Capítulo 37

37.8K 1.8K 269
                                    


Cuando el médico por fin me dio el alta, Ian trajo ropa de su departamento para mí y una vez vestida, volvimos a casa.

Estaba muy molesta, porque todo lo que Miranda estaba haciendo afectaba directamente a mi bebé, y eso es algo que no estaba dispuesta a permitir.

Ella tenía que entender que lo que había ocurrido entre Ian y ella estaba en el pasado, no volvería a ocurrir. Tenía que dejar de intervenir en nuestras vidas, comenzar a vivir la suya.

Ojala fuera tan fácil que ella lo entendiera.

―¿En qué piensas? ―preguntó Ian, quitando la vista por un segundo de la carretera para mirarme a mí.

―¿Por qué ella es así? Entiendo que su orgullo y ego estén heridos porque tu no quisiste volver con ella, pero no entiendo esa necesidad imperiosa que tiene de molestarnos, tomar venganza... nada de lo que hace tiene sentido.

―Está despechada, Cindy. No está acostumbrada a recibir un no por respuesta y siempre ha tenido todo lo que ha querido gracias a su belleza, no le des más vueltas.

Me negaba a creer que era solo eso. Una persona simplemente no podía ser tan superficial y malcriada, era imposible.

Cuando llegamos a casa, Ian me envió directamente a la habitación, dándome el día libre y avisándome de que él tendría que ir a la empresa.

Luego de despedirse con un beso y de informarme de que el vendría por mí para comer, se fue.

―Eres un bebé muy fuerte, bollito ―hablé acariciando mi estómago con una sonrisa. Me gustaba pensar que él me escuchaba, aun cuando era algo imposible― Es curioso, que aunque aún no has nacido, te siento aquí conmigo. No te preocupes por nada, porque mamá no va a dejar que nada te ocurra y va a cuidarte para que todo salga bien y en unos meses más puedas estar en mis brazos.

>>Aun tengo miedo de no poder ser quien necesitas que sea, pero tengo aún más miedo de pensar que no estuvieras aquí. Porque te amo, cariño y cuento cada segundo para estar contigo. ¿Quieres saber quién más te ama? Tu papi, él te ama más que a nada. Si llegaras a ser una niña, lo siento por ti, pero vas a tener al padre más sobreprotector y celosos de este mundo ―reí recordando sus palabras y lo sobreprotector que era con su hermana― pero no te preocupes, porque yo voy a calmarlo cuando quieras salir con un chico y voy a evitar que lo mate.

>>Pero si eres un niño, estoy segura de que él va a ser el primero en enseñarte como coquetear con una chica ―rodé los ojos divertida― lo que me parece muy machista si me preguntas. Y por supuesto, yo voy a estar ahí para evitar que te convierta en un Johnny Bravo. Pero sin importar que seas, o quién quieras ser, siempre voy a estar ahí para ti. Apoyándote y amándote, porque eso es lo que hacemos las madres.

Tenía que comenzar a dimensionar la importancia y responsabilidades que conllevaba ser madre. No todo podía ser diversión en la vida. No pretendía ser la mejor madre del mundo, pero intentaría con todas mis fuerzas ser la madre que él o ella necesitara.

No dejaría de ser yo, seguiría siendo la misma chica algo inmadura e infantil, pero sería una versión mejorada de mí. Una versión que me permitiera seguir siendo yo, con mi modo madre activado y funcional.

(***)

Estaba viendo un episodio de Once Upon a Time cuando el timbre del departamento de Ian sonó, alertándome.

Miranda, como seas tú, prepárate para ser despellejada, porque tengo hambre e Ian aun no viene por mí.

Me levante a regañadientes del sillón y con mis pantuflas de conejitos, arrastre los pies para abrir la puerta.

My Complement. MADLY IN LOVE #1Where stories live. Discover now