LA VIUDA

16. Seguiré siendo la misma

Flavio había ido al rancho para invitar a Irina a dar una vuelta, esta había aceptado sin ningún problema y ambos daban una vuelta por los alrededores

Irina: menudo susto nos dio tu sobrina ¿eh?-sonrió.

Flavio: si... casi me da algo cuando se perdió la verdad...

Irina: ¿es hija de algún hermano vuestro?

Flavio: ehm...-se rascó la cabeza- es complicado.

Irina: ¿Cómo? Si es tu sobrina y la ahijada de Samuel imagino que será hija de algún hermano vuestro ¿no?

Flavio: si era...-no le dejó continuar la frase.

Irina: ¿era?-echó las manos a la boca-¡Lo siento! ¡Soy una torpe! Yo...-agachó la cabeza.

Flavio: eh...-asomó una media sonrisa-no pasa nada...-se rascó la cabeza, odiaba mentir-fue hace años y bueno, no quiero hablar de ello.

Irina: ¡Claro! Es normal, no volveré a sacar él tema perdona-acarició su brazo para reconfortarlo.

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Aurora bajó las escaleras y se encontró a Samuel tomando un café en la sala con el periódico en las manos, al verla sonrió.

Samuel: podías haber dormido más si querías... debías estar muy cansada ayer.

Aurora: la verdad es que dormí del tirón-soltó una risa-pero no me pude sacar de la cabeza a esa mujer... ¿Andrea?-Samuel tragó saliva.

Samuel: ¿Qué pasa con ella?

Aurora: ha sido muy buena en ayudarnos, deberíamos invitarla a comer y agradecerle o visitarla y saber qué tal está... el desmayo que tuvo fue muy fuerte.

Samuel: seguro fue por el agotamiento de ayudar...

Aurora: por eso, no sé, llévale unas flores-miró al techo-invítala a comer, vayamos a visitarla...

Samuel: ¿flores? Esa mujer es más de espinas que de flores...-Aurora soltó una carcajada.

Aurora: ¡Padrino!-lo pellizco-¡Respeta! ¿Por qué dices eso? ¿la conoces de algo?

Samuel: ¿yo? No, que va-miró el periódico.

Aurora: ¡oh si!-bajó el periódico para mirarle-¡NO MIENTAS!-soltó una risa haciéndole cosquillas-¡¡¡¡¡cuéntamelo!!!!!

Samuel: no tengo nada que contarte, solo coincidí un par de veces con ella...

Aurora: ¿Y? Conozco esa cara...

Samuel: Aurora... por favor, tengo una relación con Patricia y quiero estar con ella.

Aurora: ¿Quién te hablo de amores?-levantó una ceja acompañada de una sonrisa de satisfacción lo había pillado.

Samuel: ¡mierda! Siempre me la juegas igual.

Aurora: ¡esa boca! Ahora sí, te gusta la vecina, ¿no?

Samuel: Aurora, es un tema de adultos ¿vale? Dejémoslo aquí.

Aurora: bueno, pues yo si iré a verla-se levantó-me quedé preocupada por lo que le pasó

Samuel: ¡Espera! Ni se te ocurra ir sola.

Aurora: ¿me acompañarás padrinito?

Samuel: ehm... no, yo no, pero mandaré a alguien que vaya contigo.

Aurora: ¿seguro?

Samuel: por supuesto.

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