100 días para estar con él [EN EDICIÓN]

Prólogo [Domingo]

Kyunsoo volvió a acomodar la almohada bajo su cabeza. Llevaba toda la tarde recostado en su cama con la vista fija en el techo blanco de su habitación, soltando suspiros de vez en cuando.
Cuando sonó su teléfono estuvo dispuesto a ignorarlo, pero después de unos segundos agradeció haber revisado la notificación.

@kimkaaa ha realizado una publicación después de mucho tiempo.

¿Por qué el pollo tarda tanto? ¡Tengo hambre! #hungry #chicken #reallove #thechikenismylife

Kyungsoo suspiró con una sonrisa que se expandía por su rostro.

- Te odio por ser perfecto, Kim Jongin. - le susurró a la pantalla.

Kim Jongin. Kyungsoo llevaba toda buena parte de su vida admirándolo desde las sombras, viéndolo crecer y convertirse poco a poco en el chico más popular del colegio...

Bloqueó su teléfono sin comentar y sin darle el famoso corazón a la foto, pero fijándose en los 50 likes que Jongin ya había obtenido en el primer minuto de su publicación.

Así eran las cosas. Kai, como le gustaba que lo llamaran, con su altura y su cuerpo atlético podía conseguir a quién quisiera, pero Kyungsoo no perdía la esperanza de que en algún momento se fijara en él. Y bueno, las probabilidades eran casi nulas considerando que el chico siempre estaba ocupado y rodeado de personas que eran capaces de suicidarse si no conseguían aunque fuera un segundo de su atención.

La situación solo empeoraba con la actitud que Jongin tenía hacia el mundo, siempre siendo amable y repartiendo sonrisas a cada momento que no hacían más que enamorar un poco más al pobre Kyungsoo, aunque ningún gesto fuera dirigido para él. 

Kyungsoo no lo culpaba, después de todo, él no era sociable. Tenía amigos, por supuesto, pero tampoco solía salir mucho con ellos fuera del horario escolar, y si no estaba pensando en Jongin, tenía la nariz metida en algún libro. Tampoco era guapo, no se vestía de la manera en que a Baekhyun le gustaría porque siempre que podía, su amigo insistía en que 'tienes un cuerpo grandioso bajo esas sudaderas anchas, Soo. Deberías lucirlo'.

Y Kyungsoo creía estar bien con eso, hasta el viernes recién pasado. 

Había estado caminando hacia la salida detrás de Jongin como cada día, observando la perfección de su espalda y como se desplazaba paso a paso como si estuviera volando, cuando un chico se acercó corriendo y lo tomó del brazo con fuerza antes de arrastrarlo a algún lugar, fuera del área de vista de Kyungsoo, quien se quedó ahí con el ceño fruncido y la terrible sensación de que le estaban arrebatando algo que en un principio nunca le perteneció.

Por eso estuvo todo el fin de semana pensando más de lo habitual en Kim Jongin.

Se giró en la cama y su vista se encontró con su calendario adherido a la pared, decorado con anotaciones sobre los deberes del colegio y los cumpleaños de sus seres queridos.
Y al segundo siguiente, se levantó de la cama y se dirigió a su mochila que había dejado en la entrada, en busca de un rotulador con el que poder dibujar.
Rápidamente volvió a la cama, pero esta vez se arrodilló sobre el colchón. Mordiéndose el interior del labio, sus grandes ojos se desplazaron por las fechas, avanzó tres meses y contó. 

100 días.

Era el tiempo suficiente.
Luhan una vez le dijo que cuando aún vivía en China él era capaz de conquistar a los que serían sus novios en menos de un mes.
Si él pudo, en 100 días Kyungsoo podría acercarse lo suficiente a Jongin como para conseguir una mísera cita.

Marcó decidido un círculo en el día cien y sonrió por primera vez desde el viernes.