─Chapter; T H I R T E E N.

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𝐂𝐎𝐑𝐀𝐙𝐎𝐍 𝐑𝐎𝐓𝐎.

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❝Hay amores que pueden vivir solo
en tu corazón. No en tu vida.❞

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𝖀𝖓𝖆 𝖘𝖊𝖒𝖆𝖓𝖆 𝖉𝖊𝖘𝖕𝖚𝖊́𝖘.


Una semana había pasado desde que me bese con Klaus, una semana desde que el me humillo frente a Caroline, una semana desde que mi hermano y Elena se habían casado, desde que yo le lleve la cura a Damon, una semana desde que Klaus Mikaelson había roto una parte de mi corazón con sus palabras de menosprecio hacia mí; pero tal vez fue mi culpa por hacerme ilusiones con él, porque yo sabía bien que él estaba enamorado de Caroline, y que cuando ella necesitaba de su ayuda el rápidamente iría con ella sin dudarlo ni pensarlo dos veces, y aquello era algo que me dolía desde el fondo de mi ser, no entendía porque me dolía tanto, solo fue un beso, tampoco es como si hubiese sido la gran cosa, pero dolía, me sentía utilizada y humillada, al parecer si me gustaba el híbrido y si lo quería, porque para llorar por él era obvio que algo sentía. No quería salir de mi habitación, a veces Elijah venía a traerme comida, yo le decía que me encontraba en mis días de mujer y él lo entendía y se iba, pero aquello no era verdad; yo estaba enferma porque mi corazón estaba totalmente roto, cuando escuchaba las canciones tristes dentro de mi comenzaban a tomar sentido, los colores perdieron su brillo, y las pinturas cobraron vida, los poemas se hicieron más triste, los días más grises y lentos. Porque cuando rompen tu corazón no duele como el mundo dice, duele mucho, mucho más.

-¿Sigues en tus días?-la voz de Klaus inundo mi habitación.

-Quiero estar sola-murmure.

-Quería ver si querías hacer algo...-lo interrumpí.

-No, no quiero hacer nada. Vete ya.

-Tú no estás bien-dijo aquello sentándose en mi cama, pero yo me puse de pie limpiando mis lágrimas y dándole la espada.

-Estoy bien, y si no me crees es tu problema-respondí mordaz.

-No tienes por qué ponerte así.

-Solo vete Klaus, y déjame sola-murmure al borde del llanto.

-Creí que querías hablas con alguien.

-Creíste más, ahora vete.

-No me gusta cómo me estás hablando.

-Y a mí no me gusto la forma que me humillaste frente a Caroline y no te reclame nada-dije llorando y volteando a verlo.

-¿Qué querías que dijera?, sabes bien que Caroline me interesa, y que me gusta.

-Pues cuando te gusta alguien no besas a otra persona.

-Lamento si creíste algo que no era. Pero no me gustas ni un poco Victoria-dijo hablándome fuertemente-Estas buena para una cogida y ya.

-Lárgate de mi habitación ahora mismo-dije murmurando molestamente.

-Esta es mi casa y prometiste obediencia absoluta.

-Tu obediencia podrá besarme el trasero, y esta podrá ser tu casa pero no dejare que me humilles. Largo.

-No es mi culpa que pienses cosas que no son.

-¡No es por lo que sienta, sino porque me humillaste!

-¡Nadie te dijo que me besaras!

-¡Tú me besaste imbécil!

-Amo a Caroline, y no la cambiare por una niña inexperta como tú.

-Pues déjame te digo que ella te cambio por un hombre de verdad.

-En este momento te mataría.

-¿Y qué te detiene?

-Mis hermanos.

-Lárgate.

-Cuando me pidas disculpas.

-No lo hare, tu deberías disculparte conmigo.

-Morirás esperándolo, amor-y con eso salió de mi habitación azotando la puerta fuertemente.

Y las lágrimas rápidamente salieron de mi rostro, me dolía el pecho como ninguna manera antes me había dolido, y recordé a James Brunni, un joven de cuatro años mayor que yo que venía de Italia, había llegado al mismo tiempo que Katherine Pierce, el me gustaba y me estaba cortejando, me dio mi primer beso y luego se casó con Dominique Gilbert, una pariente lejana de los fundadores; y el también rompió mi corazón, y me había dolido pero no tanto como ahora me dolía con Klaus, el hizo algo parecido como Damon y Stefan hicieron conmigo hace dos meses, dolía el hecho de ser traicionada y ser dejada a un lado, y esta vez no tenía a Matt para llorar en su hombro, entonces escuche mi puerta ser abierta y cerrada, y unos brazos abrazándome fuertemente.

-Estoy aquí pequeña-la voz de Kol se escuchó.

-Me duele, Kol.

-Lo sé, mu hermano es un gran hijo de perra cuando se lo propone.

-Tengo ganas de morir.

-No digas eso, no sé qué haría sin ti hermosa.

-Ser feliz con Davina.

-Davina también te quiere.

-Pero Klaus no-y comencé a llorar de nuevo.

-No llores-dijo Kol abrazándome más fuerte.-Te quiere, pero es un idiota que no se da cuenta aun.

Yo ya no conteste nada, y seguí sintiendo el abrazo que Kol me daba, era tan reconfortante y hermoso que me sentía rodeada de cariño por un momento; me acorde de mi mejor amiga Ana, era un linda chica simpática y de buen corazón, conocía a Katherine y Emily, y su madre era muy buena amiga de Katherine. Ella sabía todo de mí, y yo conocía todo de ella, pero mi madre no aceptaba nuestra amistad, diciéndome que ella era una mala influencia para mí, y Kol me recordaba un poco a ella, me daba los abrazos como ella me los daba cuando estaba realmente mal. Pensé que entrando a este nuevo siglo las cosas cambiarían para mí, que mi sufrimiento acabaría, pero estaba totalmente equivocada; el sufrimiento aún estaba ahí, mi padre tenía razón y yo era una estúpida que creía que llegaría su cuento de hadas con un final feliz, que alguien llegaría y me amaría con la misma intensidad que yo lo amaría, pero era mentira, nadie jamás me iba a querer de la misma manera que yo podría llegar a hacerlo. Pero fue mi culpa en fijarme en alguien que jamás se fijaría en mí, que jamás sentiría algo por mí, de la misma manera en la que yo lo hago, ciegamente y fielmente. Kol me soltó me limpio las lágrimas y me dio una enorme y hermosa sonrisa cargada de cariño y comprensión, lo sentía como un hermano, ya que los mío no hacían el esfuerzo en buscarme.

-Báñate, y arréglate, también empaca un poco de ropa. Te llevare a un lugar que te encantara.

-¿A dónde?-pregunte extrañada.

-Nueva Orleans.








Tʜᴇ Oᴛʜᴇʀ➝ᴛʜᴇ ᴏʀɪɢɪɴᴀʟs, ᴛʜᴇ ᴠᴀᴍᴘɪʀᴇ ᴅɪᴀʀɪᴇs.©|Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ