Séptimo año

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Albert apagó el televisor tras aburrirse de la programación. Sus nietas Luan y Luna estaban arriba jugando a cantar, podía saberlo pues el ruido de sus risas era perceptible. Eso era bueno, significaba que estaban bien. Dentro del corral un bebé dormitaba panza arriba tras el último cambio de pañal. El hombre que se negaba a considerarse un anciano todavía, se asomó para ver a su único nieto varón que a sus diez meses de vida ya era realmente grande. Incluso era capaz de ponerse de pie, lo que resultaba sorprendente, aunque todavía se le entorpecía caminar. Pasó una mano sobre el cabello del pequeño frunciendo el ceño.

Durante una buena parte de su niñez, el buen Albert había tenido que sufrir ciertas burlas debido a la decoloración de su cabello por nacimiento. "El niño anciano", solían llamarle. "Copo de nieve", entre otros en su juventud también. No fue sino hasta que avanzó su rango en la marina donde adquirió más musculatura, autoridad y respeto, cuando finalmente no quedaron muchos osados que se atrevieran a faltárselo asumiendo las consecuencias por el intento. Por su edad ya nadie le hacía burlas; la gente sencillamente asumía que su cabello blanco era algo nuevo, una consecuencia de su insipiente senilidad, en lugar de parte de algo con lo que cargaba desde que nació. Era albino, aunque su piel no era tan extremadamente pálida y delicada como lo fue la de su madre, extrañamente a diferencia de ella su cabello carecía completamente de color. Su nieto era albino también, como él su piel no parecía ser tan clara como el promedio de los afectados, sin embargo se preguntaba cómo sobrellevaría la vida mientras le acariciaba esos pequeños mechones blancos sin color. El niño seguía dormido en completa calma.

—Hay, hijo. Hasta hubiese preferido que fueras castaño como tu padre —deja escapar un suspiro—. No le digas que dije eso.

Observó el reloj de la pared de la sala. Sería mejor que se diese prisa, su yerno seguramente no tardaría en llegar y él perdería el autobús.

Con cuidado cargó al bebé procurando no despertarlo. Éste tenía el sueño muy pesado pues apenas y se movió entre sus brazos buscando acomodarse. Subió con él las escaleras pasando por la habitación de Luna donde jugaba con Luan. Tras asomarse lo más propio le pareció decir que Luna estaba cantando mientras a la vez golpeaba un triángulo de metal con una baqueta del mismo material, Luan aplaudía riéndose por la interpretación de su hermana de las canciones de aquella serie, que desde su estreno hace un par de meses se obsesionó con ella: "Hanna Montana" o algo así. ¿Realmente ese era un programa que una niña de cuatro años podía entender? Ya hablaría con su hija de ello en alguna oportunidad.

Algo que no le pareció tampoco fue el modo en que entre risa y risa, Luan no dejaba de frotarse los dientes. Como a cualquier niña de tres años, finalmente ya le habían salido todos, sin embargo no creía que fueran figuraciones suyas, pero su nieta parecía tener ciertas molestias con los frontales. Se los había examinado una vez. No era ningún experto y apenas sabía algo de odontología por los libros que algunas veces hojeó de su hija de cuando aspiró a hacer la carrera, ¿pero realmente le habían terminado de salir? A su parecer esos dientes eran demasiado diminutos a comparación del resto.

Se alejó impresionado que pese al escándalo tras la puerta abierta, el bebé ni parecía darse cuenta. Era lo mejor, si iba a crecer en una casa con cinco hermanas, era bueno saber desde ahora que podía acostumbrarse al ruido. Le pudo tocar peor suerte, pudieron ser más de cinco.

—¿Y tú que haces aquí?

Al abrir la puerta del cuarto de Lincoln, se encontró a una pequeña bebé de dos años pecosa como su hermano y castaña al igual que sus hermanas inmediatas, lo único que llevaba puesto era el pañal igual que el bebé. Estaba sentada sobre la alfombra envuelta en una cobijita roja y jugando con su conejo blanco de peluche. La niña se llevó algunos dedos a la boca alzando la vista tratando de abarcar con la misma toda la altura de su abuelo.

Aniversarios (The Loud House)Where stories live. Discover now