My Complement. MADLY IN LOVE #1

Epílogo Part. 1

Hay dos cosas que aprendí cuando conocí a Lily.

La Primera; está loca. Tan loca como para hacer lo que sea que su mente le diga sin pensárselo dos veces. Muchas veces ésta atractiva cualidad/defecto la había perjudicado, pero ella parecía estar bien con ello. Este rasgo también la llevaba a tener la mayor parte del tiempo unas ideas un tanto... creativas. La mayoría de la personas se alejaban de ella por esta razón, pero a mí me divertían mucho sus locuras y me parecía algo admirable hasta cierto punto. Hacer y decir lo que sea que quieras sin importar lo que diga el resto.

Aunque claro, cuando lo arruinas no hay como arreglarlo porque llevaste todo demasiado lejos. Sin retorno.

La segunda tiene directa relación con la primera. Nunca cuestiones nada de lo que haga. Sus ideas o acciones están directamente ligada con el hecho de que le vale una mierda todo.

Ser su amiga determinaba que aun y con todo esto la amaba. Y así era.

Pero cuando tenía ideas como estas, y las personas a nuestro alrededor la apoyaban... bueno, era un tanto molesto no poder negarse.

Lily... ay Lily... no sabes cuánto te odio. O amo, ya ni siquiera lo sé.

Para Lily, tener un bebé era como casarse. Según Lily, eso ameritaba una despedida. De soltera. En un club de strippers.

¡Ni siquiera sabía ya que pensar! ¿Debía agradecerle? ¿Negarme? ¡¿Qué demonios haces en una situación como ésta?!

Faltaba menos de un mes para que mi bebé naciera; ¿Qué demonios se supone que hiciera en un club de strippers? Por todos los cielos, mi barriga era del tamaño de un globo aerostático, ni siquiera podía caminar más de diez metros sin cansarme.

Pero no, no señor. Para Lily, yo merecía esa despedida.

Probablemente si me hubieran ofrecido esto hace ocho meses, habría accedido encantada de la vida. Pero ahora... Jesús me sentía un poco sucia.

Ver hombres desnudos, moviendo sus miembros en mi cara, tocándome y mirándome de forma lujuriosa... ¡Mis hormonas vibraban en mi interior por la emoción! ¡Pero mi bebé estaría presente!

Y una pensaría; Ian se va a negar, claro, él va a ponerse tan celoso que va a detener de su descabellada idea a Lily y vamos a dormir juntos y abrazados como todas las noches. Por supuesto, después de tener una buena porción de tarta de manzana. Mi última debilidad del momento. Pero no, no señor. El muy hijo de... su madre, estaba completamente de acuerdo. ¡Le causaba gracia! E incluso Alex ya había planeado algo para ellos mientras nosotras nos divertíamos.

Demonios, pensar en Ian en un club, mirando otras mujeres, siendo tocado por otras mujeres, con los pechos y trasero de otra mujer en la cara... simplemente quería triturar a alguien. Más específicamente, a Lily y Alex.

Ese era mi panorama para hoy.

―¿Ya estás lista, Cindy? ―me preguntó Ian desde la habitación.

Yo estaba sentada en el escusado, cruzada de brazos y buscando desesperadamente una excusa para no ir y de paso amarrar a Ian a mi lado.

No podía decir que iba a dar a luz porque ya había usado esa excusa muchas veces y ya nadie me creía.

Mi pobre Ian... había sufrido un mini paro cardiaco cada una de esas veces.

Suspiré y me levanté para abrir la puerta y salir de una vez por todas.

Ian estaba concentrado cerrando los botones de su camisa azul oscuro. En cuanto escuchó la puerta abrirse, se apresuró a terminar de hacerlo para levantar la vista.