Entre las sombras

23

- Petra luces... hermosa...

- No son necesarios los halagos Auruo... solo he aceptado esta invitación, porque hay algo de lo que debemos platicar.

- E-entiendo -mencionó después de un instante, comprendiendo el no tan cálido tono de su voz.

Sentándose junto a él, Auruo ordenó un Martini para ambos. Y aunque no estaba en sus planes beber aquella noche, aceptó solo al suponer que aquella quizás, sería la última vez que vería a quien había sido su mejor amigo.

- ¿Qué sucede Petra? Se que no es una simple casualidad, el que hayas accedido a...

- Es cierto... -mencionó volteando a verle- verás... me marcho Auruo -soltó sin más.

- ¿Qué? -mencionó anonadado por la noticia.

- Solo puedo decir que, aunque deseaba esto, desde hace más tiempo del que puedo recordar, no estoy precisamente feliz por la decisión. Al menos no, bajo estas condiciones -explicó refiriéndose disimuladamente al viaje que aguardaba con su padre.

- ¿Qué condiciones? -preguntó de forma instintiva- si es por lo que dije aquel día... yo... Petra tu no...

- No, esto no se trata de ti -indicó bebiendo parte del contenido de su copa- En fin, no importa ya. Solo quería que lo supieras por mi esta vez.

- Petra yo... nosotros...

- No Auruo, jamás existió un nosotros... -dijo interrumpiendo sus palabras.

Un amargo silencio se produjo entre ambos.

- Bien... entonces, creo que es una despedida después de todo ¿no?

- Eso creo.

Levi bebía el whisky en su vaso, mientras su mente se encargaba de brindarle más de una molesta teoría de la situación. Y es que, sin lugar a dudas, aquello se trataba de una cita. Además, resultaba de lo más predecible como acabaría, si Petra vestía aquel ajustado vestido. ¿Acaso estaba celoso? De pronto el sujeto junto a ella se puso de pie, y extendió su mano en señal de despedida. Aquello sí que había sido un giro inesperado.

- Aunque compartimos muchos momentos, lo mejor para los dos... supongo será dejar aquel pasado atrás -expresó reprimiendo un sinfín de sentimientos que lo invadía.

Esperaba muchas situaciones para aquel encuentro, pero jamás imaginó una cruel despedida, y aún peor, nuevamente sin mayores explicaciones.

- Adiós -mencionó sujetando su mano, al momento en que aprovechaba de darle un fuerte abrazo.

Muy al contrario de lo que Auruo imaginaba, todo aquello no era una situación fácil para ella. Y aquella fría fachada, tan solo era eso, una fachada que enmascaraba sus verdaderas emociones, y las inoportunas ganas de llorar que la irrumpían constantemente.

- Adiós... -murmuró aceptando finalmente el abrazo.

Por fin el desconocido se había marchado. Petra se encontraba aun sentada junto a la barra, bebiendo un Martini en la característica copa en que era servido. Entonces, ¿era pertinente interrumpir, o acaso debía ser paciente? Aquella decisión no fue necesaria, al menos no desde el momento en que sus amelados ojos se posaron sobre él.

Ambos se veían de una manera poco común, y es que, desde su último encuentro, ninguno de los dos había podido olvidar aquel efímero beso. Decidido, guio sus pasos hasta detenerse frente a ella.

- Levi...

Luego de un gesto, el barman tras la barra sirvió un par de vasos de cocteles preparados, con un particular tinte azul.