Huyendo

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Anastasia PDV

Le di al taxista la dirección de los recreativos. Si al final me voy con él, quiero volver a recordar lo que sentía cuando iba con mis padres. Sinceramente no sabía a dónde ir, no tenía muchas opciones. Si iba a mi casa, Sawyer seguramente iría allí para ver si estoy, así que lo descarté. Si iba a casa de alguno de mis amigos seguramente también me buscaría por allí, así que no se me ocurrió otro sitio al que poder ir y que no me encontrase hasta que se me vino a la mente de que cuando salía con mis padres y veníamos a los recreativos, Sawyer nunca nos acompañaba, así que si me quedo allí no me encontrará.
Al llegar, pago al taxista y entro en los recreativos. Hay gente, pero no mucha en comparación a las otras veces que he venido.
Empiezo a jugar con las máquinas de juegos de lucha. Quiero descargar todo mi cabreo. Seguí y seguí y no sabía cuánto tiempo llevaba. Fui a ver la hora, pero el móvil no me iba. Creo que se me había descargado.
Cogí otro taxi y fui al cementerio. Antes de llegar compré unas flores y las puse en su tumba.
Me arrodillé frente a ella y empecé a hablarles.
- Hola mamá, hola papá. Os preguntaréis qué hago aquí. Pues...bueno, sucedió lo que iba a suceder. Me cabreé mucho con él y sencillamente salí corriendo y me escapé. Seguramente estaréis enfadados conmigo, pero es que ese hombre me saca de quicio, y lo último, me quiere llevar a Seattle. Quiere que me mude a su piso, que deje Portland, con todo lo que eso conlleva. Le empecé a gritar y cuando vi que no entraba en razón, lo único que se me ocurrió fue echar a correr y salir huyendo. Seguramente, don Controlador estará que se sube por las paredes preguntándose dónde estoy. 
¿Por qué confiasteis la custodia de vuestra única hija en ese hombre? No puedo entenderlo. Es egocéntrico, borde, frío, hipócrita, cabezón, idiota, controlador, presuntuoso y un inmaduro. Lo tiene todo. En tres días, según él, nos vamos a Seattle y tengo que hacer las maletas con todo lo que me quiero llevar. Sé que estuvo mal que escapara, pero es mucho ya. Esto me sobrepasa, no consigo entenderlo. Lo conozco de hace unas pocas horas y parece que lo conozco de siempre porque ya se cómo es su carácter. En fin, creo que tendré que volver ya porque sino me va a matar. Ya lo va a hacer pero...al menos que no se diga que no puedo volver sin Sawyer. Adiós. Os quiero mucho - me levanto y me despido
- Señorita
- ¡Joder! - me giro y me encuentro a Sawyer mirándome
- ¿Sawyer? ¿Cómo...? ¿Cómo me has encontrado?
- Ya son muchos años con usted, señorita. Supuse que estaría aquí
- Ya veo
- Será mejor que volvamos
- Sí. Para ser tantos años no dejas de llamarme señorita
En el coche
- Sawyer
- ¿Sí?
- ¿Cómo está el señor Grey? De carácter ahora mismo quiero decir
- La verdad es que...en el momento en que se fue, inmediatamente llamó al gerente del hotel y vio cómo consiguió salir sin que la viéramos. Me pidió que la llamara, pero no contestaba
- Se me descargó la batería
- Lo intenté varias veces y nada. El señor Grey y Taylor se quedaron en el hotel por si volvía, y yo fui a casa de sus amigos y a su casa. Al ver que no estaba volví al hotel. El señor Grey estaba que se subía por las paredes. Al ver que no venía usted conmigo se cabreó aún más. Me ordenó que peinara las calles si hiciese falta para encontrarte. Pidió a un amigo suyo que rastreara su móvil pero al estar sin batería, como ha dicho, no pudo
- ¿Amigo? Dudo que tenga alguno
- Señorita. No se comporte así con el señor Grey. De verdad se le veía preocupado
- Claro. Preocupado. Estaba así porque no pudo "controlarme" - hice comillas con los dedos
- Me he pasado horas buscándola hasta que fui al cementerio y la encontré
- ¿Horas?
- Sí
- Sawyer, ¿qué hora es?
- Las 07:15 PM
- ¡¿Cómo?!
La que me va a caer.
- ¿He estado fuera más de dos horas y media?
- Sí
Oh no.
- ¿Y cómo estaba? Sinceramente. ¿Dijo algo por lo que me deba preocupar?
No responde.
- Sawyer
- Dijo que la iba a castigar. Que su rebeldía la iba a salir cara. Que en cuanto lleguemos a Seattle empezará tu castigo y que te arrepentirás por haberlo desobedecido.
- Oh Dios, ¡no! Sawyer, ¿no podríamos dar una vueltita para ver si se calma un poco?
- Señorita...
- Ya. Creo que eso sería empeorar las cosas
Veo como asiente. Pero la verdad, no creo que las cosas pudieran ir a peor.
Llegamos al hotel y entramos. Subimos en el ascensor. El aire se nota cada vez más tenso, y no es para menos. La que me va a caer.
Llegamos al piso y vamos hacia la habitación.
- Entra tú primero, por favor - le digo
Sawyer abre y entra. Respiro profundo y entro.
- ¡¿DÓNDE COÑO ESTABAS?!
Sí que podían empeorar las cosas.

Mi tutor legalWhere stories live. Discover now