cosas más preciadas que tenia y alguna vez tendría en mi vida. No era por el precio, la tela o el diseñador, no. Ese había sido el último regalo que mamá me había dado antes de morir y eso valía para mí más que cualquier cosa en el mundo.

Era colorido, porque mamá decía que representaba perfectamente bien mi alegría, vitalidad y belleza. Tenía el largo perfecto, solo un poco más arriba de las rodillas y el dobladillo se enanchaba delicadamente, resaltando cada curva de mi cuerpo. Solo lo había usado una vez en mi vida, y había sido en año nuevo del mismo año en que me lo dio. Nunca había visto a mamá sonreír tanto como cuando me vio con el puesto.

Amaba con locura ese vestido.

―¿No crees que sea demasiado? Ya sabes que Ian viene de una familia rica, y es una cena ¿No crees que debería usar más recatado y fino?

—Creo que nada te representa mejor que ese vestido y te queda precioso ¿Por qué no usarlo?

Hice una mueca con los labios y me debatí internamente si usarlo o no. Se sentía correcto, pero no quería que pensaran.... No lo sé, que quizá no estaba a su altura por no vestir con ropa de diseñador o exageradamente costosa.

¿Quería usar el vestido? Claro que sí, sentía que era el momento adecuado para hacerlo.

Lancé los otros dos vestidos a mi armario y tomé el vestido que estaba cuidadosamente colgado en una esquina de este para no ser arrugado con los otros. No pude evitar que una sonrisa se dibujara en mi rostro.

My Complement. MADLY IN LOVE #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora