🌹C.18½🌹

550 71 7
                                    

🌹Coraline🌹


— Hmmm... Talvez –sonrió un poco atontada por el vino.

La noche se había vuelto mucho más agradable debido a que la agria chica tenía un par de copas de más encima, lo cual no era conveniente solo para él, sino también para ella.

Coco comenzó a beber porque sabía que esa era la única forma de soportar la noche sin problemas, y Marcel no la detuvo porque sabía que cuando Coraline bebía de más podía desenvolverse con facilidad ante él. Ella sí se encontraba consciente de sus actos, solamente que el alcohol la ayudaba a dejar de lado su mal genio e ignorar la realidad sobre "quién" era él en realidad...

— Entonces... ¿Físicamente estoy bien para ti? –preguntó él, observándola con una amplia sonrisa y ojos brillantes.

— Eres decente –respondió encogida de hombros y ambos rieron otra ves.

— ¿Decente? Supongo que debo decir "gracias" a eso –hizo una mueca un tanto extrañado.

— Te vistes bien, te arreglas bien, hablas muy bien y... Bueno, esos factores ayudan en algo –observó detenidamente su copa de vino dudando sobre si realmente debería seguir bebiendo o no.

— Lo mismo pienso de ti –comentó él, apoyando su codo sobre la pequeña mesa donde se encontraban sus platos de comida totalmente vacíos, para sostener su cabeza con la mano y mirarla con ojos de tonto enamorado.

— Físicamente soy un desastre y mentalmente también, así que estoy jodida... Aún que creo que soy algo inteligente. Eso contribuye a algo bueno ¿Cierto? –preguntó dudando de sí misma.

— Eres perfecta –balbuceó Marcel.

— No me ofendas –se apresuró a decir– La perfección es inexistente, y lo que en este jodido mundo se considera "perfecto" en realidad es completamente desagradable... ¿Qué? No me mires como si estuviese balbuceando incoherencias. Es cierto.

— Yo jamás dije que estuvieras balbuceando incoherencias –expresó en su defensa.

— Estúpido –lo insultó y luego comenzó a reír.

— El estúpido posee un regalo para ti –dijo, tomando su mano y entrelazaron sus dedos con los de ella. Sorprendentemente ella no se negó a su agarre.

— Veo que posees muchas estrategias de emergencia. Acaso también contrataste a una banda sinfónica para tocar frente a nosotros esta noche, por si acaso yo no te aceptaba.

— No intento comprarte porque sé que no lo conseguiré. Si fuera así, te habrías lanzado sobre mí el mismo día en el que conociste mi departamento –tenía razón– Ahora quiero darte algo muy especial para que no te olvides de mí cuando me valla.

Soltó la mano de la chica y fue en busca del supuesto obsequio en su habitación. Mientras tanto, aprovechando la ausencia de él, Coco tomó la botella se vino y le dio un buen trago que pudiera ayudarla a recuperar las fuerzas que la ayudaban a soportar cada segundo junto a él.

<<Tú ganarás esta apuesta. Tenlo por seguro>> se animó a sí misma y rápidamente acomodó su ropa y cabello. Segundos después, el apareció y ella fingió observar el techo con curiosidad.

Désaccord (1)Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu