Sweet lie➳ Larry AU

31

Había pasado una semana desde que Johannah se había ido a Alemania. Llamaba todos los días a su hijo, para asegurarse que él estuviera bien. Y lo estaba, o al menos físicamente.

Louis caminó hasta la cocina con un cigarrillo en la boca, lo apagó contra la pared y lo tiró al cesto de la basura. Abrió la nevera y sacó una botella de agua mineral para beber en el camino. Iba saliendo a la universidad. Johannah había dejado su auto en la casa, porque es inútil que se lo lleve a un lugar donde seguramente eso no hace falta. Louis sabía manejar, pero no se atrevía a hacerlo sin licencia. No necesitaba otro problema.

El camino era lento, pero tranquilo. Eran las ocho de la mañana y las calles estaban pobremente pobladas, seguramente por el frío que hacía hoy. Louis espera que cuando se haga más tarde el frío disminuya.

Observó a Zayn esperándolo en la puerta como cada día, y se acercó a él con una sonrisa. Zayn había estado ahí, incluso cuando Louis ha hecho de todo para mantenerlo lejos, y eso es algo que él aprecia. Sabe que a veces no puede con su miseria e intenta desquitarse con los demás, pero no debería ser así, y es algo que intenta cambiar. James también ha estado presente. A Louis le gusta imaginar que es Harry cuando se besan, aunque la dura realidad lo golpea cuando abre sus ojos y no ve aquel hermoso par de ojos color esmeralda.

—Hoy habrá una reunión familiar en mi casa, mamá está cumpliendo años. Si quieres puedes venir.

Louis lo pensó unos segundos, y finalmente se negó. Ir a un lugar a ver rostros sonrientes y personas festejando no era precisamente lo que él necesita.

—Tal vez luego.

—¿Estás seguro de que puedes pasar está noche sin mi? -cuestionó el moreno, inseguro. —Si quieres puedes ir a mi casa y quedarte en mi habitación, yo dormiría en el sofá cuando todos se vayan y...

—Ya basta, Zayn. No quiero ser grosero, pero soy mayor de edad, y puedo cuidarme solo. No necesito niñeros.

Él morocho asintió, aun inseguro. Louis no está en condiciones de quedarse solo, y menos en la noche. Le preocupa lo que pueda hacer, aun así sabe que insistir provocara que Louis se enoje, y eso sería mucho peor.

—Está bien, pero si necesitas algo me llamas, ¿está bien?

Louis asintió rodando los ojos. No necesitaba ayuda, puede solo. Luego de que Zayn le platicara que iba a hablar de algunas cosas con Tyler, Louis decidió tomar otro camino. Vio a James parado en el patio, con el móvil en su mano, y caminó hasta él.

—Hola James.

Él rubio alzó la vista, dejando ver sus preciosos ojos azules, acompañados de una sonrisa reluciente.

—Hola chiquito.

Louis tragó grueso. Así le decía Harry.

—No me digas así, por favor —pidió, y él rubio asintió confundido.

—Está bien, bonito.
Disculpa, no sabía que te molestaría.

—No importa —Louis negó con la cabeza, restándole total importancia. —Hoy estaré solo en mi casa, quizás puedas ir, ¿a las ocho?

James asintió con una sonrisa victoriosa, como si hubiera ganado algo que desde hace mucho había querido. Louis no tenía esas intenciones.

—Me parece perfecto, bonito. Nos vemos a las ocho.

James tomó el rostro de Louis entre sus manos y lo besó en los labios, antes de irse. Él menor quería convencerse de que se sentía bien con lo que estaba pasando, pero en su interior sabe que está mal y solamente quiere olvidar a Harry, pero también sabe que no podrá hacerlo. Es que ni siquiera siente afecto por James, nada. Solamente le gusta besarlo e imaginar que es Harry.