Dos no deberían sumar uno

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El cielo se había vuelto mucho más oscuro cuando el mayor de los Salvatore se vistió y salió de la casa, quería que se quedase otro rato para poder seguir admirando su perfecto torso, pero en algo tenía razón, y es que no habíamos sido tan silenciosos y Alaric despertaría con un par de preguntas si lo veía tan temprano merodeando en los alrededores. El cansancio me venció después de un par de minutos, ni siquiera me intereso volverme a poner la ropa, simplemente deje que la delgada sábana cubriera mi desnudo cuerpo.

-Elena-me llamó una voz masculina desde el otro lado de la puerta-¿Estas bien?

-Muévete, yo la levanto-aquel tono de burla me hizo sonreír un poco

-Claro que no Damon, no voy a dejar que entres al cuarto de mi hermana-alegó Jeremy, una pequeña risa se ahogó en mi boca

Me levanté rápidamente, busqué algo para ponerme, que fuera creíble, mientras la discusión proseguía afuera. Abrí la puerta tallandome los ojos con el dorso de la mano, simulando que su acalorada plática era lo que me había despertado

-¿Porque tanto ruido?-pregunté, mi voz sonaba ronca-Son...-miré el reloj-las 7 de la mañana

-Dijiste que irías con nosotros a la cabaña-susurró Jeremy

-Cierto-asentí

-Siempre estas lista antes que cualquiera, así que me preocupe-se justificó mi hermano

-No te preocupes Jer-miré al vampiro a su lado y noté que su mirada me escaneaba, como si adivinara que debajo de lo que veía, no había nada más-¿Y tu que haces tan temprano?

-Hable con mi hermano esta mañana, al parecer faltan adultos que los cuiden en su "hermoso" viaje al bosque y me convenció de ir-dijo con sarcasmo

-Ya le dije que no lo necesitamos, ni a él, ni a Ric, pero sabes que son tercos-mi hermano parecía realmente furioso al respecto

-Anda mini Gilbert, apresúrate a guardar las cosas mientras Elena se despierta-Jeremy torció la boca, iba a alegar pero la voz de Alaric llamándole le hizo soltar un bufido antes de irse. Justo cuando desapareció de nuestra vista, Damon se acercó a mi, me besó como en la noche anterior, tan pasional, me acarició la cintura debajo de la ropa, provocando que mi piel se erizara-Quizá en la noche podríamos perdernos en el bosque-susurró cerca de mi oído

-Bien-asentí con una sonrisa que ni yo podía identificar-ahora vete, antes de que sospechen

Sonrió de lado, aquella sonrisa típica de Damon Salvatore, que juraría podía encender incluso la llama más escondida de la lujuria. Cerré la puerta, me quité la ropa y me duche rápidamente, salí de mi cuarto tan solo  15 minutos después de aquel corto pero intenso momento con el mayor de los Salvatore.

-Vámonos-dijo Ric justo cuando baje

Todos estaban afuera de mi casa, Matt iba con Caroline y Tyler en la camioneta del primero, Alaric y Damon guardaban las últimas cosas en el auto del último, Jeremy y Stefan esperaban en el Porsche rojo, entonces noté que alguien faltaba

-¿Donde esta Bonnie?-pregunté a Ric, que cerraba sutilmente el maletero del auto

-Dijo que no tardaría en llegar-respondió en un grito Jeremy

Entre al auto rojo mientras esperábamos  mi mejor amiga, Stefan me dio un dulce casi tierno beso en los labios casi al instante en el que subí, sonreí y con la mirada busqué a su hermano, estaba demasiado ocupado bebiendo mientras se burlaba de su amigo.

-Cuando lleguemos al bosque quiero enseñarte algo-susurré a Stefan

-Por favor Elena-se quejó mi hermano-aún estoy aquí

-No pienses mal Jeremy-nos reímos todos, aunque no estaba equivocado en su suposición, aunque claro Stefan fue el único que no había entendido el sentido de mis palabras

-Disculpen la tardanza-jadeó Bonnie cuando llego sin aliento

-Oye Bon Bon-le llamó Damon, a todos nos sorprendió escucharlo-Tu vienes con nosotros

-Estás loco-gritó mi amiga

-Por favor Bonnie-pidió Ric

-Anda Bon Bon, súbete que hay prisa

No se dijo más sobre el tema, la aludida apretó los labios y camino a grandes zancadas al auto donde los dos hombres la esperaban, fruncí un poco el ceño, confundida, en otro momento, a Bonnie no le hubiera importado un comino lo que le pidieran y hubiera hecho lo que quería, pero había aceptado casi sin pelear, sin realmente ninguna ofensa contra Damon, su persona menos favorita del mundo.

El camino fue bastante corto, en especial con la música que ponía desde la radio, Stefan y yo cantábamos tan alto que molestaba a mi hermano, nos divertíamos, era realmente increíble, por estos detalles era por los que amaba a Stefan, era maravilloso, en ese instante no podía desear nada más... hasta que estacionamos, Damon estaba recargado en el cofre de su auto, con aquella pose que te quitaba el aliento, tenía un vaso con lo que supuse era Bourbon.

-Vamos Bon Bon, no pongas esa cara-le escuche gritar, no nos había visto en lo absoluto, la aludida salió de la cabaña con una botella de aquel whiskey

-Te odio, ¿lo sabes?-se rió justo antes de llegar

Cuando vieron el auto, Bonnie dio media vuelta y se adentró en la casa, Caroline estaba sentada en el pórtico, había olvidado que ninguno de ellos podía entrar hasta que Jeremy o yo los invitáramos a pasar. 

Mi hermano invitó a pasar a todos los vampiros que nos acompañaban, y solo un par de minutos más tarde, el mayor de los Salvatore se acercó a mi, me besó un poco rudo una de las orejas que tenía descubierta casi enfrente de Bonnie, que no supe si notó la acción.

-Deberíamos escaparnos un rato-susurró, solté una risita nerviosa, más que por otra cosa, porque sabía que Stefan estaba justo en la habitación continua. Tomé una servilleta y un bolígrafo que tenía al alcance de mi mano, escribí un par de instrucciones, una hora, la doble y se la di en la mano.

Damon sonrió de lado de nuevo, provocó un escalofrío en mi espalda, lo vi guiñar el ojo, antes de alejarse, dijo un par de cosas justo cuando entro a la otra habitación, después mire al frente, Bonnie ya no estaba, estaba preocupada sobre lo que podría haber visto, porque a pesar de todo, no quería perder a Stefan.

Tomé una gran bocanada de aire, me uní a la conversación, justo al entrar, Stefan me tomó de la cintura ante la atenta mirada de su hermano, me alejé un poco, nos divertimos durante media hora, entonces di una excusa para escapar de allí. Caminé lejos de la cabaña, entre los árboles, estuve a punto de perderme. Hasta que sentí como un cuerpo me hacía chocar contra algo, durante un par de segundos me asusté, pero al sentir sus labios devorando los míos, me deje llevar...

-Deberíamos volver-murmuré contra sus labios justo después de alejarme para volver a vestirme

-No importa, podrían adivinar que hacemos-me dio un pequeño beso

-No Stefan-suspiré. Vi que terminó de vestirse, aceptó mis palabras y se marchó primero, no había terminado de abotonar mi blusa cuando vi una sombra acercarse lentamente a mí

-¿Ya me esperabas?-preguntó Damon al verme, creyó que me la estaba quitando

-¿Porque no lo averiguas?-me mordí el labio y levanté la ceja

Él hizo aquella mueca que me estaba volviendo adicta, aquella clase de gesto que quieres ver cada noche justo antes de ir a la cama, que hace que te tiemblen las piernas, que te de una descarga eléctrica en la columna vertebral, que te provocaba la clase de sensación que no quieres que jamás desaparezca.

Volvimos justo después de un apasionado momento de "ejercicio" físico, no había manera de que lo notarán, Damon apareció bastante tiempo después de que yo había llegado, actuamos de manera normal, aunque llamó mi atención cuando justo después de que llegará, Bonnie apareció por la puerta principal.

Decisiones ¿Erróneas?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora