Tʜᴇ Oᴛʜᴇʀ➝ᴛʜᴇ ᴏʀɪɢɪɴᴀʟs, ᴛʜᴇ ᴠᴀᴍᴘɪʀᴇ ᴅɪᴀʀɪᴇs.©|

─Chapter; T W E N T Y S I X

𝐔𝐍 𝐑𝐄𝐒𝐂𝐀𝐓𝐄 𝐍𝐎 𝐓𝐀𝐍 𝐄𝐗𝐈𝐓𝐎𝐒𝐎.

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❝Te pediré mil rosas
para mi funeral.❞

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Dicen que el encierro es malo para aquellos que anhelan la libertad, otros dicen que el Estocolmo termina llegando tarde que temprano; y yo solo le rezaba a Dios para que aquello no sucediera para que no me acostumbrara a Lucien y a su estúpido trato sociópata, que Klaus llegara y me sacara de este maldito infierno, no soportaba a Lucien, lo odiaba, odiaba sus tratos coquetos que intentaba hacer conmigo, odiaba que me besara a la fuerza e intentara tocarme más de lo debido, mi vestido estaba en el suelo lleno de vino, el idiota lo había hecho a propósito y me presto una de sus camisas y un pantalón de algodón. Llevaba cinco días en este departamento, hace rato me había bañado lo más rápido que pude por miedo a que al idiota se le ocurriera entrar al baño. Mis ojos estaban rojos e hinchados de tanto llorar, gracias a Dios el no dormía conmigo, me paso a otra habitación; a veces traía algunas mujeres de largas piernas y muy hermosas, para la mañana siguiente estaban muertas. No sabía lo que me tenía preparado, tal vez acabaría como una de aquellas tantas, o solo me mataría frente de Klaus.

Me levante de la cama y salí de la habitación, comencé a caminar por el pasillo y pase delante de su recamara donde se escuchó claramente los gemidos de una mujer adentro, abrí mis ojos sorprendida por lo que escuche y una idea paso por mi cabeza; salir de aquí. Camine más rápido y vi la puerta de la entrada una sonrisa se dibujó en mi rostro, pero sentí una oleada de aire muy fuerte y voltee hacia atrás; no había nada, cuando volví a voltear hacia enfrente me encontré con Lucien sin camisa y lleno de sangre, en su mano derecha se encontraba la cabeza de la chica, que tal vez estaba gimiendo; mis ojos, por segunda vez en el día, se abrieron; la sonrisa de Lucien era demasiado grande y comenzó a caminar hacia mi soltando la cabeza de la chica en su trayecto.

-¿Ibas a algún lado hermosa?-me pregunto mientras me tomaba de la cintura.

-No-murmure intentado soltarme de su agarre.

-No te creo-murmuro olfateando mi cuello.

-Suéltame Lucien, ahora.

-Me gusta como mi nombre suena en tus labios-sus manos comenzaban a bajar a mis caderas, y sus besos no tardaron en llegar a mi cuello.

-Te he dicho que me sueltes.

-Y yo te he dicho que hare lo que se me plazca contigo.

-¡Ya suéltame!-grite alterada.

El me soltó bruscamente y yo comencé a correr hacia mi habitación, donde me encerré con llave; sabía que eso no lo detendría, pero por el momento me sentía un poco a salvo, mis lágrimas no tardaron en llegar, comencé a sollozar, juraba que me quería ir de aquí, quería estar con Kol en el Grill, cocinar con Freya y Hayley, que Elijah me regañara por ser una grosera, que Klaus y yo peleáramos, ir con Rebekah de compras por horas; quería a mis hermanos mayores aunque estuviera peleada con ellos. Quería a mi familia de nuevo.

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Klaus y Kol habían encontrado el departamento donde Lucien vivía, hace tres días lo habían encontrado, pero sabían que no sería tan fácil ir, Lucien era bueno con trucos de magia que otros brujos usaban, y necesitaban a un humano que les ayudara, a uno que supiera pelear contra vampiros y pudiese entrar y que Lucien no conociera. Había varias posibilidades, pero todos eran amigos de la Doppelganger. Klaus estaba a punto de reventar de la ira, Freya investigaba el hechizo pero no encontraba nada y se comenzaban a desesperar todos.

-Escuche que ocupan ayuda-la voz de Matt se hizo presente en la mansión Mikaelson.

-¿Y nos ayudaras, Donovan?-Kol le pregunto sarcásticamente.

-Por eso estoy aquí.

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Había terminado de llorar hace varias horas, me encontraba aburrida viendo el techo, pero la sed se hizo presente, me puse de pie y salí de la habitación, no había señales de Lucien por ningún lado, así que comencé a caminar hasta llegar a la cocina, tome un vaso de agua y comencé a tomarlo en pequeños tragos; la oportunidad de escapar estaba presente ahí para mí, entonces deje el vaso sobre la barra y rápidamente corrí a la puerta, pero esta no se abría de ninguna forma.

-Creo que comenzare a dejarte encerrada en tu habitación.

-Deja irme.

-No lo hare, te dije que serias mía.

-No soy un objeto, idiota.

-Serás lo que yo quiero que seas.

-Todo lo conseguirás a la fuerza y lo sabes.

-Ven y dame un beso.

-Muérete.

Intente caminar lejos de él, pero me tomo fuertemente del brazo atrayéndome hacia él, me beso a la fuerza y yo intente quitarme, pero su manos bajaron a mi trasero apretándolo fuertemente, un grito ahogado salió de mi garganta y el metió su lengua en mi boca; intentaba quitarlo con todas mis fuerzas pero él era mil veces más fuerte que yo. Me cargo y me tumbo en el sillón, el encima de mí; intentaba empujarlo pero no podía, entonces sus besos bajaron a mi cuello y me quito la camiseta que traía dejándome en sostén.

-¡Suéltame!-grite mientras las lágrimas salían de mi rostro-Esto es violación.

-Tenías razón, todo lo que tengas que darme lo tomare por la fuerza.

Y entonces volvió a besarme, sus manos recorrían todo mi cuerpo y el asco se hizo presente, él no se quitaba de encima de mí por ningún motivo, y solo sentí como quitaba mi pantalón mandándolo a volar por algún lado de la habitación, se puso entre mis piernas y me di cuenta que él se encontraba sin ropa, solo traía su bóxer.

-Vaya que Klaus se está perdiendo todo esto-dijo riéndose.

-Suéltame, por favor-dije llorando.

-Enserio lo haría amor, pero te tengo unas ganas...

Y sus manos recorrían todo mi cuerpo de nuevo una y mil veces, solo esperaba que esto acabara o que solo fuera un sueño, sentí como sus manos desabrochaban mi sostén entonces lance un grito demasiado alto.

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Matt junto con Klaus, Kol, Damon, Stefan y Freya llegaron al pasillo donde se encontraba el departamento de Lucien, el hibrido y los vampiros alcanzaron a escuchar claramente el grito de Victoria.

-No hay tiempo-dijo Stefan-Entra Matt.

Y con una gran patada Klaus rompió la puerta mientras que Freya conjuraba el hechizo para quitar el bloqueo, Matt entro y no le gusto lo que sus ojos vieron; Lucien estaba a punto de violar a Victoria, con todas sus fuerzas de humano lo lanzo a volar lejos de ella. Los hermanos Salvatore y Mikaelson lograron entrar después, rápidamente Freya tomo una manta y envolvió a Victoria en ella.

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Freya me tenía entre sus brazos con una manta, Damon y Stefan me miraban con una mirada llena de culpa, Kol tenía agarrado a Lucien de los brazos mientras que Klaus se encontraba frente de el con una mirada llena de enojo.

-¿Cómo se te ocurrió intentar tan siquiera tocarla?-pregunto Klaus.

-Es mía-murmuro Lucien.

-¡No!-dio un grito Klaus mientras su manos se metía en el pecho de Lucien tocando su corazón al parecer.- ¡Ella es mía idiota!-y mis ojos se abrieron al ver que el corazón de Lucien se encontraba en la mano de Klaus-Nos vamos-murmuro y salió por la puerta sin verme.

Mi cuerpo se sentía demasiado pesado, y entonces me desmaye.