No te vayas

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Damon tenía fiebre y comenzaba a decir incongruencias, las alucinaciones eran cada vez más frecuentes, había segundos donde me llamaba Katherine, y otras más era yo. Era casi gracioso la diferencia entre ambas.

-Katherine-se quejó después de verme-eres una maldita bruja controladora-me costó mucho auto control no dibujar una sonrisa en mi rostro-bruja-casi escupió-te hubieras quedado solo con Stefan-parecía un niño pequeño, inclusive con su puchero, que podría jurar que no era a propósito

-Entonces no estarías aquí-respondí, la diversión se transparentó en mi voz, mojé un pañuelo en agua helada y lo coloqué en su frente

-¿Elena?-parecía confundido, sonreí y asentí con la cabeza

-Perdón por todo lo que he hecho-hablaba pausado, se oía cansado, entonces toda la diversión se acabó, Damon, en verdad estaba muriendo, y no podía hacer nada al respecto.

-Esta bien, no te preocupes-susurré, no supe porque, pero mi voz se rompió, giró en la cama donde había querido quedarse

-Katherine-volvió a susurrar después de un par de segundos de silencio-¿porque siempre te alejas de mí?-su rostro se veía triste-quiero hacerlo, perseguirte para siempre-toqué su hombro para tratar de traerlo a la realidad, pero no era posible, el veneno de licántropo estaba muy cerca de su corazón, tenía poco tiempo

-No, Damon-musité, pero me miró, como si lo hubiera gritado

-¿Porque no?-frunció el ceño, pero más que confundido o enojado, estaba triste-Katherine, ¿porque no quieres? ¿no soy suficiente?

-Deberías dormir-murmuré cuando me di cuenta de mi error

-No, dime, ¿no soy suficiente?-no respondí, esperaba que con eso pudiera tranquilizarse, pues a pesar de estar cerca de morir, aún era mucho más fuerte y rápido que yo-Elena-asentí-¿no soy suficiente?-el corazón casi se detuvo en mi pecho, su alucinación había cambiado, aunque no era raro.

Damon era el hermano mayor de Stefan, ambos hermanos eran como el agua y el aceite, el menor, era el estereotipo de "héroe", siempre preocupado porque todos a su alrededor estuvieran bien, tratando siempre de hacer lo correcto. En comparación, el mayor, había sido el "villano" durante más de un siglo, siempre con su actitud arrogante lo volvía en alguien capaz de protegerte, sin importarle a quien lastimaba.

Era bien sabido que las dos mujeres que Damon había amado, habíamos elegido a Stefan, habíamos elegido al "héroe" antes que a él, y eso, había hecho mucha mella en su relación de hermanos.

-Elena-su voz sonó más fuerte, mucho más firme, como cualquier otro día

-Dime-esperaba que el tema hubiera sido zanjado

-Te amo-susurró de nuevo, regresando a la debilidad

-Lo sé-me recosté en la cama, junto a él, toqué su cabello, a pesar de estar húmedo por el sudor de su cuerpo, era suave

-Pero es Stefan, ¿no?-su voz se quebró-Siempre ha sido y siempre será Stefan

-Sí Damon, simpre-respondí apretando la mandíbula

A pesar de todo lo que Damon había hecho, me era imposible odiarlo hasta este punto, me dolía que estuviera sufriendo, que estuviera muriendo, algo dentro de mi se estaba quebrando al pensar que no volvería a verlo, a pelear con él, a reír con él, a poder....

-Pero yo te amo-repitió-quizá deberías saberlo

No respondí, me lamí los labios, nerviosa, no estaba segura si era correcto hacer lo que haría, pero yo lo quería, lo deseaba, aunque no sabía hasta que punto o porque lo anhelaba. Me acerqué a él, su aliento chocó contra mi rostro, el olor a Bourbon, me inundó, alteró todos mis sentidos. Choqué mis labios contra los de él, eran suaves, aunque un poco torpes, culpe a su estado actual por ello (porque si de algo estaba segura, es que Damon, no sería torpe en cuanto a relaciones físicas se tratará), el sabor del whiskey me mareaba, lo había probado de los vasos que bebía Damon durante todo el día, pero en su boca, era aun más embriagante, adictivo...

-Gracias-susurró con una leve sonrisa, justo cuando me separé, iba a responder cuando otra voz me hizo dar un brinco

-Debería agradecerme a mí-Katherine estaba de pie en el marco de la puerta, tenía un pequeño bote en su mano-Damon-murmuró, después de acercarse y con la mano libre, quitarme de en medio-Bebe esto-ni siquiera lo cuestionó, mi "doble" le susurró algo en oído, tan bajo que no lo escuché, pero al terminar, se marchó a velocidad vampírica, aunque solo 2 segundos después volvió a su posición original en la puerta-Esta bien-giré a verla confundida-esta bien querer o desear a ambos-se encogió de hombros-yo lo hice

Entonces desapareció, apreté la mandíbula, furiosa, no podía creer que se atreviera a compararnos, iba a gritar algo, esperando que aún estuviera cerca para oírme, pero un sonido a mis espaldas, me hizo olvidar el problema.

Damon estaba de pie, sin la camisa, mirándose en el espejo, buscando algún rastro del veneno que le había tratado de arrebatar la vida a penas unos minutos antes, ni siquiera el lugar de la mordida era visible.

-Pues funcionó-respondió con una sonrisa de lado, como si tratara de seducirme

-¿Que era eso?-pregunté, tragando saliva, esperando que pesara que el beso había sido parte de sus alucinaciones

-La sangre de Klaus-explicó Stefan desde la puerta

-¿Que?-preguntó Damon, confundido mientras corría a abrazar al recién llegado, para ser honesta, me sentía mal, muy culpable, por enserio desear a ambos hermanos, justo esa clase de deseo, era lo que había orillado a ambos a pelear durante tanto tiempo, no era justo que ahora que comenzaban a llevarse bien, yo los separará... 

"No tendrían porque saberlo" escuché mi voz gritando en mi cabeza "Podríamos tenerlos a ambos y no tendrían porque saberlo" miré hacia otro lado mientras esa voz no dejaba de hablar "Deseamos a ambos, ¿no?" asentí mentalmente "¿Porque no podríamos tenerlos a ambos?"

-Es la sangre de Klaus la cura para el veneno de lobo-volvió a explicar Stefan

-La naturaleza es divertida-se burló Damon, quien me dirigió una de esas miradas, esas que te derretían por completo, me relamí los labios y miré a otro lugar

-Espera-dije al recordar la primera oración de Stefan-¿Que quiere Klaus?-ambos me miraron con confusión-Klaus siempre pide algo a cambio...

-Cierto-Stefan sonrió casi con nervios-en dos días llega una chica de Klaus...

-Nuestra casa no es un hotel Stefan...-gritó Damon

-No oí que te quejaras de ese detalle durante todo este tiempo...

-Porque es mi casa...

-Al menos déjalo terminar-interrumpí, cuando me escucharon, ambos permanecieron en silencio, antes de que el menor lo rompiera

-Es una humana, Klaus cree que en esta casa estará mucho más segura que en donde se quedará-Damon y yo nos miramos con confusión-no se que interés tenga sobre ella, pero tuve que aceptar que se quedara con nosotros... Era eso o apagar mi humanidad

-De acuerdo, el hotel Salvatore se inaugura en dos días-respondió Damon con sarcasmo

Lo miré de nuevo, esta vez con detenimiento, pero rápido para no levantar sospechas, su cabello negro, sus azules orbes, sus labios que sin duda deseaba volver a probar, su piel blanca y marcado abdomen me hizo tomar la decisión

"Damon Salvatore, vas a ser mío" exclamó mi mente casi de manera triunfal

Decisiones ¿Erróneas?Where stories live. Discover now