🌹C.7🌹

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A la mañana siguiente Leila despertó justo a tiempo para poder apreciar la agradable sinfonía que Alex y Coraline entonaban al regurgitar todo el alcohol que tenían en su sistema, se turnaban, primero él y luego ella. La pobre morena no quería aparecerse por ahí, ni mucho menos imaginar lo que estaban haciendo. Cuando el concierto finalmente acabó decidió levantarse para preparar café.

La luz estaba apagada y ni un rayo de sol se filtraba a través de las cortinas. No había nada de luz, y Leila no podía ver nada así que la encendió. Al instante ambos aullaron, gimieron y se quejaron por ello mientras cubrían sus rostros como un par de vampiros. Ambos se encontraban sentados uno al lado del otro sobre el sofá...

— Maldita sea apaguen el sol –gimió Alex y Coraline tomó un cojín para cubrir su rostro.

— Eso les sucede por estúpidos –se burló Ll de verlos en ese estado.

— Mi cabeza da vueltas...

— No sean dramáticos. Tengan. –fijo y les entrego un par de gafas oscuras para el sol.

— Prepárame un café. Que sea doble –le pidió Cc con voz débil y agotada.

— A mí otro –gimió Alex.

— Buena fiesta. ¿Ambos se divirtieron? –preguntó Ll divertida solamente para continuar burlándose de ellos.

—No recuerdo nada de lo que sucedió, y por favor te ruego que no me lo recuerdes porque encontré esto dentro de mi pantalón...

Alex sacó una uña postiza de su bóxer y Coco volvió a tener arcadas.

—... Es barata –Leila la observó y luego se la quitó para tirarla a la basura.

— Hombre estabas descolocado, juro que no te reconocí. ¡Todas estaban locas por ti! Gracias a dios te encontré antes de que te llevaran al ático o, peor aún, a un baño –dijo la morena con intención de asustarlo y exitosamente lo logró. El pobre Alex tragó duro sintiéndose asqueado de solo imaginarlo.

— Nunca más me obligarán a repetirlo –aseguró totalmente decidido.

— Dudo que eso haga falta... Admite que te gustó –volvió a reír malvada pero él volvió a gemir en desacuerdo.

— Harry tiene muy buenas manos... Lo odio –balbuceó Coco y Alex la miró durante un par de segundos sin comprender de qué diablos estaba hablando.

—¿Quién es Harry? –preguntó, y Leila le dio una fuerte patada a la tonta de su amiga por meter la pata hablando de más.

— ¿Qué? ¿Ah? ¿Dije qué? ¿Harry? ¡Harry! Harry Potter, tonto. ¿No viste sus uñas? Seguro que se la liman todo el tiempo –deliró la castaña para reparar  la observó confundido por un segundo pero luego optó por ignorar su delirio, si quería evitar el dolor de cabeza debía evitar usarla...

— Tengan malditos cochinos –Leila les entregó el café.

—Oigan chicas creo que recordé algo– hizo una mueca pensativo y luego su rostro de desfiguró –... Por dios. ¡Que horrible bailo! –gimió horrorizado.

— Tranquilo, nadie se fijó en tus pies. Estaban ocupados observando otra cosa... –dijo Coraline metiendo la pata por milésima ves.

Désaccord (1)Where stories live. Discover now