29

3.4K 364 113
                                    

Louis despertó con dolor en las rodillas, en la cabeza, y en el alma. Después de lo que pasó ayer con Harry duda poder ir hoy a la universidad. Piensa en su madre, piensa en sus estudios, pero sobre todo piensa en el quebrandose al estar frente a Harry. Y eso es todo lo que quiere evitar. Solamente va a faltar hoy. Johannah se lo había permitido cuando Louis le juró que no podía aguantar el dolor de cabeza, y además le había dicho que una caída provocó nuevos raspones en su rodilla.

Ayer, luego de llegar a su casa lo primero que había hecho fue despojarse de toda su ropa y meterse a bañar, desde entonces no ha vuelto a vestirse, porque ahora no hay forma de que se sienta cómodo usando aquello después de todo lo que dijo Harry. Él es un persona despreciable, no debería aparentar lo contrario. No importa cuan bien lo haga sentirse las faldas, no importa si las ha usado siempre... porque si solamente sirve para herir, entonces nada importa.

Se levantó de la cama y luego de bañarse y cepillar sus dientes, caminó despacio hasta la habitación de su madre. Rebuscó en la gabetas hasta que encontró un pantalón de chándal color gris, de cuando su madre era más joven, y una camiseta gris. A duras penas se colocó las panties, porque no tenía otra prenda interior. Y luego se vistió con la ropa que había encontrado. Se colocó sus adidas rosas, tomó lo que tenía de dinero y salió de su casa, para caminar hasta el centro.

Se sentía raro, usar esa ropa era algo nuevo para él. No usaba un pantalón desde que tenía ocho años. Entró al primer almacén con ropa de hombre que encontró y llenó la canasta con sueteres negros y blanco, todos iguales y sin ningún estampado. Quizas algunas chaquetas para los días de frío. Recorrió la vitrina y sus ojos se volvieron vidriosos al ver los jeans. Lo que el más odia en su jodida vida. Sus manos tocaron la tela de jean, y tomó unos cuantos. Por último tomó un par de botas color blanco, y ropa interior masculina. Caminó con pesadez hacía la caja y pagó por lo que había comprado. De regreso pagó un taxi que lo dejó frente a su casa. Al estar en su habitación dejó las bolsas en el piso y caminó hasta su armario para sacar todo, absolutamente todo lo que tenía ahí.

Mordió su labio su labio inferior, viendo parte de lo que ama en su cama, tirado, apunto de ser guardado para siempre.

—Ya basta de fingir algo que no soy.

Buscó algunas cajas bajo su cama, y guardó todo ahí, sus faldas y ropa color crema. Toda la ropa que ama y lo hace ver lindo. Él es una bestia, un ser sin corazón. Éste tipo de cosas no deberían de dolerle, no tiene corazón. Pateó las cajas ocultandolas bajo su cama, y se puso algo de lo que había comprado recientemente. Guardó el resto en el armario. Y se dispuso a llamar a Zayn.

—¿Qué pasó? Estaba jodidame preocupado. ¿Por que no has venido a la universidad?

—¿Puedes venir a mi casa cuando terminen las clases? Por favor.

—Ven a la universidad, Louis. A penas son las diez de la mañana, hoy tenemos clases hasta las cuatro de la tarde.

Louis negó, aun consciente de que Zayn no podía verlo.

—No quiero...

—Tienes que ser fuerte y enfretar tus miedos, no puedes vivir toda tu vida detrás de un recuerdo.

La garganta de Louis se cerró, y como muy pocas veces pasaba. Se llenó de una ira incontrolable. Está cansado, cansado de que siempre todos le digan que hacer, y lo juzguen. Nadie sabe lo triste que es vivir toda una vida con un daño irreparable, y que la única persona que te hacía desaparecer el dolor, te dejara uno más grande que el que sentías antes. Nadie sabe que es no poder dormir por las pesadillas, y la sensación de unas manos enormes y asquerosas recorriendo su cuerpo, y que al despertar Harry no esté ahí para calmar su llano y decirle que nadie va a lastimarlo mientra él esté ahí. Nadie sabe lo que es sentarse en la ventana a las tres de la mañana a fumar un cigarrillo implorandole a Dios que te por favor se apiade de ti y te quite el dolor, o que simplemente te mate. Nadie sabe lo que es cargar con una vida solitaria y llena de remordimientos, pensando que habría pasado si no hubiera cometido tantos errores. Nadie sabe lo que es ser él, solamente saben juzgar y criticar el dolor ajeno.

—¡No quiero! —gritó entre el llanto, haciendo arder su garganta. Zayn guardó silencio, y segundos después la llamada se cortó.

Se sentía cohibido, no sabía que hacer. Todos los camninos que tomaba parecian ser equivocados. Su vida es una desgracia.

*          *          *

Aparentaba ser un día tranquilo. Louis tenía clases a las diez de la mañana por lo que había despertado poco antes de las nueve. Ya estaba bañado y vestido con unos jeans, un sueter blanco y sus nuevas botas blancas. Miró su mochila de oso, e inmediatamente supo que debía cambiarla. Buscó bajo su cama, y encontró una horrible mochila color marrón, que Zayn le habia dado como broma en su cumpleaños. Era espantosa, no tenía nada llamativo, ni dibujos. Solamente era marron. Aun así Louis pasó todos sus libros allí y la colgó en su hombro.

El día de hoy no había cogido el camino del callejón. Había fumado un cigarrillo, o quizas cinco, antes de salir de casa. El camino se hizo corto, y observó a Zayn parado en la entrada, esperando por él.

—Louis...

Zayn lo miró de pies a cabeza una y otra vez sin poder creer lo que estaba viendo.

—No quiero comentarios.

Él menor esquivó la mirada de su amigo y entró a la universidad. Zayn caminó a su lado.

—Louis, escúchame. ¿Qué pasó?

Los recuerdos invadieron a Louis, y sabía que iba a llorar en cualquier momento.

—Supongo que ya basta de intentar ser alguien, que obviamente, no soy.

—¿Harry tuvo algo que ver en tu desición? —cuestionó Zayn, aún sabiendo la respuesta. —Él no es para tanto, ni tú para tan poco.

Louis suspiró pesadamente ignorando las palabras de Zayn. Sacó un cigarrillo de su bolsillo y lo encendió, sin importarle lo que pueda decir el moreno.

—Nos vemos después.

Luego de que Louis terminara su cigarrillo, lo tiró a la basura y caminó hasta clases. Pero justo antes de poder llegar Tyler lo detuvo.

—Louis, ¿qué pasó con tu ropa?

Él menor se encogió de hombros, con una expresión neutra.

—Harry...él ya...

—No hace falta que digas nada, Tyler. Me lo merezco. Me lo merezco todo.

Louis suspiró y caminó dentro del salón, reteniendo una vez más las ganas de llorar.

Se lo merece todo.

-
Más tarde subo el otro, dentro de unos minutos tengo entrenamiento de Rugby, si no se los subo de una.

Gracias por leer, votar y comentar💖💞.

Lamento decepcionar a algunas, pero no habrá intentos de suicidio, no voy a ponersela tan fácil ni a Harry, ni a Louis. No soy tan cliché.

Nos vemos😙

Sweet lie➳ Larry AUWhere stories live. Discover now