Limbo

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*Narrador*

La pelirroja y el moreno caminaban a lo largo de la calle, dándose rápidos besos cada ciertos pasos, el vampiro acariciaba el rostro de la chica, se sonreían de lado cada vez que se separaban a tomar aire

-Te quiero-susurró la pelirroja, mordiendo los labios del vampiro

-Te quiero-le respondió, abrazando más su cuerpo, tenía tanta ansia de tenerla, acariciar su suave piel

Un golpe sordo se escuchó a lo largo de la calle, el conductor que acababa de atropellar a los tórtolos, se dio a la fuga unos segundos después de haberlo hecho. La pelirroja había rodado unos metros lejos de donde había ocurrido el accidente, sangraba y había caído sobre un trozo de madera del buzón que el conductor había roto. La chica tenía la adrenalina un poco arriba de lo normal, buscaba al moreno que venía con ella, lo encontró unos pasos delante de ella, tenía los ojos cerrados, se había golpeado en la cabeza con algo y tenía una pequeña "estaca" clavada en el estómago. Era obvio que había "muerto" así que debía esperar a que despertara, pero no estaba segura de aguantar tanto tiempo.

Los dueños de la casa que también había sido afectada, llamaron rápidamente a emergencias, sin embargo, la chica estaba perdiendo mucha sangre, ella sentía que iba a morir, le importo un demonio quitar la madera y que al hacerlo la sangre brotara aún más, se arrastró hasta donde estaba el moreno.

-Damon-le llamó con un hilo de voz, después de un par de segundos, reaccionó

-Lilith-al abrir los ojos, vio a la chica casi quedándose dormida-no te duermas-en una reacción rápida, se mordió la muñeca, ofreciendo su sangre-bebe, esto te va a ayudar

-Damon-susurró, negándose a beber-no te alejes de mí-él se acercó, hasta tenerla al alcance de su cuerpo, la abrazó, enterrándose un poco más la madera, pero no le importaba-si muero...-una lágrima escapó de sus ojos

-No vas a morir-aseguró el vampiro-pero necesitas beber-ella volvió a negar

-¿Abuelo?-preguntó la chica, mirando un punto donde nadie más veía algo

-Hola pequeña-sonrió el hombre que había aparecido ante ella

-¿Voy a morir?-el hombre sonrió de lado-Damon, quédate conmigo-los párpados le pesaban cada vez más, el moreno asintió-no te alejes de mí-repitió antes de que la inconsciencia le ganara

-No, no vas a morir, Lilith-gritó Damon, pero ella no lo escuchó

La ambulancia llegó unos segundos después de eso, los levantaron a ambos, llevándolos al hospital, una vez allí, Damon se escapó, haciendo que los paramédicos le ayudarán a quitar la madera de su estómago y no dijeran que había alguien más.

En la entrada de la sala, había una doctora que le prohibió la entrada, trató de usar la compulsión pero la verbena del cuerpo de la doctora se lo impidió, le aseguró que haría lo necesario para salvarla, el vampiro apretó los puños, pero esperó, estaba preocupado, había pasado mucho tiempo, sacó de la bolsa de su chamarra, el maltrecho teléfono de la pelirroja, marcó un número que se sabía de memoria.

-¿Damon?-preguntó la voz al otro lado del teléfono, aún se escuchaba música

-Esta vez te necesito a ti-susurró el vampiro, la voz se le quebró un poco

-¿Dónde estás?-exigió-Apaguen eso-gritó al otro lado de la línea, alguien la obedeció

-En el hospital...

-¿Hospital?

-Un auto nos arrolló Bon Bon-explicó el moreno-Lilith perdió mucha sangre-hubo un silencio

-¿Le diste tu sangre?-la voz de Ric lo sorprendió un poco, pero estaba tan preocupado que no le importó, sabía que todos los presentes en la casa de los Mikaelson se habían enterado

-No me dejó-murmuró casi roto

-Damon Salvatore-le llamó la misma doctora que había querido matar

Del otro lado no podían distinguir lo que había sucedido, el híbrido, la bruja, el humano y el vampiro original, salieron corriendo hacia los autos, nadie pareció notar la falta del auto azul, Klaus iba manejando su gran camioneta, pisó el acelerador

-Tenemos que llegar allí tan pronto como podamos-susurró Bonnie-Si algo llega a pasarle a Lilith, él, va a apagar su humanidad y lo perderemos Ric

-Lo sé Bon, todo va a estar bien-la consoló el hombre

Cuando llegaron, Damon estaba sentado en la sala, inmóvil, como estatua, se veía decaído, casi ojeroso, todos estaban sorprendidos de no ver una montaña de cadáveres alrededor de él.

-¿Como esta? ¿Qué pasó?-gritó el híbrido, temblaba, sus ojos brillaban dorados, como si estuviera a punto de convertirse en lobo

-Un auto, nos golpeó, no lo escuché, no lo ví, casi apareció de la nada, nos empujó contra un gran buzón de madera, vio a su abuelo antes de perder la consciencia-Klaus se sentó junto a él, quieto, sabía que cuando los humanos y brujas veían a sus seres queridos fallecidos, era para acompañarlos al otro lado

-Ella...-susurró Bonnie, con miedo de que eso pudiera apagar la humanidad del vampiro, quien la miró y suspiró

Decisiones ¿Erróneas?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora