Décimo séptimo año

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El reloj despertador comenzó a sonar justo a las siete de la mañana dentro de la habitación de los señores Loud. Ambos se desemperezaron sintiéndose reconfortados por la agradable y apacible noche de sueño como no habían tenido en mucho tiempo... quizá demasiado tiempo. Tan pronto tuvo consciencia de estar despierta, el primer pensamiento de Rita fue de: "¡Algo le ocurrió al bebé!". Antes de que su esposo pudiera preguntarle qué era lo que le ocurría, ella de un salto salió de la cama y corrió hacia la habitación de sus hijas más jóvenes.

—¡Lily!

Pero quien reaccionó a su arrebato tras abrir la puerta de golpe, fue una niña de tres años, la cual se incorporó de su cama que con la que desde hace cerca de medio año había tenido que habituarse tras que le quitaran la cuna, misma que de hecho seguía en la habitación y por la que Rita aterrada se asomaba.

—Unidad materna, ¿puedo shaber a qué she debe tu exhabrupto en el que mi shueño profundo fue interrumpido?

Su madre desesperada deshizo el revoltijo de sábanas y cobijas de la cuna al encontrarla vacía.

—¡Dónde está tu hermana! ¡No la escuché llorar en toda la noche!

Lisa sujetó el puente de su nariz con fastidio. Le costaba trabajo enfocar a su madre sin sus anteojos.

—Tal vez she deba a que en toda lo noche no tuvo la necheshidad de llorar.

Al ver hacia el frente tras despejarse un poco, aun sin sus anteojos dudo distinguir el rostro asustado y enojado de su madre a escasos centímetros de su cara.

—¡Qué fue lo que le hiciste, Lisa!

Por un momento la niña sintió que tal vez había sido muy prematuro de su parte el dejar de usar pañales.

—Yo... ah... no shé... no eshtoy shegura, pero creo que en la noche...

En ese momento, en bata una hermosa y exuberante adolescente de quince años entró a la habitación cargando un bulto entre sus brazos.

—Mamá, guarda silencio. Despertarás a Lily.

Apenada por su reacción, lo primero que Rita hizo fue acercarse a Leni para comprobar que todo estuviese en orden. En efecto, cargando con mucho cuidado y en una posición debida cubierta por una mantita, una bebé de seis meses de edad con un pequeño mechón rubio dormía entre sus brazos respirando apacible y chupándose un dedo.

—Gracias al cielo. ¿Por qué la tenías tú, Leni?

—Como que no quería que te estuvieras despertando a cada momento como siempre, al menos por una noche. Hoy es tu aniversario, creo que también el de papá, ¿recuerdas?

—¿Pero cómo es que no escuchamos a Lily llorar en ningún momento?

Le parecía difícil de creer que la bebé no rompiera en llanto por lo menos dos o tres veces como habitualmente lo hacía.

—Bueno, como que cuando la escuchaba querer comenzar a llorar, la abrazaba mucho o revisaba su pañal, aunque solo tuve que cambiarla dos veces; o le daba un poco de su biberón. Lori subió el horno de microondas para mantener la leche a una buena temperatura a cualquier hora, esa fue idea de Linky. Lisa estaba dormida cuando Lucy fue por ella, pero me prometió que fue cuidadosa al no hacerles ruido.

—¿Y dormiste con Lily en todo momento?

Ella asintió. La mujer se llevó una mano a la frente cerrando los ojos y suspiró. Debía de recordar que en cuanto a cuidar bebés se trataba, Leni era en ese ámbito más apta que el resto de las chicas a pesar de... nada. Se sintió mal por no haber podido apreciar debidamente la ayuda de su hija; si por algo era ella la más cotizada de las cuatro mayores como niñera en cuanto a niños muy pequeños se trataba. Le pidió una disculpa a Lisa, quien se frotó el pecho sólo para comprobar que su corazón hubiese recuperado su ritmo habitual.

Aniversarios (The Loud House)Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang