🌹C.21½🌹

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🌹Leila🌹


- Cierra la boca imbécil -gruñó cerca de su oído y sujetándolo con fuerza.

Con una mano cubría su boca y con la otra sostuvo sus manos, hasta que Louis le mordió un dedo. El maldito logró soltarse, pero no fue muy rápido, y Leila logró empujarlo contra un basurero. Estaba bastante borracho y mareado, por eso el chico cayó y quedó tendido en el suelo sin poder volver a ponerse de pie.

Leila lo observó allí babeando el suelo mientras gemía de forma extraña, causando que nuevamente ese sentimiento de lástima creciera en el interior de la chica una vez mas.

<<No puedo hacerlo... Pero debo>>.

- Levántate. - le ordenó.

- Te odio. -balbuceo él en respuesta, pero aquellas palabras no eran exactamente para ella en realidad...

Leila lo dio vuelta con un pie para que se colocara boca arriba. Él hizo una mueca de dolor, y comenzó a toser intentando ponerse de pie nuevamente, pero ella se lo impidió colocando su pie sobre su pecho, enterrando el tacón en sus costillas y obligándolo a permanecer quieto en esa posición.

Louis ya no luchaba, definitivamente estaba agotado y resignado; admitía su derrota.

- Felicidades, maldita. Tu amiga y tú han ganado. -dijo él con voz débil y un tanto imposible de comprender.- Te estás tardando. Mátame de una ves por todas. -pidió, y eso causó que el corazón latiera con fuerza.

- No. Antes me dirás qué demonios es lo que Zayn les pidió a tu compañero y a ti buscar en la oficina de Paul, y me lo devolverás inmediatamente. - le ordenó, pero él solamente la observó con su mirada perdida y confusa.

- ¿Qué carajos? -expresó sin haber comprendido bien lo que ella dijo.

- ¡Deja de hacerme perder mi tiempo y dime de una ves por todas para quien trabaja Zayn y qué quiere él de Paul! -exclamó ya desesperada. Incluso sacó su arma y se inclinó frente a él para colocársela sobre su cabeza, con la intención de presionarlo.

- ... ¿Quién demonios es Paul? -preguntó extrañado, y en su rostro se podía notar de forma evidente que realmente no tenía idea de lo que ella estaba hablando.

- No te hagas el idiota. Dime ahora mismo para quien demonios trabaja. - le dio un golpe en la cabeza con su arma, y él pobre chico gimió de dolor.

- ¡Diablos! -exclamó- ¡Joder, Leila! -dijo, e inmediatamente el corazón de ella se detuvo.

¿Se habrá equivocado? No puede haberla descubierto ... ¿O sí?

- ¿Quién diablos es Leila? -fingió.- Deja de balbucear, idiota -luchó contra sus emociones para que su voz no temblara al hablar. Los nervios y el temor la estaban matando por dentro...

- ¿Qué? -la miró confundido otra ves.- ¿Leila? Eh... Yo... Yo no dije Leila, dije ¡Heya! - exclamó como un aullido de dolor y ella suspiró sintiéndose profundamente aliviada por eso. Todo era efecto del alcohol.

El maldito apestaba a tequila.

- Te juro que si no hablas ahora mismo, perderás tus manos -guardó su arma y sacó un pequeño cuchillo de su pantalón para amenazarla.

Désaccord (1)Where stories live. Discover now