45. Tu novio - tu vecino, mi gran amor. ❤(Larry Stylinson)~ (Terminada).

-XVIII-

Narrador.

En estos momentos Liam se dirige a cada de Harry, su llamada lo dejó muy preocupado, no sabía que podía ser lo que su novio podía querer decirle.

Aparcó su coche y subió los escalones del edificio y timbró, salió Rita, una dulce mujer que era la que atendía a Harry pues él era nulo para las tareas domésticas, entró y fue al encuentro de Harry.

Liam lo encontró en la terraza de su dormitorio, sentado en una tumbona disfrutando un café y de una lectura.

Le sonrió, se abrazaron y se dieron un corto beso en los labios, se dirigieron al salón para estar más cómodos donde la señora Rita, le sirvió un café a Liam.

Harry no sabía como empezar si contarle lo de Louis o no, al final decidió que no solo hablarían de ellos y de Zayn.

-Liam quería decirte, bueno que creo que, ha llegado el momento de que salgamos de está relación rara que llevamos y busquemos nuestra propia felicidad junto a otras personas, yo te quiero muchísimo y sé que tu a mi también, pero esto es un error que llevamos demasiados años cometiendo y es hora de poner fin-dijo Harry.

-Pero si estamos bien, yo te amo y creía que tu a mi también- dijo Liam muy sorprendido.

-Liam tú no me amas... me amaste si pero ahora lo que sientes por mi es cariño, igual que lo que siento yo por ti- continuo Harry.

-Harry yo no puedo vivir sin ti te necesito- rogó Liam.

-Liam verás que puedes perfectamente vivir sin estar atado a esto, como amigos seremos geniales como antes, además no tienes porque estar sólo, hay una persona que esta echa para ti y debes darle una oportunidad y dejar de aferrarte a esto que teníamos- le explicó Harry.

-Está bien te haré caso, pero no te prometo nada- dijo Liam no muy convencido.

Se abrazaron y acabaron su café y siguieron hablando de su tienda, las fotos, de Zayn, de la vida en general.

Pasó un mes entero hasta que por fin liam se decidió a pedirle una cita a Zayn, están muy nerviosos, como dos quinceañeros, fueron a cenar y al cine, y hablaron de sus vidas más de lo que hablaban en la tienda, descubrieron cosas nuevas uno del otro.

Cada vez más Liam se fue soltando y abriéndose a una nueva relación con Zayn, donde descubrió gratamente que Harry tenía razón pues el morocho era su alma gemela.

Nada tenía que ver lo que sentía por Zayn y lo que sintió con el ojiverde, que fue más un enamoramiento enfermizo y acomodado en la monotonía y el miedo a abrirse a nuevas personas por parte de Liam.

Harry y Louis ya no sentían tantos remordimientos por sus encuentros, ya no engañaban a Liam, aunque algún día tendrían que afrontarlo.

Zayn y Liam comenzaron su historia de amor con miedos y sin muchas esperanzas, pero el morocho supo tener paciencia con el ojimiel y con el pasar de los meses se convirtieron en la pareja más adorable, más enamorada y eran la  envidia de los que no tenían una relajación así. 

Después de seis meses de novios, se fueron a vivir juntos a un piso que alquilaron cerca de la tienda, todo les iba muy bien y Harry quedaba con ellos en cuanto su agenda se lo permitía.

Louis quería volver a retomar su amistad con Liam después de tantos años perdiendo el tiempo por miedos y celos, lo que pasaba es que pensaba que Liam los odiaría no solo a él sino también a Harry, tenían que pensarlo muy bien.

Un buen día Louis sacó un nuevo libro, lo tituló «El perdón de un amigo» y lo dedicó a Liam, tubo muy buena acogida y la gente lo felicitaba mucho y cada vez viajaba a países nuevos para él, en algunos se encontraba con Harry y en otros no.

Louis se arriesgó y le mandó un ejemplar, junto a una pequeña carta con una cita, un día y una hora, a Liam y esperó su reacción.

El ojimiel lloró como un niño, el recuerdo de su hermano desaparecido por años siempre lo atormentó, aunque siempre sospecho que algo ocurrió para que no se hubiese atrevido antes a acercarse a él.

Leyó el libro y era conmovedor, no sabía si esa historia era real o era ficticia pero él se sintió muy identificado y decidió aceptar volver a ver a Louis, tenía curiosidad por saber que cosa podía ser tan grave  como para mantenerlo lejos tanto tiempo.