Capítulo 49-Maratón 3/3

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Ian no me llamaba, no me enviaba un mísero mensaje, no me visitaba, no me buscaba, ¡El muy maldito y mentiroso no era capaz ni de enviararme una maldita señal de humo!

¡Había pasado una maldita semana, señores!

Estaba dolida, muy dolida, y para que hablar de lo engañada que me sentía.

Quizá... quizá sí que quería a Miranda, y hasta ahora se había dado cuenta. Por eso no tenía interés alguno en mí.

¿Pero su hijo? ¿Por qué no llamaba para saber de su hijo? Eso es algo de lo que nunca lo privaría, sin importar qué. Pero al parecer, él había perdido el interés incluso por nuestro bebé. Y eso es lo que más me dolía, pensar en que ya no quisiera a Erick como antes.

―Cindy, ¿me estás escuchando? ―me preguntó Lily con el ceño fruncido, mirándome fijamente.

―¿Tú crees que haya perdido el interés en mi hijo y en mí? ¿Crees que ya no nos quiera? ―solté en un hilo de voz, ignorando su pregunta y jugueteando con mis manos sobre mi abdomen. Al parecer mi bebé sentía mi tristeza, porque aún no se había movido para nada.

Ella me miró como si estuviera loca y luego se largó a reír, provocando que ahora yo frunciera el ceño y la mirara indignada.

―¡Jesús, mujer! ―rió― la última vez que supe de él, estaba ahogado en vodka y lloriqueando por las esquinas lo idiota que era por haberte hecho daño.

―¿Entonces por qué no me llama ni me busca? ―insistí frustrada, tragando duro para deshacerme del nudo que se había formado en mi garganta.

―No lo sé, cariño, quizá esté buscando la forma adecuad de pedirte perdón. Pero si algo puedo asegurarte, Cindy, es que él no está precisamente bien sin ti.

―Un perdón no soluciona nada, aun así no puedo continuar con él de esa forma.

―Quizá lo dijo sin pensar.

―Ese es el problema, lo dijo sin pensar, y entre muchas cosas que pudo decir me dijo eso. Quiere decir que, quizá inconscientemente, realmente lo cree.

Lily se levantó del sillón y caminó en dirección a la cocina.

―Bueno... si es así, quizá no valga la pena que estés con él y debas agradecerle por hacértelo ver antes de que te enamoraras.

―Lily... ―titubeé mordiéndome el labio inferior y jugueteando más intensamente con mis manos, mirándolas como si fueran la cosa más interesante y maravillosa del mundo. Creía recordar que ya le había dicho esto antes, pero quizá ella pensó no hablaba realmente en serio― Creo... creo que muy probablemente, quiero decir, que en un cien por ciento, estoy un noventainueve punto nueve por ciento segura...

La cabeza de Lily se asomó por la cocina, dejándome ver una sonrisa en su rostro.

―Aceléralo. Simplemente suéltalo, libéralo. Soy tu mejor amiga, no voy a juzgarte. Además, no va a ser la primera vez que lo digas, solo quiero estar realmente segura.

―Estoy enamorada de ese idiota ―solté llevando mis manos a mi rostro y escondiéndome de la mirada de la loca, a quien oí soltar un chillido.

―Mierda, cuéntamelo todo ―dijo dejándose caer nuevamente a mi lado― vamos, sabes que nunca me he enamorado, y espero no hacerlo la verdad, pero quiero saber que se siente. Dime... que sientes ―pidió con la boca llena.

Quité las manos de mi rostro soltando un suspiro y miré a Lily como si fuera la más idiota del mundo.

―Idiota, no puedo decirte qué se siente enamorarse, porque quizá tu no lo sientas de la misma forma que yo.

My Complement. MADLY IN LOVE #1Where stories live. Discover now