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Louis caminaba a toda prisa por los pasillos de la universidad, haciendo que su falda se moviera de un lado a otro, y dejando apenas ver sus panties de encaje. El día de hoy llevaba unas medias altas blancas, junto con unas adidas de el mismo color, una falda de tablones color carmesí, y un sweater con estampado de colores pasteles, mientras que su lacio cabello caía sobre su frente, y sus uñas lucían perfectamente pintadas de blanco. En su espalda reposaba una mochila con una forma de un oso color café, que tenía desde que tiene uso de razón, y no es que no pudiese comprarse otra, es que simplemente esa le gusta y no piensa cambiarla.

Los pasillos estaban completamente vacíos, por lo que supone ya hace un buen rato que iniciaron las clases, porque los chicos deambulan por el pasillo hasta diez minutos luego de haber iniciado las clases.

Estaba acomodando sus medias, justo cuando chocó con una superficie bastante dura, haciéndolo caer al suelo, el golpe no fue tan duro, sin embargo un quejido salió de sus delgados labios, y levantó la mirada con enojo, el cual se disipó al ver a un chico bastante guapo frente a él.

—Oh dios, lo siento mucho... yo, eh, déjame ayudarte.

Louis sonrió y estiró sus brazos para que aquel muchacho lo ayudara a levantarse. Cuando estuvo de pie no pasó desapercibido el hecho de que él chico lo mirara de pies a cabeza una y otra vez, pero nada de lo cual ya no estuviera acostumbrado, es decir, no todos los días ves a un chico vistiendo con faldas, y luciendo unas piernas perfectamente depiladas y más bellas que las de cualquier otra chica.

—¿Podrías decirme tu nombre?

—Louis Tomlinson —dijo, y sonrió coquetamente, batiendo sus frondosas pestañas. ¿Tú cómo te llamas?

—Harry Styles, para servirte.

Harry sonrió marcando sus dimples, los cuales Louis quiso por algún motivo, tocar con sus pequeños dedos, pero la sonrisa de Harry desapareció y se despidió brevemente con su mano para luego pasar por su lado, y finalmente perderse por el pasillo.

—Que bueno que estás, Harry—
susurró Louis para si mismo, y sonrió tontamente. Que puta se comporta a veces.

* * *

Louis y Zayn estaban comiendo en la cafetería, ambos sentados solos en una mesa apartados de los demás. Al principio del año se rumoreaba que salían, es decir, siempre estaba juntos, riendo y abrazados, algunas veces hasta llevaban a juntar sus manos, pero nunca fue más que una amistad, simplemente Zayn aceptaba a Louis como era, cosa que muy pocos han hecho, y eso bastó para que Louis se abriera a él desde su corazón. Sin embargo, no hay ni nunca ha habido un interés amoroso de parte de ninguno de los dos.

—Te gusta Harry, eh —se burló Zayn, mientras hacía un baile de cejas. Louis se ruborizó ligeramente y mordió un trozo de pan.

—No.

—No paras de mirarlo.

—Es lindo, eso es todo —él ojiazul apartó la mirada.

Zayn rió ligeramente.

—Si ajá

—No es mi estilo —Louis se encogió de hombros, y siguió comiendo lo que había en su bandeja.

—¡Claro que si! Es alto, atlético, tiene ojos claros...

—No hablo de eso... hablo de que luce como si estuviera en la cama a las nueve de la noche, y su mami besa su frente antes de dormir. No hay nada de malo en eso, pero me van los chicos malos.

Zayn sólo asentía a todo lo que Louis decía, mientras él también comía.

—Viéndolo bien tienes razón —él morocho guardó silencio unos segundos. —Apuesto a que no puedes llevártelo a la cama

—¿De qué hablas?

—Que no puedes tirartelo, va a creer que eres un bebé virgen cuando vea tu ropita femenina y tu rostro angelical.

—¿Y qué gano con eso? —Louis alzó una ceja, con media sonrisa.

—Primero que nada, te ganas ese cuerpazo que se gasta, y segundo te daré todos los ahorros que tengo para irme de vacaciones.

Louis se ahogó con el bocado que acababa de llevarse a la boca.

—Tienes casi un millón de dolares, ¿vas a apostar todo eso?

—Pero mira la carita de inocencia que se carga Harry, no creo que lleguen ni a segunda base —Zayn dibujó un puchero en sus delgados labios antes de reír.

—Parece que el que va a irse de viaje es otro  —Louis sonrió, mientras tomaba el dobladillo de su falda.

—No te creas, tienes solamente un mes.

Louis frunció el ceño negando repetidas veces.

—¿Estás loco? ¿Un mes? ¿Y si es de esos chicos que prefieren primero el noviazgo y después el sexo? No puedo hacerlo todo en un mes.

—Está bien, pasiva. Tienes dos meses, ni más, ni menos. Pero si pierdes, tendrás que hacer una penitencia, lo que yo decida.

Louis asintió de acuerdo y sonrió. ¿Por dónde debería empezar?

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Voten, zorras.

Sweet lie➳ Larry AUWhere stories live. Discover now