57. El cebo perfecto

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Samuel: ¿la viste entrar?

Jacinto: sí, sí, estoy seguro, yo la vi entrar en el edificio, iba con sus amigos y luego me marche.

Samuel: gracias Jacinto, estén alerta por si la ves y nos avisas-Samuel corrió hacia la casa y entró provocando un fuerte estruendo-¡ANDREA!-esta salió corriendo del despacho.

Andrea: ¿Qué pasa cielo? ¿Qué ocurre?

Samuel: la niña no está en el colegio-cogió aire y Andrea examinó cada rincón de su cara analizando la frase que le acababa de soltar-Jacinto la llevó al colegio esta mañana, ella entró en el edificio pero me llamaron del colegio y no se presentó a la primera clase-los ojos de Andrea se aguaron mientras Fabio bajaba por las escaleras escuchando la conversación-la buscaron por todo el colegio pero no hay rastro de ella.

Fabio: ¿Cómo iba desaparecer así sin más?-Andrea respiraba agitadamente mientras sentía como el corazón se le encogía, tenía un nudo en el estómago que le imposibilitaba hablar pensando en la idea de que tal vez esa mujer tuviera en su poder a su ser más querido-es imposible que se fuera así sin más.

Samuel: yo también lo creo, Aurora no suele hacer ese tipo de cosas-Fabio observó a Andrea estática y tocó su hombro, ella lo miró asustada, mientras Samuel y los demás observaban la escena.

Fabio: es nuestra hija, si nosotros estamos aquí después de todo lo que nos paso ella podrá con eso y más, sé que piensas que la tiene ella-agarró su rostro-la recuperaremos ¿vale?-Andrea afirmó y él la abrazó.

Samuel: voy organizar a los trabajadores para que nos ayuden-se fue sin esperar una palabra de Andrea, ver como aquel hombre la tocaba lo ponía enfermo de los celos, pero aquel no era el momento de celos, además, sabía que todavía era su marido y no podía decirle nada, lo más importante era su ahijada.

Andrea: Sam...

Fabio: tranquila-interrumpió-yo estoy aquí contigo, vamos a tomar algo para que te tranquilices, debes pensar con claridad-Andrea se dejó llevar por Fabio mientras miraba la dirección en la que Samuel se había ido.

Irina: ¿crees que esa vieja tenga a Aurora?

Flavio: estoy casi seguro... si mi sobrina se hubiese ido del colegio no andaría lejos.

Irina: esto va acabar mal, Flavio, muy mal-se tocó el estómago-siento una extraña sensación, como si fuese a pasar una tragedia.

Flavio: tranquila cielo-acarició su rubia melena-encontraremos a Aurora y pronto la situación de Fabio se solucionará y a ver si así somos felices, porque me urge tenerte para mi solito-besó su mejilla con ternura.

Irina: te quiero tantísimo Flavio-lo abrazó-no soportaría perderte-apartó sus rizos hacía atrás-te prometo que en cuanto se solucione lo de Andrea me iré a vivir contigo al rancho, ¿vale? Tendremos el hogar que siempre soñamos.

Flavio: lo sé mi amor, yo también te quiero.

$: ¡ESTÁS LOCA!-respiraba agitadamente viendo a la niña desmayada en el suelo-¡Esto es demasiado peligroso! ¡Es una niña!

Beatriz: Pero es una Gallardo ¡Es mi nieta!-el hombre abrió los ojos-Es el cebo perfecto para Andrea, ella vendrá a por su hija, estoy segura.

$: estos terrenos pertenecen al rancho Alcázar, no tardará en encontrarte.

Beatriz: esta parte del río casi nadie la conoce... ni siquiera los empleados de más antigüedad, aquí estoy segura... solo necesito que Andrea venga y matarla, a ella y a esta bastarda que entorpece en mi relación con Samuel.

LA VIUDAWhere stories live. Discover now