100 días para estar con él [EN EDICIÓN]

Día 36 [Lunes]

Kyungsoo mentiría si dijera que no estaba nervioso al momento de entrar al colegio ésa mañana.
Le sudaban las manos y trataba de caminar con todo el estilo que sus piernas temblorosas le permitían, pero la seguridad que tuvo al ver su cambio frente al espejo por primera vez ya había desaparecido, dejando a su paso nervios e inseguridad sobre si a Jongin le gustaría como lucía con los costados de la cabeza rapados y el pelo de un rojo brillante.

Durante todo el día recibió halagos y palabras bonitas. La mayoría de personas que le hablaban nunca las había visto, pero eso quizás tenía que ver con que era una persona bastante antisocial.

Baekhyun había llegado a comentarle que escuchó varias veces su nombre por los pasillos.

- Te estás volviendo popular. - mencionó Minseok con una sonrisa suave pero emocionada.

- ¡Oye! Está bien que te veas guapo, pero te prohíbo quitarme mi trono, maldito satánico. - reclamó Baekhyun mientras le arreglaba el pelo con cariño. - No dejo de sorprenderme con lo bien que te ves.

Kyungsoo solo rodó los ojos y dejó pasar las palabras de su amigo. De todas formas a él no le importaba ser popular o estar en la boca de las chicas chismosas, lo único que quería era que Kim Jongin se diera cuenta que existía y que no era tan amargado y ñoño como todos creían.

Lamentablemente, con sus acciones solo dio a entender que quería atención. Se recorrió el colegio completo unas cinco veces cada receso esperando encontrarse con el moreno solo por casualidad.

Siguió recibiendo piropos de personas que antes ni sabían que existía pero no logró toparse con quien deseaba.
Al menos no hasta la hora después de almuerzo y aún así no se sintió para nada conforme.

Kyungsoo iba doblando una esquina, empezando a caminar por el pasillo principal de la Institución y Jongin ya venía a medio camino. Lo cierto es que casi corría en su dirección y casi no le dio tiempo de preparar una sonrisa natural antes de que el moreno simplemente pasara por su lado dejándolo pasmado, mirando el camino por donde se había marchado, con la mano alzada.

- Hola. - susurró de igual forma, para soltar la palabra.

Apretó los labios y bajando el brazo, simplemente se quedó ahí.

¿Era realmente posible que no lo hubiera visto? ¿Acaso si quiera lo reconoció?
Esperaba que no lo hubiera ignorado a propósito o su corazón de verdad iba a romperse. Incluso después de renunciar a su zona confort Jongin ni siquiera le dirigió una mirada...
Aún cuando él hacía éste tipo de sacrificios no recibía nada.

Suspiró y volvió a sus clases con la expresión más neutra que pudo formular para que sus amigos no se preocuparan.

Se acercó a ellos notando que hablaban entusiasmados de algo mientras miraban el teléfono de Minseok. Cuando notaron su presencia se voltearon y le sonrieron demostrando su buen humor. De inmediato, el mayor le extendió el aparato dejando ver en la pantalla un chico que parecía tener su edad, bastante normal a excepción del color morado de su cabello.

- He decidido que también quiero probar algo nuevo. - exclamó Minseok entusiasmado, apartando el celular para poder mirarlo él. - Aunque supongo que el verde llamará más la atención de Jongdae...

- Tú ya tienes la atención de Jongdae. - murmuró con la sonrisa menos falsa y envidiosa que pudo esbozar.

Kyungsoo se sentó en su lugar y miró por la ventana teniendo de fondo las dudas de Minseok entre un color y otro, y los consejos de sus amigos.

<<No te esfuerces, hyung. No valdrá la pena.>>