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Harry limpió una vez más las lágrimas de Louis, quien estaba conmocionado. No había dicho nada más, incluso Harry lo había tenido que llevar cargado cual bebé de nuevo hasta su casa. Y ahora ambos estaban sentados en el sofá.

—Ya está, bebé. Ya está...

Harry besó cortadamente los labios de su novio y la abrazó pegándolo a su pecho sobreprotectoramente.

—¿Sabes qué? Te amo más que nunca.

Louis levantó sus ojos despacio y observó los orbes de Harry, mirándolo atentamente.

—¿Me... amas?

El labio inferior de Louis tembló ligeramente cuando Harry asintió, besando su frente y acurrucandolo más a su pecho.

—¿Podemos hablar? De todo lo que pasó este tiempo... Quiero saber que ha pasado contigo, mi pequeño.

Louis se separó de Harry para mirarlo a los ojos y sólo pudo hacerlo unos segundos antes de clavar su mirada nuevamente en el grisáceo piso cerámico. Le había tomado un temor a Harry increíble, desde los empujones, gritos, desprecios y agresión verbal. Quizás solamente porque ha estado sensible, pero ya se le pasará... O eso quiere creer.

—¿Que quieres saber?

—Todo... Quiero saber todo; cómo te has sentido, qué has hecho, qué pasó con James, todo.

El tono de voz de Harry endureció un poco y apretó su mandíbula, mirando a Louis fijamente, mientras que éste solamente se concentraba en mirar el piso como si fuera la cosa más maravilloso del mundo.

—Yo... Desde que todo terminó yo solamente me enfoque en ti, parecía que mientras menos te tenía más te quería, te necesitaba en todo momento, nunca dejaba de pensarte... O llorar porque ya no estabas. Empecé a tener mucho insomnio y pesadillas y recordé un mal consejo sobre el cigarrillo al que fácilmente y con una opresión en el pecho le tomé nota, no era la mejor desicion y yo lo sabía, ni siquiera me quitaba el insomnio, ni mucho menos el dolor, pero me ayuda a pasar una larga noche solo... No pasó mucho tiempo cuando ya era jodidamente adicto a eso, incluso me terminaba dos cajetillas en un día, eso cuando no eran tres... Mi mamá pasó unas cuantas semanas en Alemania, y eso me destrozó el alma. Estaba solo, completamente solo. Aunque Zayn siempre estuvo ahí para mi. Después vino James... Pero esa es otra historia, muy difícil de contar.

Louis remojó sus labios, mientras cerraba sus ojos despacio, recreando todo lo que había sucedido en esos meses. Harry solamente lo miraba mientras lo carcomía el arrepentimiento porque Louis no se merece haber sufrido tanto, y mucho menos por él.

—Las faldas... ¿Por qué ya no están?

Louis dejó salir unas cuantas lágrimas recordando a la perfección todos los detalles de aquel día... Cada una de las palabras dichas por Harry.

¿A quién quieres engañar con esa apariencia de ángel?

En realidad eres un ser atroz.

Lastimas, engañas, destrozas.

No hay nada que se salve de ti.

—Ese día... En el callejón. Me dijiste que no debería usarlas, porque demuestro algo que tú sabes, y yo sé, que definitivamente, no soy.

Harry cerró sus ojos, permitiendo así que salieran lágrimas, unas cuantas. Quiso acercarse a Louis pero éste retrocedió por reflejo, y en ese momento quiso morirse.

—No voy a hacerte daño. Ya no, solamente perdóname por haber sido un completo idiota y por favor déjame amarte y cuidarte de todo lo malo del mundo...

Sweet lie➳ Larry AUWhere stories live. Discover now