Anastasia Steele, una adolescente de 16 años, verá cómo su vida da un giro inesperado. A causa de ello conocerá a alguien que pondrá su vida patas arriba y le hará ver que no todo es tan malo y que el dolor se puede superar si no estás solo.
Estamos a 30 de abril. Mañana 1 de mayo es el cumpleaños de Christian. Creo que cumple 23 años, y estoy pensando qué regalarle. Me encuentro mirando relojes para comprarle uno.
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Y también una corbata. Últimamente no hemos pasado mucho tiempo juntos, y es como si hubiésemos estado distanciados. Espero que mañana volvamos a ser como antes.
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1 de mayo
Me encuentro en la mansión Grey ya que Grace decidió organizar para su hijo una fiesta de cumpleaños a la que no pudo decir que no. - Hola cumpleañero - Anastasia. Has venido - Claro. No me perdería tu cumpleaños. Toma. Feliz cumpleaños - Gracias. No te tendrías que haber molestado - No es molestia ... La fiesta está muy animada. Hay mucha gente. Muchos son socios de Carrick y de Christian. Otros son amigos de la familia, y por supuesto su familia también. Me encuentro en el baño. Estoy agotada. Creo que tanto baile me ha dejado agotada. Paso por una habitación y me llega una brisa. Entro a la habitación y me encuentro el balcón abierto. Me acerco y me encuentro a Christian. - Con que aquí estabas - Anastasia. Qué susto me has dado - No era mi intención. ¿Qué haces aquí que no estás disfrutando de tu fiesta? - Necesitaba un respiro. Hay demasiada gente - Te comprendo - Pensé que te gustaban las fiestas - Me gustan, pero estoy agotada - ¿Sabes? Nunca pensé que tú y yo tendríamos una conversación donde no discutiéramos - ¿Tan raro te parece? - Un poco - Hemos madurado - ¿Hemos? - Claro. ¿No te acuerdas cómo eras antes? - ¿Perfecto? - No es esa precisamente la palabra que usaría para describirte - Eh - Me dirás que es mentira. Eras muy insoportable. Solo me dabas órdenes - Porque no me hacías caso - Normal. No hacías más que meterte en mi vida - Debía hacerlo - Ya. Porque...eres mi tutor legal - Exacto. Ahora que recuerdo. Tú no hacías más que huir de mí - Ya. Qué tiempos - Hey tortolitos. La fiesta está abajo Nos damos la vuelta y nos encontramos a Elliot. - Si queríais privacidad, haberos buscado una habitación. - ¡Elliot! - ¿Qué? - Será mejor que bajemos
