Mi tutor legal

Idiota

Christian PDV

El tiempo pasa rápido y de eso no hay duda.
Hoy es 25 de diciembre, Navidad. No pensé que mi vida cambiaría tanto. Pasé de vivir solo en el Escala a vivir con Anastasia, siendo yo su tutor legal.
Las cosas cambian, pero no pensé que tanto. Iba a pasar las fiestas como siempre, trabajando, pero después de que Ana me insistiera tanto de que las pasara con ella y no fuera a trabajar al final tuve que aceptar, y como era de esperar la he cagado.
Me llamaron de la empresa diciendo que hubo un problema con uno de los socios y que no lo podían arreglar sin mí. Les dije que iría y por desgracia, Ana escuchó eso. No pensé que se lo iba a tomar tan mal, pero me equivoqué, otra vez.
Voy a mi despacho a coger mis cosas cuando me encuentro tres cajas envueltas en papel de regalo encima de mi mesa.
Enseguida sé quién las puso allí. Sus regalos de Navidad para mí. Idiota.
Me siento en la silla y cojo el sobre que está encima de los regalos, lo abro y saco el papel y lo leo.

Christian, ¡Feliz Navidad!
Nunca creí que mi vida cambiaría tanto, pero me equivoqué.
Mi primera impresión al verte no fue la que me esperaba. Para mi gusto eras desagradable y prepotente, pero cuando te fui conociendo cambié mi impresión sobre ti. Eres así porque eres dueño de una de las mayores empresas de Estados Unidos y el más joven de todas ellas y sé que a parte de que mucha gente depende de ti, te gusta el control.
Siento si a veces soy un pelín insoportable y arisca. Solo dame tiempo. Me tengo que acostumbrar al cambio y me tengo que adaptar a ti. 
En el poco tiempo que nos conocemos te puedo decir que gracias. Aunque haya momentos en los que me gustaría abofetearte, siempre te estaré agradecida por abrirme las puertas de tu casa.
Como podrás ver, encima de la mesa tienes tres cajas envueltas. Son tus regalos de Navidad. No sé si te gustarán. Sé que tienes de todo, y por eso no me decidía. Espero que te gusten.
Gracias por todo.

ANA

- Dios, Ana
Cojo los regalos y los empiezo a abrir.
- Sí que soy idiota