─Chapter; T H I R T Y F O U R.

6.8K 463 11
                                    



𝐑𝐄𝐍𝐀𝐂𝐄𝐑.

▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃

❝No mientas al decir que me quieres.❞

▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃

𝕴𝖙𝖆𝖑𝖎𝖆, 𝕸𝖆𝖎𝖓𝖊 𝖞 𝕷𝖔𝖎𝖗𝖆. 𝕮𝖆𝖘𝖙𝖎𝖑𝖑𝖔 𝕯𝖊 𝕭𝖗𝖎𝖘𝖘𝖆𝖈. 

La vida siempre llega a ser tan injusta, cuando menos lo pensamos y lo creemos, las cosas suceden de una manera extraña y sin importancia, pero que podemos decir, de esto estamos hechos. Había esperado un largo año para este momento, para poder volver a ver a la persona que ame, amo y amare por siempre, estaba lista para volver a ver aquella sonrisa torcida que lo caracterizaba por ser un hombre coqueto y que sabía lo que quería, pues una de las grandes razones del porque me enamore de Niklaus Mikaelson, era esa; él siempre sabía lo que quería, como lo quería y que debía hacer para conseguir sus propósitos en la vida como ser sobrenatural. La estrella de David se encontraba en el suelo, trazada con gis blanco; había velas negras y rojas en cada punta de esta, y un sartén grande con distintas plantas ceremoniales, también teníamos algunos sacrificios de animales y el corazón de una humana. Pues como sabrán íbamos a la puerta del infierno; Freya y Davina se encontraban listas para comenzar el hechizo, el ataúd del hibrido se encontraba a un lado, y todos estaban nerviosos por saber que pasaría esta noche.

-Victoria-la voz de Freya me saco de mis pensamientos, volteando a verla-Tu deberás de ir con Elijah y Kol por el alma de Klaus-me explico.

-De acuerdo-dije decidida.

-Comiencen a prepararse, porque empezare-todos nos pusimos en nuestros lugares respectivos, mientras que Freya y Davina se tomaban de las manos- Nigrum stella ostium aperire infernum, ibi cupimus expecto...-ambas habían comenzado el hechizo.

Poco a poco pudimos presenciar como la puerta comenzó a abrirse y Elijah, Kol y yo comenzamos a salir, mientras que el humano se encontraba tomando la manija con su mano; cuando entramos en su totalidad la puerta se cerró abruptamente, quedando los tres en un pasillo de paredes negras y largas.

-Estoy es extraño-dijo Kol comenzando a caminar.

-Es demasiado creppy-murmure.

-Recuerden a lo que venimos-la voz de Elijah inundo mis oídos-andando.

Y los tres comenzamos una caminata por los largos y oscuros pasillos, que eran alumbrados por velas casi derretidas, a lo lejos se podían escuchar lamentos y gritos de dolor, también se escuchaban gemidos, y cosas espeluznantes y grotescas; los recuerdos de cómo llegamos hasta aquí me invadieron por completo. Todo había comenzado cuando aquella noche en Nueva Orleans me rompieron el cuello, los vampiros damos una rápida visita al más allá, asegurándonos que volveremos, pero en el trayecto una parte de mi alma, la que era buena, se quedó allá; tal vez porque pase una inmortalidad en coma y al momento en que me trasforme esa parte quedo aquí. Cuando Klaus se enamoró de mí, que aún no lo creo, o no lo asimilo, una parte mala se fue junto a mi muerte, y una buena se quedó; cuando yo voy por mi alma y la traigo, jale la otra parte de Klaus, provocando un choque de almas y haciendo que el cayera en un sueño profundo como el mío. El hecho que exista la 'estrella negra', es porque el más allá se desintegro, y como todo en el mundo, se necesita una balanza en la naturaleza.

Dimos vuelta en un pasillo de color rojo, y vimos a una mujer de cabello rojo y ojos negros fornicando con un hombre viejo, aquello hizo que mi estómago se revolviera, y que las ganas de vomitar se hicieran presentes.

-Únansenos-susurro coquetamente.

-No son mi tipo-dijo sarcástico Kol, tomándome de la mano y haciendo que camináramos más rápido.

Iba demasiado concentrada intentando encontrar donde estaba Klaus, hasta que dimos vuelta chochando con un pasillo de color gris opaco, al voltear hacia abajo presenciamos sangre y varias partes del cuerpo humano desintegradas, hasta que sentí que alguien me tomo violentamente del brazo haciendo que cayera al piso embarrándome de sangre. Al subir mi mirada me encontré con una mujer, y donde iban sus ojos solo había dos grandes agujeros donde se miraba fuego, aquello me hizo asustarme porque me hice hasta atrás.

-Ayuda-murmuro intentando tocarme, pero Kol la empujo y me tomo del brazo.

Los tres aumentamos la caminata hasta que llegamos frente a una enorme pintura, que yo había distinguido por ser la de Klaus, al lado izquierdo se encontraba una mujer con un bebe entre sus brazos, meciéndose de enfrente hacia atrás mientras tarareaba una melodía.

-...Se rompió, uno, dos tres, el volvió, cuatro, cinco, seis, ya estás en el infierno; pequeña bruja donde está tu averno...-cuando paro de cantar, paro de mecerse levantando su mirada hacia mí con una sonrisa macabra en su rostro.-¡Mira lo que le hice a mi hijo!-grito enseñando sus brazos donde estaba un bebe muerto, yo grite eufórica mientras que Elijah se ponía frente de mí y Kol tapaba mis ojos; solo escuche su siniestra risa y desapareció.

-Es aquí-murmure tragando en seco-detrás de ese cuadro.

-¿Cómo entramos?-pregunto Kol.

-Rompiéndolo-respondió Elijah, tomando un hacha-Muévanse.-y Kol y yo nos hicimos hacia un lado y Elijah comenzó a romper el cuadro.

El cuadro comenzó a sangrar, y entre más lo rompía mas se abría, hasta que lo destruyo completamente, y cuando voltee hacia adentro pude ver a un Klaus con una sonrisa triunfante en su rostro.

-Esperaba su rescate...hermanos-su voz sonaba como cuando lo conocí, coqueta y recelosa, con aquel británico tono que lo caracterizaba. Rápidamente salió de ahí, y comenzó a caminar delante de nosotros, por instinto le seguimos.

-Klaus...-la voz de Kol inundo mis oídos-¿Estas bien?

-Perfectamente, ya estamos llegando a la salida.

Kol, Elijah y yo nos dimos una mirada de extrañeza hacia las acciones del hibrido, pero los pasillo para mi eran interminables, había personas extrañas y macabras con sonrisas siniestras en sus rostros, sus almas se estaban pudriendo en este lugar; llegamos a la puerta donde entramos, y Klaus volteo hacia atrás dándonos una sonrisa macabra. Entonces toco la puerta tres veces, y esta comenzó a abrirse.

Les

Entonces sentí como algo nos absorbía, hasta que caímos donde estaba Freya y Davina, los tres rápidamente nos pusimos de pie, y solo escuche un fuerte jadeo, y voltee hacia el ataúd donde Klaus había abierto sus ojos, tomándose de cada lado del ataúd y reincorporándose intentado respirar, hasta que se calmó, y sus ojos voltearon a vernos, pero esos ojos no eran los que yo recordaba, estos se miraban más apagados, de un color más fuerte y maliciosos que antes. Entonces trague en seco.

-Hola hermanos. 





Tʜᴇ Oᴛʜᴇʀ➝ᴛʜᴇ ᴏʀɪɢɪɴᴀʟs, ᴛʜᴇ ᴠᴀᴍᴘɪʀᴇ ᴅɪᴀʀɪᴇs.©|Where stories live. Discover now