Capítulo 57

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Cuando yo estaba nerviosa, me daban nauseas, reía por todo y me daban ganas de llorar.

Por lo general, eso se me quitaba estando completamente sola, vomitando y llorando.

Pero en esta ocasión, no podía hacer ninguna de ellas.

No podía estar sola porque por alguna desconocida razón Lily estaba pegada a mi culo en todo momento. Ni siquiera podía ir al baño sola. Literalmente. En serio, ella sostenía el papel higiénico.

No podía vomitar, en parte por lo primero, y porque eso no era bueno para el bebé. Además de que había comido una ensalada con mucho limón, por lo que vomitar eso no sería agradable.

Y no podía llorar porque, Dios, había estado dos horas trabajando en mi maquillaje y el único momento en el que tenía pensado arruinarlo era en ese maldito concierto, respirando el mismo aire que mi reina y mirándola en persona.

Pues bien, ¿Cómo manejas los nervios, provocados por el concierto de tus sueños, en situaciones como estas?

En situaciones normales diría que bebiéndome algo fuerte, pero dadas las condiciones, lo único que podía hacer era ver películas de terror.

No lo sé, para mí era mejor tener miedo que estar nerviosa.

―¿Podrías repetirme por qué tenemos que ver algo que odio? ―preguntó Lily abrazada a mi costado, con el cuerpo tenso, mirando ansiosamente a los lados. Había olvidado mencionarlo, no era la película lo que me distraería, eran los gritos que Lily pegaría con cada susto. Ella era una miedosa. Pero si le sumas a eso un; Basado en hechos reales, tenemos un coctel perfecto con risas aseguradas y diversión infinita. Mi elección fue; El conjuro. Si me preguntas, había películas infinitamente mejores, como; El exorcista, Martyrs y El resplandor. Pero la idea era asustarla, no matarla.

―Primero; tú no tienes que hacer esto. Podrías irte a tu casa, nos juntamos en el estadio, y ya está ―señalé mirando fijamente la pantalla― segundo; sabes que ésta es la única forma de que me olvide de mis nervios.

―¿Es mi idea, o tu acabas de, indirectamente, echarme de tu casa? ―preguntó apretando mi brazo cuando le tiraron los pies a la niña, provocando que soltara un chillido mientras ella temblaba como un chihuahua.

―Es tu idea, por supuesto, nunca le haría a mi mejor amiga algo como eso ―dije haciéndome la desentendida, ahogando una carcajada cuando salto en su lugar.

Lo más gracioso es que ni siquiera notaba que evidentemente hacia esto a propósito, porque estaba tan ocupada orinándose en los pantalones, que no podía pensar en nada más que la idea de que todo lo que sucedía en la película, le ocurriera a ella.

Por un segundo, un corto segundo, me sentí culpable. Pero luego recordé que en la secundaria ella me obligaba a ir con ella al parque de diversiones y me montaba en las atracciones más altas que había, aun cuando sabía que temía a las alturas, y rápidamente me olvidé de lo que era la culpa.

―Por favor ―suplicó con voz ahogada― pon algo menos... terrorífico.

―Lily, ese es el porqué de las películas de terror. El mismo nombre lo dice; TERROR. Sinónimo claro y evidente de asustar.

―Amiga del alma, sabes que te amo, pero como no le cambies voy a orinarme en ti ―advirtió sin dejar de temblar, apretando mi brazo y escondiendo su rostro en mi pecho cuando la bruja miro a la chica y salto sobre ella― eso sería vergonzoso, patético y asqueroso. No queremos eso. Así que, por amor a todo lo sagrado y divino, ¡Quita esa cosa de Satán!

My Complement. MADLY IN LOVE #1Where stories live. Discover now