LA VIUDA

56. Es un extraño

Después de que Samuel abandonase la cocina, Andrea y Fabio se miraron una vez más, cuando él iba tomar la palabra ella interrumpió.

Andrea: podrás quedarte en una de las habitaciones de huéspedes.

Fabio: ¿dormirás con él?-Andrea cerró los ojos y respiró-estamos casados Andrea...

Andrea: y después de 15 años eres un completo desconocido para mi Fabio... ¿puedes entender eso? ¡Todo ha cambiado!-él se acercó y la tomó del rostro.

Fabio: sigo siendo yo, el mismo que se enamoró de ti, ambos estamos curtidos por las experiencias que nos tocó vivir, pero sigo siendo yo, tu Fabio-ella cogió sus manos con los ojos brillosos y las apartó.

Andrea: ninguno de los dos es la misma persona que era hace 15 años y yo... amo a Samuel, Fabio... lo siento, buenas noches.

Abandonó la cocina dejando a Fabio allí herido por sus palabras, subió por las escaleras con los pies pesados, cansada de lo ocurrido, suspiró frente a la puerta de su habitación al otro lado le esperaba Samuel, o eso esperaba ella, abrió la puerta y lo vio sentado al borde de la cama con las manos sobre el pelo.

Andrea: ey... hola-asomó una media sonrisa y él la miró preocupado, Andrea avanzó y se hinco de rodillas frente a él-¿todo bien?

Samuel: ¿Qué sentiste? ¿debo preocuparme?

Andrea: Samuel...-acarició su rostro y ambos se miraron a los ojos-es mi primer amor y el padre de mi hija, siento nostalgia, pena... siento que si las cosas fuesen de otra manera si podríamos estar juntos, pero ahora no...

Samuel: cuando te enteraste de que era el bastardo de Ignacio me dejaste por él estando muerto, ahora que está vivo... no quiero perderte Andrea.

Andrea: eh, eh... por favor-lo abrazó-no me vas a perder, jamás-se separó del y lo besó-estoy aquí contigo, voy estar aquí contigo-Samuel meneó la cabeza.

Samuel: Andrea... ahora mismo vuelves a ser una mujer casada, ¿Qué vamos hacer?

Andrea:-lo miró-¿Qué vamos hacer? Pues lo posible por estar juntos, voy a divorciarme de Fabio, voy a estar contigo, él que tenga claro que solo le une conmigo nuestra hija y un gran cariño por mi parte, pero nada más...

Samuel: no va ser tan fácil, estaba seguro de lo que hablaba, viene dispuesto a recuperarte y yo no sé...

Andrea: ¿Dudas de lo que siento por ti?

Samuel: no sé Andrea, han pasado muchos años, vuestro amor fue muy intenso... tal vez estés confusa y de verdad le quieras...

Andrea: no estoy confusa y que intente recuperarme las veces que quiera-sonrió y lo empujó hacia atrás acostándolo en la cama-porque pienso elegirte a ti mil veces si es necesario.

•

Al día siguiente Aurora se despertó como cada mañana, preparó sus cosas para clase, se vistió y arreglo para bajar a desayunar con los demás, bajaba las escaleras cuando al pie de estas se encontró a Andrea con un hombre y a su padrino un poco retirado de ellos.

Andrea: cielo buenos días-tenía en el rostro una sonrisa nerviosa

Aurora: buenos días-dijo en un susurro mirando de forma peculiar a aquel hombre de ojos verdes.

Andrea: anoche te despertamos ¿verdad?

Aurora: si...-entrecerró los ojos sospechando-¿Qué ocurrió?-miró el rostro serio de su padrino buscando un poco de complicidad.

Samuel: es hora de que te contemos que es lo que pasa-se adelantó a ellos-¿te acuerdas de aquella señora que le hizo daño a Andrea?

Aurora: ¿Beatriz Alcázar?-Samuel afirmó.