100 días para estar con él [EN EDICIÓN]

Día 83 [Sábado]

Llevaba diez minutos frente al espejo y aún no decidía si usar la camiseta negra que le recomendó LuHan o la blanca de MinSeok.
Suspiro consolandose de que al menos ya había escogido los pantalones y su calzado.

Miró la hora comprobando que podía tardarse otros diez minutos antes de tener que salir.

No se culpaba por estar nervioso. ¿Quién no lo estaría? Una cita con Kim JongIn...
Es el tipo de cita que esperas toda la vida, donde verás si el amor existe o estás condenado a estar solo por siempre.
Cita decisiva.

'Igual BaekHyun dice que lo bueno se hace esperar...' pensó al ver como ya iba tarde.
Se puso la camiseta blanca y revisando que llevara todo en los bolsillos salió de su casa.

Ya iba tarde y no podia darse el lujo de demorarse mucho mas, asi que cuando vio el autobus aparecer por la esquina corrió hasta la parada para no perderlo, consiguiendo sentarse en la parte de atrás con la respiración agitada y el cabello algo alborotado.

La elección del moreno para con su cita  fue el centro comercial.

- Podemos hacer muchas cosas allí. - explicó refiriéndose al cine, al patio de comida y los diversos juegos.

JongIn podría haber invitado a KyungSoo a sentarse en la calle y él habría estado feliz.

Estuvo todo el camino intentando regular su respiración que en un principio se había agitado por la corrida pero que había mantenido la expectativa del momento.
Aún así, todo empeoró cuando lo vio.

Estaba apoyado casualmente en una pared revisando su teléfono para comprobar la hora y KyungSoo podía sentirse desfallecer. Se veía hermoso.

Le costó acercarse aunque JongIn hubiera levantado la vista y le hubiese sonreído desde su lugar.

ESO NO LO TRANQUILIZABA, JODER.

Su sonrisa solo empeoraba su poca salud mental que le quedaba.

- Hola, KyungSoo. - el moreno se acercó con la mano en alto pero KyungSoo ni siquiera pudo responder por tratar de retener el sonrojo de sus mejillas.

KyungSoo se maldijo, no quería parecer un estúpido toda la maldita cita, esta era su oportunidad.

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Aunque fue increíblemente fácil estar con JongIn, aún se sentía un poco mareado cuando estaban cerca al punto de sentir su calor corporal o cuando el moreno sonreía... Quizás nunca se acostumbraria a eso.

El día se les pasó rápido.  Partieron caminando tranquilamente mientras decidían que hacer, miraron algunas tiendas y luego fueron a comer.

KyungSoo se sintió tan emocionado cuando JongIn compró un combo de parejas que incluso tuvo que disculparse para ir al baño a mojarse la cara.

- Te acompaño a tu casa. - dijo helado en mano.

- No es necesario, JongIn. - aseguró el más bajo mientras que en su interior rogaba porque fueran juntos no solo a su casa, al infinito y más allá, de ser posible.

- Está bien, quiero estar contigo un poco más.

Luego de esas palabras a KyungSoo le costó volver a tomar la confianza que habían formado. No pudo hablar sin tartamudear por un rato y la emoción no lo abandonó.

- Tengo una pregunta. - arriesgó defendiéndose. JongIn lo imitó para mirarlo un paso por delante. - ¿Cuál es tu relación con TaeMin?

Ya está, lo había dicho. Incluso él sintió como su voz salió cargada de celos pero no lo podía evitar. 
No esperaba que el moreno suspirara y luego sonriera.

- Es mi primo, aunque la gente suele confundir nuestra relación... - contestó.

KyungSoo decidió que quería morir.
O que al menos la tierra se lo tragara sin dejar rastro suyo.
Se sonrojo e intentando huir de su nerviosismo comenzó a caminar a paso rápido calle abajo.

- Estuviste perfecto en la presentación del Miércoles. - dijo JongIn para desviar el tema, confuso con la actitud del mas bajo quien comenzó a caminar aún más rápido, casi trotaba.

Luego, de la nada, se detuvo.

- Gracias... - tenía la cabeza gacha pero su voz de escuchaba muy suave. JongIn sonrió y se acercó un poco más enternecido por la personalidad del más bajo. Cuando KyungSoo levantó la cabeza no esperaba encontrarlo tan cerca. Sus miradas a unos centímetros y sus respiraciones mezclándose.

- Y-yo... Ésa canción... la canté para ti.