Désaccord (1)

🌹C.12½🌹

Por la tarde ambas se vistieron y arreglaron para ir de compras a la ciudad; obviamente Coco era mucho más sencilla que su amiga, quien aún parecía drogada debido a los llamativos colores que tenía su atuendo...

Una ves listas salieron de casa para tomar el autobús, y justo cuando estuvieron por subir el teléfono de Leila comenzó a sonar... Era Alex. Al instante el corazón de la morena comenzó a dar brincos de emisión y alegría pero se contuvo de demostrar emoción para que su amiga no sospechara de ella... Bueno, no más de lo que ya lo hacía; ella sabía que a Ll le gustaba Alex hasta cierto grado...

— ¿Que tal todo, Cariño? –contestó sexy y luego rió estúpidamente. Si su intención era disimular, literalmente era un asco para ello pero afortunadamente su amiga estaba distraída y no le prestaba atención para burlarse de ella.

— Excelente –respondió él un tanto divertido– ¿Que tal ustedes? Como le fue a C en "su cita".

— Según ella, bastante bien; quiso violarlo pero el chico se resistió demasiado y bueno, no se pudo –murmuró para que las ancianitas del bus no la miraran mal.

— Supongo que ella no está cerca porque no oí ninguna queja de su parre –rió– ¿Que haces?.

— El mono delgado y yo estamos yendo a la ciudad para comprar un par de cosas. ¿Quieres acompañarnos? –le ofreció.

— ¿Compras de mujeres? Suena como mas emocionante que podría existir en el planeta –exclamó sarcástico. Seguramente de solo recordar la última ves que ella lo llevó de compras, eso era lo último que querría hacer ese día... O cualquier otro.

— Eres un maldito sarcástico. Noté el tono en tu voz...

— Bueno, la verdad es que quería verlas hoy pero ya que estarán ocupadas creo que otro día podría ser más conveniente. Luego me contarás más sobre Coraline y sus "planes"...

— Claro que sí –no pudo evitar formar una boba sonrisa en su rostro, la cual su amiga pudo ver–  ¿Qué te parece mañana, lindo?.

— Genial. Dime donde y nos vemos allí –confirmó él.

— Te lo enviaré en un mje.

— Está bien. Diviértanse y compren muchas... Cosas que quieran comprar –rió.

— Por supuesto, no vemos pronto...

Luego de haberse despedido y colgado la llamada, leila mordió su teléfono con fuerza; luego miró a Coco y esta sonreía malvadamente divertida.

— ¿Que sucede? ¿Porqué me miras así –preguntó "inocentemente".

—... Nada. ¿Acaso no puedo apreciar lo bonita que te ves con esa cara de estúpida? –dijo C levantando una ceja divertida, provocando que su amiga se sonrojara involuntariamente. Después de eso no volvió a decir nada mas hasta que llegaron a la primer tienda de ropa, donde el sufrimiento de Coraline estaba por comenzar...

Habían tantos vestidos que Leila quería probarlos a todos, a diferencia de su amigable amiga que solamente quería comprar un muffin y café en la cafetería que quedaba a 4 calles de allí; no tenía ni el mas mínimo interés en la ropa ese día por alguna extraña razón, en ese momento estaba extraña, como perdida y distraída en otro mundo que nadie en sus 5 sentidos podría entender...