Mi tutor legal

Decisión

Ana PDV

Tan solo queda una semana para que empiece la universidad. Las cosas con Christian no han estado muy bien que digamos. He estado investigando todo el tema relacionado con ser sumisa y en qué consiste, y lo que encontré no me parece para nada agradable.
Él ha intentado hablar conmigo, preguntarme qué me pasa, pero siempre lo evito, no puedo mirarlo porque con todo lo que he averiguado y con las cosas que me he imaginado que hace con chicas no me es agradable mirarlo, porque, además, la palabra sádico aparece en mi mente todo el rato.
Hace unos días que vengo pensando en mudarme con los chicos. Ya tengo 18 años y de por sí no necesito a Christian. Sigo estando bajo su tutela, pero soy mayor de edad, puedo hacer lo que quiera, y creo que es lo mejor. Mudarme con los chicos y dejar a Christian para que continúe con su "vida de antes".
Hoy es el día, hoy se lo tengo que decir.
Ya se lo comenté a los chicos y les parece genial.
Bajo al despacho de Christian y llamo a la puerta.
- Adelante
- Christian, ¿estás ocupado?
- Anastasia. No, pasa
- ¿Puedo hablar contigo un momento?
- Claro
Me siento enfrente de él.
- Han pasado ya más de dos años desde que nos conocemos...
- Sí
- Y ya tengo los 18
- Sí
Venga Anastasia. Directa al grano.
- Me voy a mudar con los chicos al piso donde ellos ven
- ¡¿Qué?!
- Lo he estado pensando, y creo que es una buena decisión
- ¿Por qué?
- Bueno. Desde que llegué no creo que te haya ayudado mucho a vivir tu vida
- ¿Vivir mi vida?
- Sí. Salir con tus amigos, familia, con tu hermano...con alguna chica...
- ¿Chica? Yo no salgo con chicas
- Ya
- ¿Qué?
- Nada. Creo que es lo mejor. Seguiremos viéndonos por el tema de las empresas, pero así te dejaré en paz y podrás estar tranquilo sin tener que preocuparte por mí
- No eres ninguna carga
- En ocasiones creo que sí
- Anastasia...
- Creo que nos irá bien. Podrás volver a tu vida de antes
- ¿Vida de antes? ¿A qué te refieres?
- Me refiero a las empresas. Conmigo en tu vida no puedes estar todo lo que te gustaría pendiente de ellas
- ¿No puedo hacerte cambiar de opinión?
- No
- Ya veo. ¿Cuándo te mudarías?
- Lo he hablado con los chicos y dicen que puedo mudarme cuando quiera
- ¿Y cuándo sería eso?
- No lo sé. Probablemente antes de que empiece la universidad para no llevar luego después tanto trajín entre la mudanza y la universidad
- Para que empieces la universidad tan solo queda una semana
- Lo sé
- Muy poco tiempo
- Qué va. Para mudarme a Seattle conté con mucho menos, ¿recuerdas?
- Sí. Entonces no hay forma de que te haga cambiar de opinión. Tus padres querían que cuidase de ti
- Que cuidases de mi hasta mi mayoría de edad, y te recuerdo que ya tengo 18. No tienes obligación de seguir haciéndote cargo de mí
- No es ninguna obligación. Con el paso del tiempo te he cogido algo de aprecio, hasta cariño podría decir
- Yo también, pero ha llegado el momento del cambio