-VII-

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Los días siguientes fueron una tortura aún peor que antes, el renunciar a estar juntos consumía a Harry y a Louis lentamente, eran como almas en pena, vacías, sin alegría, Louis siempre se excusaba para no ir con ellos y Liam el pobre pensaba que su plan no había resultado y ahora se odiaban más.

Harry miraba a Louis así de solo y triste y se moría por correr y abrazarlo, ver a la persona que quieres en brazos de otro es lo peor del mundo, en muchas ocasiones Harry quiso romper con Liam, pero luego pensaba que eso no solucionaría nada, al contrario sería aún peor, porque Liam los odiaría, echaría a Louis y no volvería a verlo.

Cuando ya sólo le quedaba un día para irse, Louis fue a casa de Harry aprovechando que Liam no estaba, llamó al timbre y esperó, Harry abrió y se quedó muy sorprendido, no se esperaba a Louis en su casa, sintió una alegría interna al verlo, pero por su cara que traía seguro no era para nada bueno, le dio paso y se quedo mirándolo todo, mientras Harry iba a por un refresco, cuando regresó Louis habló.

—Harry vengo a despedirme, me voy mañana y quería hacerlo hoy, no quiero derrumbarme mañana porque si te veo allí no podré irme si te veo llorar- dijo mirándolo fijamente.

El rizado se quedó sin palabras y sólo se le ocurrió hacer una cosa, de repente se lanzó a los labios de Louis, éste que lo sujetó con fuerza y aunque sorprendido siguió el beso.

Se besaron una y otra vez, los besos cada vez eran más intensos y húmedos, Louis quería detenerse pero los labios de Harry era adictivos y tener su cuerpo así tan apretado contra el suyo era puro desenfreno, lo mismo le pasaba a Harry, quisieron separarse pero ya no pudieron parar.

Harry tiró de Louis hasta su habitación y cerró la puerta, quería que Louis lo hiciese suyo, ya no pararía, ya no había marcha atrás.

El cuerpo de Louis no respondía a las exigencias de su conciencia, Liam venía a su mente, pero deseaba tanto a Harry y este estaba tan dispuesto y tan receptivo, su relación no tenía futuro, Louis​ volvería a Londres en pocas horas, sería una despedida sin retorno como un "hasta siempre", que se le dice a alguien que no cuentas volver a ver.

Sus cuerpos sudaban al frotarse entre si, en un baile incesante de caricias y besos, la ropa comenzó a estorbar y una prenda tras otra salieron desprendidas de sus cuerpos, Harry se tumbó en su cama incitando a Louis y éste lo siguió escalando su cuerpo dejando besos y mordidas por cada esquina de su cuerpo hasta volver a su insaciable boca.

El rizado se derretía a cada caricia que Louis le hacía, era una completa locura lo que le hacía sentir, de su boca salían incesantes gemidos y suspiros, el ojiazul atrapó su pene en la boca y comenzó a lamerlo y saborearlo, mandando rápidas descargas de placer por el cuerpo de Harry.

Louis bombeaba el pene de Harry fervientemente, el ojiverde enloquecía por momentos, quería sentir en su interior a Louis que lo penetrara salvajemente y lo transportarse a un paraíso más allá del placer más allá de la lujuria.

-¡Hazlo ya Louis, quiero sentirte dentro de mi, por favor!- exclamó Harry desesperado.

Louis cogió el bote de lubricante que Harry tenía en su mesita, no quiso saber para que, ni porque estaba allí, solo importaban ellos y ese momento de intimidad mutuo, cogió una buena cantidad y se puso un poco en el pene y el reto en la entrada de Louis.

—Prepárate cariño, relajate o te dolerá más, iré despacio, ¿ok?-aseguró Louis.

Así que Louis poco a poco introdujo su pene en Harry sintiéndose flotar, era tan estrecho y tan delicioso, se sentía morir con la sensación de su pene apresado por las paredes de Harry que presionaban su miembro.

Louis introdujo el resto su pene hasta el fondo y espero que Harry se acostumbrase al grosor y al gran tamaño de su pene, cuando Harry estuvo preparado,

Louis empezó un dulce vaivén mezclado con apasionados besos que los sumían en una incesante lujuria repleta de gemidos, gritos, suspiros y entrecortadas respiraciones.

Harry se retorcía de placer, Louis era un amante fabuloso y lo llenaba, es como si el pene y su entrada estuviesen destinadas.

Harry eres tan delicioso, oh Dios, quiera quedarme dentro de ti para siempre y cuando acabó de decir eso, Louis llegó al clímax liberando su semilla en un Harry agitado, Louis cogió,,, su pene y lo bombeo, Harry se volvió a retorcer, era increíble, demencial apretaba sus dedos contra la sábana y Harry no aguantó más soltando un enorme gemido que no cabía duda que habían disfrutado, estaban agitados y cansados, se quedaron dormidos, Louis se despertó y volvió a la cordura,

-¿Qué hemos hecho?...oh Dios, ¿Qué hora es maldita sea?- reaccionó Louis y sin decir más, cogió su ropa del suelo y empezó a vestirse, tenía que largarse a coger un avión, para irse de allí y regresar a Londres.

45. Tu novio - tu vecino, mi gran amor.  ❤(Larry Stylinson)~ (Terminada).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora