Parte XV

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Capítulo 15

Las cosas seguían cayendo de los estantes, la televisión se encendía sola cuando todos dormían y el agua de la ducha se activaba sola. Algunas veces Amanda podía jurar que había escuchado una voz de hombre pronunciando Hola. Por las noches mantenía un vistazo a la gran ventana frente a su cama, sentía una presencia en esa esquina donde las cortinas tintas se movían y el sol no entraba.
Amanda cogió una carta que encontró frente a la ducha hace dos días, otra en la sala y la ultima se encontraba en la entrada de su habitación, era la clase de broma hecha por un adolescente. Ella se negaba a leer esas cartas, las ignoraba tratando de ignorar a Sebastian.
Molesta cogió la carta y la rompió, perdón Sebastian. Luego de romper la carta una oleada de viento helado revolvió su cabello.
- ¡Que mierda! ¿Por qué quieres que las lea? - gritó frustrada.
La carta hecha añicos en su mano en forma de puño, el cabello desordenado y la leve expresión de tristeza, furia e impotencia la agobiaba. ¿Qué es lo que Sebastian quiere que ella haga? Amanda arrojó la carta en pedazos dentro del pequeño bote de basura color rojo.
- No puedo seguir leyendo eso - habló a Sebastian. Ella no podía seguir leyendo eso por que la marcaba, pensaba en Sebastian como una persona viva, que la amaba. Se estaba enamorando.
Sebastian estaba recargado en la puerta de la habitación. Deseando que Amanda lo pudiera ver frente a ella, eso sería una prueba de fuego.
Amanda cogió aire y después la carta siguiente. No entendía el por qué Sebastian le hacía leer eso.
Deniss, vuelve.
Hoy pensé en ti de nuevo, algo que siempre estoy haciendo, pensar en ti.
Lloré por primera vez, todos en la cantina escuchaban mis gemidos de dolor. Te extraño de una forma que no puedo explicar.
Me lastiman mis sentimientos por ti.
Con amor, Sebastian
Sebastian estaba detrás de Amanda pensando cuando escribió esa carta, pensando en lo destrozado que tenía en ese momento el corazón. Y si jamás vuelve a ver a Deniss, Amanda tenía un parecido a ella. Algo que él no lograba entender. Harto de la situación y que el crimen no se esclareciera por que él estaba seguro que murió por asesinato. El problema que no lo dejaba descansar era que nadie sabia como realmente había muerto.
- Sebastian, realmente me asusta esto, ¿hay una forma que dejes de hacerlo? - dejó la carta en la cama y con el sentimiento de impotencia siguió. - Yo no puedo ayudarte si eso es lo que quieres que haga, no soy la persona indicada para ayudarte.

El chico realmente molesto por la actitud de Amanda, mostrarse frágil no era lo suyo.
- Realmente lo eres - Pronunció Sebastian en voz alta para que Amanda escuchara. La joven llevó sus manos a su boca suprimiendo un grito al ver y escuchar al chico tanto le molestaba.

El Misterio De La Casa Del Lago. Where stories live. Discover now