La despedida Parte II

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Se han llevado a Amanda al hospital más cercano.

Todo ha acabado.

Esto se repetirá de nuevo si Sebastian no lograba recordar pero ahora él lo sabe.
Recordó el momento exacto cuando él perdió la memoria a voluntad propia.
La última carta que le llevó a Deniss y la que está perdida, decía sus memorias. Pequeños secretos guardas para él y que están seguros de él.

La única amenaza era él.

El árbol y el lago, el olor a rosas, la carta. Todo fue plan de algo. Todo aquello era para cubrir la ultima carta, las más importante y la que quizás salvará a Amanda de la muerte y el destino. Volverla una persona como los demás, alguien que no sea tan visible entre los dos mundos.
Pero eso le quitará su don.

En el futuro ella no tendrá que pasar por todo esto de nuevo.

La persona que estaba en el árbol aquella tarde que llevé esa carta era nada más que Amanda. La misma Amanda de esta época, la misma que se hacía llamar Deniss. A la que tanto amé. Esa era la razón por la cual sentí una conexión inmediata por Amanda.

Y la carta estaba segura con ella y perdida entre sus memorias, segura de nosotros y de los otros que quieren tenerla.

Pero ella ha perdido su don.
No puede verme más, no recuerda que tuvo un amigo y enamorado. No recuerda aquellas tardes que pasé junto a ella intentando desentrañar la verdad oculta entre las letras que iban dedicada a ella.
Aunque espero que recuerde la tarjeta que hacía y de la que ella tanto me molestaba porque tenía demasiada escarcha.
La he puesto en su cama y espero que ella la lea antes de irme de aquí, espero que entienda y no pregunte. Solo que lo sienta, que sienta todo el amor que alguna vez tuvimos.
Y del cual nunca estaré arrepentido.
Amanda, lee mi carta por favor.

Una carta decorada con escarcha y letra cursiva se encontraba sobre la cama esperando a su destinatario. Amanda salió de la ducha secando su cabello con la toalla. Miró la pequeña tarjeta decorada de distintos colores de escarcha y sonrió.
La tomó entre sus manos y toco delicadamente los pliegues.

—Deja de jugar con ese brillo— demandé fastidiada por la situación.
—Intento hacer una tarjeta— rodó los ojos.
Arrugue mis ojos pensando a quién podría estar escribiendo una tarjeta, o al menos decorándola.
—No le arrojes tanto polvo de estrellas —quité un poco con las uñas, el atrapó mi mano y entrelazo las suyas. Mi estómago daba saltos.
—Es mi tarjeta, yo decido que tanto polvo de estrellas está bien— dijo viniendo a mí y plantando un beso en mis labios.
—Okay señor polvo de estrellas.

Suspiró como si recordara y arrugó sus cejas. La abrió y dentro estaba una carta pequeña dirigida a ella.

Querida Amanda.
Soy torpe para todo esto ahora que sé la verdad. Sabia que esta tarjeta significaría algo para mí. Sabia que la necesitaría. Es el regalo más honesto que he hecho.
Te doy las gracias por todo.
Gracias por permitirme sentir como es amarte, por permitir vivir un amor épico contigo.
Deseo que seas feliz y no intentes buscar respuestas a esta carta. No investigues nada más Ammy.
Seré el chico polvo de estrellas por siempre para ti.
Y donde esté, te recordaré como la chica de las cartas. La persona que me ayudó con tantas cosas aún ajena a todo.
Espero que seas feliz y encuentres un amor que te haga sentir un poco a lo que sentías conmigo.
Desearía escribir algo más que esto pero sería arriesgado.

Saludos, el amor de tu vida.
Sebastian.

«Imagination de Shawn Mendes como canción de fondo»

El Misterio De La Casa Del Lago. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora