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—Ni de broma subiré ahí.

—No juzgues un libro por la portada.

—Eso no es un libro...

—Losé, pero la expresión aplica de forma colectiva.

Observé por quinta vez la entrada de la atracción.
De todas las jodidas atracciones que existían en Sig Flags él tenía que escoger la jodida caída más alta.

Joder, moriré en el proceso, no es que le tuviera pánico a las alturas o algo parecido pero a eso si le tenía miedo.

—P... Puedes explicarme otra vez— pedí titubeante.

Asthon me observó fijamente mientras esbozaba una sonrisa maquiavélica.

—Bien, subiremos y nos pondrán la debida seguridad.—Elevó sus ojos hasta la atracción. —Seremos elevados a 415 píes de altura y luego caeremos a 90 millas por hora.

Creó que mi quijada calló al suelo... otra vez.

—Y eso es todo. —Se encogió de hombros restándole importancia a lo que acababa de decir.

Maldito loco

Estamos de acuerdo tú y yo.

—¿ Eso es todo?.—Lo miré aún sorprendida. —No jodas, Asthon .

—Ay, Fer—Colocó su brazo sobré mi hombro con total naturalidad— Se escucha peor de lo que es, vamos... Será divertido.

—No— Respondí cruzándome de brazos, ni loca me subiré ahí aún deseo vivir.

—Alisson lo hizo. — Habló con orgullo y un brillo que no logre descifrar apareció en su mirada,una pequeña sonrisa se mostró en su rostro.

—Disculpa por no estar tan loca como tú y Alisson — Resople— No subiré y es mí última palabra.


Se posicionó delante de mí, esbozó una pequeña sonrisa, de no estar tan nerviosa por las locuras que estaban saliendo de la boca de ese chico, prestaría más atención a lo bien que se veía así, en jeans rotos a juego con una camisa manga larga color negro, el bad boy era jodidamente atractivo. Enarque las cejas esperando la próxima locura que saldría de su boca.

—¿ Kingda Ka?.— Preguntó como un niño pidiendo dulces, ¡ cielos!, esté chico tiene cierto trastorno suicida. Suspire frustrada, al menos era una atracción más normal. O menos alta.

Y tú qué pensabas que salir con el bad boy sería aburrido... te divertirás tanto que posiblemente mueras.

Oh Dios...

Moriré de igual forma.

Pero no hay que adelantar los planes del creador.
Los ojos de Asthon estaban fijos en los míos, esperando una respuesta.

—Kingda Ka.— Respondí no muy segura, nada segura.

Mis manos sudaban, ni siquiera habíamos iniciado y ya estaba jodidamente nerviosa, asustada, a punto de morir... Okay, también algo dramática.
Los seguros estaban puestos y listo sobre nosotros, empezamos a subir y luego de eso todo fue gritos, euforia y mucho pánico, claro, de mi parte.
Jamás en mis diecisiete años de vida había sentido tanto miedo y adrenalina juntos... Después de todo no era tan malo, estar en lo alto y luego se lanzado hacia el fondo era alucinante.

—Y ¿ qué tal?.—Preguntó Asthon mientras nos bajamos de la jodida Kingda ka.

Me tomé unos segundos para responder —¡Genial!.— Sonreí y era la verdad, me sentía extremadamente bien, relajada, aunque aún me temblaban las piernas.

YO: SOY LA GORDA ©Where stories live. Discover now