-XIV-

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Louis no lo podía creer, aquel hombre misterios, le había removido viejas emociones que permanecían dormidas, era nada más y nada menos que su precioso ángel, Harry.

Un camarero le sirvió una copa de champán, diciéndole que unos admiradores querían brindar con él, por los éxitos conseguidos, al mismo tiempo, otro camarero servía otra copa a la chica rubia, mientras Harry extrañamente sostenía su lata de refresco.

Harry la levantó en señal de brindis y chocó su refresco con la copa de la chica y luego hizo un gesto en el aire como si chocase la copa de Louis, bebió un sorbo de su refresco y sonrió.

Louis quería acercarse pero no sé atrevía, quizás estuviese Liam por allí, tenía miedo a los reproches y a las recriminaciones, así que esperó a que Harry diese el primer paso, pero no se movió, ni siquiera mandó a su asistente.

Habían pasado tres largos años en los que no se vieron y ni hablando, quizás ahora​ ya sería tarde quizás ahora Harry ya no le interesaba nada de su persona.

Pasado unos minutos la chica y Harry se levantaron y se fueron, Louis se quedó bastante dolido, Harry se molestaba en leer su libro, ir a su presentación e incluso obtener una firma en él, invitarlo a una copa de champán y hacer una especie de brindis desde la distancia y no se atrevía a acercarse para saludarle.

Louis terminó su cena y subió a su habitación a descansar, mañana la tormenta ya pasaría y podría volver a casa, volver a su tranquila vida y sin ese perturbador hombre.

Se quitó la ropa y quedándose con solo el boxer negro, se tiró en la cama y se durmió.

Al cabo de una hora, alguien llamó a su puerta, primero eran suaves golpes y luego se intensificaron, Louis se despertó extrañado,

-¿Hay un incendio...o qué?, ¿cuál es la urgencia?- dijo Louis levantándose somnoliento.

Abrió la puerta y se encontró con Harry, estaba agitado, nervioso y muy alterado y éste lo empujó hacía adentro de la habitación rápidamente cerrando la puerta tras de sí.

-¿Harry, que haces aquí?- preguntó Louis dando pequeños pasos hacia atrás, Harry lo miraba con furia.

-¡Tu maldito diablo!, ¿por qué irrumpes en mi vida?, ¿Por qué me atormentas?- gritó Harry acercándose peligrosamente.

Louis se sentía intimidado, de cerca Harry se veía enorme, había crecido unos centímetros y ya no era ese ángel desvalido con piel lechosa.

Ahora se veía regio, viril y sus facciones eran más pronunciadas, pero tanto sus gruesos, rosados y delicados labios como sus hermosos y dulces ojos verdes seguían ahí, igual que el primer día que lo vio.

-¡Hola Harry!, ¿Por qué me hablas así?, yo no he irrumpido nada, estoy aquí, porque mi vuelo se canceló, he venido a la presentación de mi libro- explicó Louis.

-Yo estaba bien, me sentía mejor, en todo este tiempo te superé y ahora en un momento lo has revuelvo todo y vuelvo ha estar como hace tres años cuando te fuiste- dijo Harry, agarrándose el pelo y tirando como si estuviese a punto de perder la razón.

-¿De qué demonios estás hablando Harry?- dijo Louis, ya se estaba empezando a preocupar.

Narra Harry.

Louis me miraba como si no entendiese nada, como si el hombre que tuviese delante le pidiese unas explicaciones que él no podía dar.

En realidad le estoy echando la culpa a él de este encuentro, pero no la tiene, ni yo tampoco, es una mera coincidencia del destino supongo, lo cierto es que no me lo esperaba encontrar aquí en Roma y me pilló por sorpresa.

Desde que me dediqué a la fotografía en cuerpo y alma, mis trabajos fueron gustando cada vez más, conseguí muchos éxitos en mis exposiciones, y gané mucho dinero, para todo lo demás soy un completo desastre, por eso contraté a Anne, ella es mi asistente personal y sin ella estoy perdido.

Un año atrás, paseando por Francia, me paré en el escaparate de una pequeña librería, había expuestos varios ejemplares de un libro pero lo que me llamó la atención, fue una gran fotografía en blanco y negro colocada en un caballete junto a ellos.

En la fotografía estaba Louis muy sonriente, llevaba lentes y una fina barba pero era él, entré en la librería  y cogí un ejemplar en mi manos, en la portada estaba escrito, «La pérdida de un Ángel», estaba escrito por Louis Tomlinson.

Todos los recuerdos juntos me vinieron a la mente, ¿era posible?, Louis estaba bien y era un escritor exitoso, miles de veces Liam y yo hablamos de lo que le podía haber ocurrido o como estaría, sentí un gran alivio.

Me compré un ejemplar y me lo leí de un tirón, era una historia preciosa con un final con interrogante, sus personajes sufrían mucho, pero se amaban con locura, en cierto modo me sentí identificado sobre todo con el título, pues Louis varias veces se refirió a mi como mi ángel.

Pero puede que fuese una historia irreal, o el sobrenombre de Ángel​ fuese referente a otra persona que ocupaba en ese entonces su corazón, había pasado muchas cosas y muchos tiempo también.

Cuando regresé a Los Ángeles, empecé a buscar información sobre Louis Tomlinson el escritor, resulta que ya había publicado varios libros más, era bastante famoso, así me entró la curiosidad y me los compré.

Eran realmente buenos, tenía mucho talento, también había una pequeña biografía y varias entrevistas en la información que encontré, seguía soltero y tenía la costumbre de tomarse café en la terraza de una pequeña cafetería en la parte antigua de Londres, vivía en una casita de campo rodeada de naturaleza, era un hombre sencillo con gustos sencillos a pesar de todo su patrimonio.

Cuando mi agenda me lo permitió, pude ir a Londres, expuse en su Museo mis fotografías, no se si Louis supo de mi en todo este tiempo, quizás no, jamás volvió a contactar con Liam, quizás nos había olvidado.

Yo por el contrario me moría de curiosidad así que aproveché mi estancia en Londres y me quedé unas semanas, Louis dio distintas charlas y presentaciones, pero no me atrevía a entrar, así que Anne iba y  luego me lo contaba.

En otra ocasión se llevó una grabadora que luego yo reproducía una y otro​ vez escuchando su voz, se me removió todo por dentro la primera vez que volví a escucharla, era enfermizo.

Hace unas semanas por fin me decidí y entré en una de sus presentaciones, me senté en la última fila, llevaba sombrero y lentes para no ser recocido, pero no me atreví a acercarme más, pedí a Anne que se llevase mi libro también, para que Louis me lo firmase.

Ahora estamos aquí en Roma, yo he venido a otra de mis exposiciones y él a una de sus presentaciones del libro, hemos coincidido en el mismo hotel y nuestros vuelos están cancelados, en la cena me armé de valor y quise mostrarme fuerte y por encima de él y le invité a una copa de champán y aunque yo no bebo por mi pasado alcohólico, brindé y le sonreí, pero luego me acobardé y me fui.

Estuve una hora dando vueltas en mi habitación, pensando en todo esto, dando vueltas a todo los sentimientos que han regresado de nuevo.

¿Qué jugada del destino es esta?, ¿qué morbosa casualidad, la de encontrarnos atrapados en Roma al mismo tiempo y en el mismo hotel?, a unas habitaciones de distancia, y para colmo, me abre la puerta así, vestido con sólo un provocador boxer, ¿cómo no voy a estar así de atacado?.

Y aquí estoy frente a él en su habitación, después de tocar como un demente a su puerta, pero no puedo resistirme lo necesito, es un un fantasma del pasado, un demonio tentador, que me domina totalmente...

45. Tu novio - tu vecino, mi gran amor.  ❤(Larry Stylinson)~ (Terminada).Where stories live. Discover now