Los Que Se Pelean ¿Se Desean?

Capítulo 58.

Bella.

Me giro hacia el otro lado de la cama y deslizo mi mano por las sábanas buscando a Tom. Abro los ojos y veo que el chico no está. 

Cojo el móvil de la mesita de noche en la que estaba y, cuando intento encender la pantalla, me doy cuenta de que estaba más que descargado. Busco con la mirada el bolso de ayer en el que estaba el cargador. 

Resoplo, me tendría que levantar a buscar el bolso y ahora mismo, lo único que me apetecía era seguir en la cama.

Tras unos minutos mirando al techo blanco de la habitación, me levanto de la cama. Abro la ventana de esta ya que no volvería a la cama hasta esta noche y salgo de la habitación en búsqueda del maldito bolso.

Izan empieza a correr detrás de mi mientras camino hacia la cocina ya que el bolso debería estar ahí. En cuanto lo veo encima de la isleta, saco de el el cargador y enchufo el móvil al primer enchufe que veo. 

Cuando miro hacia la cristalera de la cocina, veo como encima del pequeño sofá hay una bandeja con el desayuno.

Este niño no puede ser más bonito conmigo...- pienso mirando lo que hay en la bandeja.

Encuentro una nota debajo de la taza del café y la leo "Buenos días a la mejor novia del mundo, espero que tengas un buen día. Ya vamos hablando y me vas contando como va tu día. Te quiero."

Levanto la bandeja y la dejo sobre la isleta para desayunar todo lo que me había preparado Tom. Empiezo a remover el café y miro pensativa hacia el frente.

Ayer, durante la cena me había entregado una pulsera acompañada de una nota en la que estaba escrito "¿Quieres ser mi novia?" a lo que, lógicamente y aunque pensase en Max, había respondido que si. Al terminar la cena, mientras llegábamos a casa y veía los stories de mi Instagram, veía como Max había subido un par de ellos cenando con Ainhoa y, por lo que parecía, era una cita.

Aunque sabía que no me podía molestar, supongo que me seguiría molestando ya que tan solo había pasado un mes y, confiaba en que con el paso del tiempo, mi único pensamiento sería Tom, mi vida con el que, a día de hoy, era mi pareja.

***

No había salido de casa en todo lo que llevamos de mañana y seguramente no saldría en todo el día. Había limpiado la casa de arriba a abajo, últimamente no había tenido mucho tiempo al estar tan centrada en la novela. Toda mi atención había estado sobre ese libro que, con un poco de suerte, se publicaría en muy poco.

El timbre suena por toda la casa. James vendría para escoger la portada final que llevaría la primera temporada de la novela y el resto, me tocaría hacerlo a mi.

-¡Hola, guapa!- dice el chico mientras entra con una carpeta.

-¡Hola, guapo!- deposito un beso en su mejilla y James sonríe.- Veo que de esta vez solo has necesitado una carpeta para tanta portada y no como la última vez.

El chico suelta una carcajada.- Pensé que no notarías la diferencia de tres carpetas a una sola.

Los dos reímos.

Nos colocamos en el salón, la mesa era lo suficiente grande como para que entrasen todas las portadas en el tamaño real en el que aparecerían como portada. 

James comienza a colocar las portadas en el orden que las habíamos dejado la última vez que nos habíamos visto y empiezo a ponerme nerviosa por lo indecisa que suelo ser y mucho más en esto ya que será la portada que acompañe a la novela igual que a mi durante el resto de mi vida.