Capítulo 43.

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Bella.

Enciendo la televisión, busco el canal que solía escuchar cuando vivía aquí mientras limpiaba la casa.

La música empieza a sonar como si estuviese al máximo volumen que puede estar la televisión pero ni siquiera me molesto en bajárselo. Estaba más que claro que Max no se despertaba con la música así de alta ni si el edificio se viniese abajo.

Bajo las mangas de la chaqueta larga que pongo por casa y observo la mesa del salón en la que todos habíamos cenado ayer.

Está que da asco...- pienso al ver como en uno de los vasos hay un trozo de pizza.

Tras preparar la cafetera para hacerme el café, comienzo a recoger las cajas de pizza que hay por la isleta y resoplo, debería haberme quedado durmiendo abrazada a Max.

***

Max.

Bella...- pienso al escuchar la música tan alta.

Me incorporo en la cama. Siento como el frío se apodera de todo mi cuerpo y salgo de la cama para vestirme y así, dejar de sentir que soy lo más parecido a un cubito de hielo.

Seguramente Bella había empezado a abrir todas las ventanas de la habitación como hacía de costumbre y era yo el que se jodía abrigándose como si estuviese en Alaska.

En un par de minutos, me he vestido con el chándal gris de Adidas que me había comprado mi madre la semana anterior y una sudadera que me había regalado Dylan por Navidad el año pasado.

Cuando salgo de la habitación, abro los ojos como platos. Era increíble que los vecinos nuevos del segundo no se quejasen por el volumen de la música cuando se habían quejado por el ruido que hacíamos Dylan y yo algunas noches al volver de fiesta.

-¿Bella?- pregunto al no ver la chica por ninguna parte.

Bajo los últimos escalones de la escalera. Veo como las puertas de cristal que llevan al pequeño balcón están abiertas y camino hacia este.

Desde la puerta, veo como Bella agachada, riega la planta más grande que creo recordar que había comprado ella en un arrebato de tener una planta grande que decorase la casa aún estando en el balcón.

Tiro de su chaqueta hacia atrás. Bella se gira y al verme, se asusta callendo de culo en el suelo.

-¡Dios! ¿Qué te pasa estos meses? ¡Antes no me asustabas tanto!- dice con la mano en el corazón.

Suelto una carcajada.- En dos años, la gente cambia.

-Que fumes es el mejor ejemplo.- ríe.

La chica empieza a reírse como una loca, como si la vida se le fuese en ello y le miro confuso.

-¿Qué te pasa?- río.

-He sido demasiado patética cuando me he caído de culo.- dice sin dejar de reír.

Suelto una carcajada.

-Siempre has sido patética hagas lo que hagas.

La chica empieza a echarme agua con el spray para las plantas y no me queda otra que volver al interior de la casa sino quiero que me moje más.

Segundos más tarde, Bella entra en casa y cierra las puertas del balcón. Algo de lo que me alegro porque en este casa, parecía que ya no existía la calefacción.

-¿A qué hora tienes la firma de libros?- pregunto rellenando mi taza de café.

-Tengo que estar allí a las cinco. Yaiza me ha llamado antes para confirmarme que puede acompañarme toda la tarde.

Los Que Se Pelean ¿Se Desean?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora