Entre las sombras

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Nile Dawk sujetaba entre sus manos, la carpeta que contenía el informe que debía entregar. Frente a él se encontraba Erwin Smith, observándolo, con los codos apoyados sobre su escritorio, las manos entrelazadas y sosteniendo su barbilla.

- Espero que tengas una buena excusa. Tú y tu equipo han estado en esto por meses, y aun no consiguen una pista concreta, solo teorías.

- Erwin, te aseguro que hacemos todo a nuestro alcance, pero es un caso muy complejo.

- Lo sé, pero necesito una mejor respuesta que esa para nuestros superiores -agregó al momento que se ponía de pie y caminaba hasta quedar junto a la ventana, dándole la espalda.

Podían verse las fundas de sus armas a ambos lados de su torso, justo debajo de sus brazos. Nile soltó un suspiro cansado antes de continuar.

- Bien, hasta ahora sabemos que los casos están conectados entre sí por diversas razones, lo verás más detalladamente en el informe -indicó dejando el archivador sobre el escritorio, al momento que Erwin volteaba a verle nuevamente- pero no tenemos nada sobre su paradero o una posible identidad.

- Necesito un nombre -replicó con un tono molesto esta vez.

- Verás, encontramos un par de huellas parciales en una de las escenas. Están siendo analizadas en este momento.

- Bien, al menos eso es un punto a tu favor. Quiero saber de quién se trata inmediatamente cuando obtengan esos resultados. Puedes retirarte.

El agente Dawk asintió y se marchó rumbo al laboratorio de muestras.

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Petra se removía entre las sabanas de su cama, buscando una posición cómoda para continuar durmiendo. Sin embargo, pudo sentir como alguien movía suavemente sus hombros.

- Querida, despierta...

Abriendo quedamente los ojos, pudo divisar la amable sonrisa que ofrecía su ama de llaves.

- Mmm... ¿Clarice? es muy temprano aun... -respondió escondiendo su rostro en la almohada nuevamente.

- Si no mal recuerdo, mencionó que debía estar en el hospital a las siete menos quince, solo cumplo con mi deber -hizo una pausa al observar que Petra no acababa de despertar- esto me recuerda a sus días de escuela -agregó soltando una pequeña risa- vamos mi querida niña, ¡un nuevo día comienza!

- Bien... -respondió luego de unos segundos, resignada a levantarse- es cierto -mencionó al mismo tiempo que una sonrisa aparecía en su rostro.

Se reincorporó bostezando y aprovechando de estirar un poco su cuerpo. Clarice ordenó a una de las empleadas acomodar la bandeja que contenía su desayuno, mientras otra se encargaba de abrir las oscuras cortinas.

- Tengo noticias de su padre. Mencionó que vendrá a cenar con usted este fin de semana -comentó extendiendo el periódico hacia Petra.

- Bien, es una excelente noticia -indicó sonriendo.

La mujer de avanzada edad, conocía lo suficiente a Petra como para reconocer que algo no marchaba del todo bien, ni siquiera podía observar ese particular brillo en sus ojos como era de costumbre.

- ¿Sucede algo querida? -preguntó extrañada.

- ¿Eh? no es nada, no hay de qué preocuparse -enfatizó- gracias a todas por sus atenciones, pueden retirarse -agregó con amabilidad.