Cuando el estudiante de marketing Dave Brown recibe la aceptación para realizar sus prácticas en una de las mayores empresas de mercadeo y publicidad del país, no imagina que se encontrará cara a cara con el enigmático CEO de la compañía, Max Willia...
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Dave POV.
Desperté lento, el dolor de cabeza impedía que terminara de abrir los ojos por completo. Mi cara estaba pegada en su totalidad a la cómoda almohada debajo de mí, de una suave textura que me había hecho caer profundamente dormido la noche de ayer. Intento abrir mis ojos pero los rayos de luz que se cruzaron en mi camino hicieron que los cerrara lo antes posible. Me sobo las sienes intentando disminuir el dolor, pero al parecer nada funciona.
A pesar de haber dormido en una cómoda cama, en una cómoda habitación, en una lujosa casa y no levantarme con un horrible dolor de espalda y de cuello, lo hago con un dolor de cabeza mortal y estúpido, porque no tiene ninguna lógica que despierte con dolor de cabeza luego de aquella noche.
Mis orbes por fin logran ver la luz sin que esta los ciegue y los obligue a cerrar, me reincorporo frotando mi cara sentándome en la cama. Restregué mis parpados y estire todo mi cuerpo haciendo crujir todos mis huesos. La vista del centro de la ciudad apareció por las ventanas cubiertas en ligeras cortinas de seda blanca.
Miro por todos lados buscando mis cosas, tomo el teléfono que deje en la mesa al lado de la cama y miro la hora. Son las 6:50 de la mañana, si no me apuro no voy a llegar temprano al trabajo teniendo en cuenta de que queda a unas cuantos kilómetros de esta casa y sobre todo que no tengo ropa limpia para cambiarme y por ende tendría que ir a mi casa a por la ropa, todo un lio.
Aparto la cómoda y tibia sabana para poder levantarme al fin. No todos los días se duerme en una cada soñada de la cual es dueño un rico empresario guapo y que para añadir es mi jefe. Salgo de la cama y agarro mi pantalón de la silla junto a la cama.
Me visto rápido, la noche de ayer no me había desvestido del todo, de hecho dormí con mi camiseta sin mangas que normalmente uso debajo de cualquier camisa de vestir que tenga y obvio con mi bóxer. No iba a tomar el atrevimiento de andar en "pelotas" en una casa que no es la mía, igual no es que me gustase mucho la idea ya que no suelo dormir desnudo nunca.
Cuando ya estoy listo y vestido es su totalidad, salgo de la habitación en la cual dormí dos veces hasta ahora.
La casa en general era magnifica, moderna, se podría decir también que acogedora, si solo fuese usada por una familia numerosa. Porque poniéndolo en claro, una sola persono en esta enorme casa, es demasiado. Estaba decorada perfectamente siguiendo una paleta de colores y ciertos parámetros del siglo XXI.
Y una duda llega a mis pensamientos ¿Max ha traído alguien a su casa? Es obvio que sí, pero la verdadera duda era el género de sus amantes, tenía en claro que le gustan los chicos, pero no sé si también se sienta atraído por mujeres.
Al pensar en eso es imposible no hacerlo en mí, ¿De verdad le parezco atractivo? O solo es un capricho de un hombre activamente sexual al ver a una "carne pura" porque estaba cien por ciento seguro de que él ya sabía acerca de mi virginidad ¿Realmente era muy obvia?
Termino de entrar al salón pasando directo a la cocina, necesito un poco de agua. Cuando llego a mi destino y cruzo la pequeña pared que separaba el espacio, encuentro en mi campo de visión a Max apoyado relajadamente en unas de las encimeras de granito, comiendo una manzana que se ve jugosa siendo probada por aquellos labios.
¡Mierda! El dolor de cabeza creo que me está afectando más de lo usual, más de lo que debería.
Me acerco a la isla central apoyando mis blancas manos en esta. Le miro directo, sin rodeos pero sin emociones.
No estaba enojado con él por lo que paso el día de anterior, no podía aunque lo quisiese. Sé que lo disfrute y mucho. Porque, que un tío guapo, sexy y súper apuesto se masturbe frente a ti excita. Pero que ese mismo hombre te masturbe a ti con sus manos expertas, que bese, acaricie, y muerda tu cuerpo en el proceso es algo mucho mejor, que no se olvida y de lo cual no me puedo enojar.
De hecho su mordida en mi cuello todavía late, no sé cómo y no sé porque. Cada vez que recuerdo lo que pasó late, lo comprobé justo antes de dormirme y lo afirmo justo ahora que lo tengo frente a mí comiendo esa fruta roja vetada por el pecado. Se nota que está recién duchado, por el brillo en su cabello y las gotas que bajan por su mejilla hasta su cuello, esta vestido con uno de sus clásicos trajes esta vez de un azul profundo.
—Hola. Buenos días. —Es lo único que logro decir, él no se inmuta. Tal vez el que este enojado sea el, pero cuando termina su manzana y me dedica una sonrisa mostrando sus hoyuelos, sé que no lo está.
—Hola, buenos días ¿Cómo estás? —Dice acercándose a mí pero desde el otro lado de la encimera— ¿Dormiste bien?
—Si, como un bebe. —Y es inevitable no sonreír—. Solo que me duele un poco la cabeza, eso es todo —digo frunciendo el ceño ligeramente cuando una puntada aparece de repente en mis cienes.
—Sírvete un vaso de agua, te buscare una aspirina. —Que es justo lo que ahora hace. Busca en una de las alacenas de arriba mientras sirvo agua en el vaso de cristal con el dispensador del refrigerador para luego voltearme.
El camina un poco hasta llegar a donde estoy, extiende su mano mostrando una pequeña pastilla blanca. La tomo y la bebo de golpe, de verdad tenia sed. Cuando termino de beber todo el contenido, toma el vaso de mis manos mientras yo limpio las gotas que se escurren de mi boca, le miro y él lo hace de vuelta.
—Estarás bien. —Deja el vaso en el fregadero y se va sin más. Pensé que por lo menos podíamos conversar ¿De lo de ayer?
Entra de nuevo pero esta vez cargando unas bolsas plásticas en su mano.
—Le pedí a Liam que comprara esto, no quiero que llegues tarde al trabajo por mi culpa. Ve, dúchate y cámbiate. Y luego baja para desayunar. —Me entrega las bolsas y yo las agarro con duda. Le muestro una calidad sonrisa de agradecimiento. Él se aproxima a mí. Posa su mano en mi mejilla y la acaricia.
—Me gustan tus ojos. —No para de mirarme analizando y acariciando mi rostro.
—Pero me gusta más tu boca. —dice antes de besarme con fuerza y yo responder a gusto.
+++
CAPÍTULO CORREGIDO.
Nota del día en que publique el capítulo originalmente:
¡Hola chicos! Sé que no publique en un tiempo, pero yo lo iba hacer, lo juro.
La primera semana no lo hice porque era mi cumpleaños. ¡Ya tengo 16! Cumplí el 6 de agosto.
Los quiero un motón y es que ya tiene la historia más de 28k de leídas. ¡LOS AMO!
Ah por cierto ya vieron los nuevos capítulos de TEEN WOLF, estoy que muero de la felicidad. Solo falta que vuelva Derek mostrando el cuerpecito que se gasta.
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