100 días para estar con él [EN EDICIÓN]

Día 60 [Jueves]

- No puedo creer que la fiesta se cancelara. - soltó Baekhyun por decimoquinta vez en la semana. El sábado pasado por la mañana Jongin avisó vía Chanyeol que su madre no podría cederles la casa para su pequeña reunión porque su abuela había decidido hacerles una visita desde Jeju para conocer la nueva vivienda. Desde entonces, el ánimo de la mayoría había decaído un poco pues todos esperaban ansiosos una oportunidad extra fuera del colegio para pasarlo bien con sus amigos y, quizás, mover ficha con la persona que le gustaba.
Al final, Kyungsoo no era el único que se estaba produciendo de más por aquella ocasión; Minseok se había vuelto a cambiar el tono del pelo (nadie descubría aún como el Director no lo regañaba por tener el pelo rosa), Sehun pensaba estrenar un nuevo corte de cabello y Baekhyun se había hecho la manicure otra vez, siempre listo para cuando ese alguien tomara su mano.

- Solo íbamos a ser nosotros, pero estoy seguro que la pasaríamos bien. - apoyó Chanyeol mientras comía.

Estaban en la cafetería desde hace un rato, los almuerzos de la mayoría iban casi por la mitad, incluso el de aquellos que debían tragar las inmundicias de las cocineras escolares. Pero no el de Jongin.

El moreno por lo general comía a gusto, compartiendo los nuggets de pollo que le mandaba su madre porque tienen que probarlos, ni a KFC le quedan tan sabrosos, pero ése no era el día. Jongin ni siquiera había probado bocado y la expresión de su rostro era apagada. Kyungsoo lo notó y aunque estaba sentado a su lado no supo como preguntar o qué hacer para ayudarlo. Quiso consolarse a si mismo con la excusa que no conocía el porqué de su bajo humor y eso lo llevó a pensar las posibilidades.

- Claro que íbamos a pasarla bien, todos la pasan bien si estoy ahí. - Jongdae terminó de hablar con un guiño ganándose un zape por parte de Minseok que hizo reír a todos menos a Jongin.

El moreno parecía hundirse a cada palabra dicha por sus amigos, de hecho ahora que lo pensaba... La nube lluviosa de Jongin aparecía cada vez que el tema de la fiesta salía a flote.

Oh, ya entendí. pensó Kyungsoo.

Se debatió largo rato y aunque Jongdae había logrado desviar el tema de conversación no le aseguraba que no volvieran a mencionarlo así que debía sacar al moreno de los próximos objetivos.

Respiró profundo y estiró su mano. Estaban a treinta centímetros de distancia, pero cuando se movió para tocarlo suavemente con un dedo, le parecieron kilómetros y como si se moviera en cámara lenta.

El brazo de Jongin era suave, su piel morena era cálida y sus pensamientos lo llevaron a preguntarse si todo su cuerpo sería igual. Había empezado a fantasear cuando escuchó la voz de sus sueños pinchar su burbuja de sensualidad.

- ¿Qué pasa, Kyungsoo? - la voz que Jongin dejó salir fue casi un susurro, pero logró escucharla. Además, se escuchaba amable y gentil a pesar de su situación.

Kyungsoo iba a hablar pero el silencio que se formó en la mesa le pareció ensordecedor. De un momento a otro, eran el centro de atención de sus amigos y eso no era bueno. Minseok, Luhan y Baekhyun conociendo su secreto lo miraron con interés al verlo hablar con Jongin y eso lo ponía increíblemente nervioso.

Apartó el brazo como si el toque le estuvise quemando, y sí, un poco, y se levantó rehuyendo las miradas que le estaban dando, dió media vuelta para salir de la cafetería esperando que Jongin lo siguiera.

Escuchó la puerta tras él, se volteó para comprobar y sonrió al notar que el moreno pudo captar su indirecta. Se detuvo frente a el y lo miró con curiosidad.

- ¿Todo está bien, Kyungsoo? - preguntó de un modo más relajado.

Todo estaría mejor si me besaras ahora mismo. De forma apasionada, por favor.

- Sí, es que me dio sed. - improvisó el más pequeño. Sonrió y se encogió de hombros apuntando la máquina expendedora al final del pasillo. -  ¿Me acompañas?

Jongin asintió y caminaron hasta allá en silencio. Ésta vez no fue cómodo, el moreno estaba ausente en sus pensamientos de nuevo y Kyungsoo parecía atragantarse con todo lo que quería decir.

Cuando tuvo la lata de bebida entre las manos, no pudo posponerlo más. Si no quería que los demás escucharan, o quería evitar poner nervioso al otro debía hablar en ése momento.

- Escucha, Jongin... - estaba nervioso, ni siquiera iba a declararse y tenía miedo de abrir la boca. La mirada del nombrado estaba sobre él, atento y expectante. Kyungsoo respiró profundo y empezó algo tímido. - No te preocupes por lo de la fiesta, ¿vale? Sé que los chicos han estado molestando con eso pero no pienses que están enfadados o algo así. Solo estaban entusiasmados porque querían tener una excusa para besuquearse entre ellos...

- Que bueno que no pude hacerla, entonces. - susurró Jongin, interrumpiéndolo. A Kyungsoo normalmente le molesta que detengan sus discursos, pero el moreno se veía tan guapo recargado en la pared luciendo esa sonrisa que tanto extrañó que lo dejó pasar. Incluso alimentó su curiosidad por el tema.

No tuvo que preguntar pues el moreno no parecía esperar una respuesta para continuar. Y definitivamente Kyungsoo no esperaba un remate así.

- No me gustaría que nadie te bese.