Fuego de amor y lujuria

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*Narrador*

Después de que salieron, la casa se quedó en completo silencio, la pelirroja caminó por el pasillo, hasta detenerse frente a la habitación del vampiro, abrió la puerta, lentamente, el moreno estaba allí al otro lado, él le sonrió, se miraron con una intensidad increíble, había hambre en sus miradas, estuvieron quietos unos segundos, justo después, el vampiro se acercó a ella, sin decir una palabra, devoró sus labios con ansiedad, no habían podido estar solos ni un segundo desde que se habían ido, siempre estaba Bonnie o Klaus, ni siquiera habían podido besarse de aquella manera, tras unos minutos, donde el aire se les escapaba de los pulmones, la ropa comenzó a estorbar, las manos del chico palpaban con necesidad el cuerpo de la chica.

No se detuvo en pensar en los detalles, rompió sin piedad la playera que cubría el pecho de la chica, mientras se ella se tomaba el tiempo de desabotonar cada uno de los botones de la camisa del chico, Damon, enredó un brazo en una de las piernas de la chica, poco después, la levantó en vilo, Lilith enredó sus piernas alrededor de la cintura del moreno; ella mordía levemente el lóbulo de la oreja del hombre que la sostenía, mientras él besaba el cuello de la chica

-Damon-gimió la chica, dejandose llevar por las sensaciones que le provocaba el vampiro

-Te amo-susurró el moreno, la chica soltó una risita de nervios, volvieron a besarse, esta vez más despacio, mientras el vampiro caminaba lentamente hacia la cama, la depositó tiernamente en ella, acarició su silueta desde los hombros hasta las pantorrillas, causando que la piel se enchinara

-Te amo Damon-murmuró la chica contra los labios del vampiro, antes de volver a devorarlos

Entre el amor y la lujuria no se podría decir aquello que sucedió, ambos se entregaron de una manera que no podría hacer nadie, en cuerpo y alma, a pesar del amor que mostraban, también la tristeza era palpable a través de la piel, pues no sabían si esa sería la última vez que podrían tenerse de esa manera, no sabían si podrían volver a besarse, cuando llegara la mañana, Caroline y Rebekah los iban a separar, y casi no se verían hasta el día de la boda, y ese día sería el último.

Se entregaron el uno al otro hasta que sus cuerpos no pudieron mucho más, repetían una y otra vez lo mucho que se amaban, antes de quedarse dormida, Damon, se recostó sobre ella, acomodando su cabeza en el abdomen de la chica, dejando pequeños besos cada cierto tiempo

-¿Puedo decirte algo?-susurró Damon acariciando lentamente el costado de la chica, ella asintió-No he cometido malas decisiones-la chica frunció el ceño, confundida-porque cada una de ellas, fue un paso más cerca de ti

-Eres un tonto-murmuró la chica antes de quedarse dormida

-Pero así me amas-el vampiro cerró los ojos, siguiendo a la chica al país de los sueños

Decisiones ¿Erróneas?Where stories live. Discover now