Capítulo Seis

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      Era difícil descifrar lo que pasaba por la mente de Laín al comportarse de esa manera, su forma de querer molestar o llamar la atención con sus cosas o con sus oraciones de doble sentido no eran normales

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      Era difícil descifrar lo que pasaba por la mente de Laín al comportarse de esa manera, su forma de querer molestar o llamar la atención con sus cosas o con sus oraciones de doble sentido no eran normales.

Seguíamos parados mirándonos unos a otros, noté de inmediato que a Eddy aquello ya no le estaba gustando.

— No me agrada en lo absoluto que Sofí se siente a tu lado. — dijo molesto.

— Pues lamento decepcionarte y decirte que no se sentará contigo campeón, mejor suerte para la próxima. — respondió Laín caminando rápidamente conmigo a su lado.

A mí la idea de estar sentada junto a Laín tanto tiempo no me agradaba tampoco, ni mucho menos después de todo lo que estaba pasando. Me zafé de su agarre y me dirigí con Eddy, le quité su boleto y le puse el mío en la mano.

— Ya está, asunto arreglado.

— ¿Tienes miedo de sentarte a mi lado eh pequeña? — dijo Laín dedicándome una media sonrisa.

— No — respondí inmediatamente. — Simplemente es para que no haya malentendidos está noche, además no quiero sentarme cerca de alguien como tú.

Tomé mis palomitas y pasé por su lado, entregué mi boleto y me dirigí a la sala donde sería la película dejándolos atrás. Busqué mi asiento y comencé a comer, pero para mí mala suerte cuando empezó la película ya tenía menos de la mitad gracias a todos los cortos que habían pasado. Odiaba eso.

A lado mío un chico tiro su bebida, la luz de la pantalla no ayudaba mucho así que tomé mi celular para alumbrar y revisar que no me hubiese manchado fue entonces que vi que tenía otro mensaje de Laín.

¿Qué era lo que le sucedía? ¿No se cansaba de fastidiarme?

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¿Qué era lo que le sucedía? ¿No se cansaba de fastidiarme?

No respondí su mensaje, terminé las palomitas que me quedaban y me acomodé bien para disfrutar el resto de la película.

Media hora después me llegó otro mensaje. Hubiese sido mejor apagarlo.

Releí el mensaje sin entender bien a quién se refería

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Releí el mensaje sin entender bien a quién se refería.

Releí el mensaje sin entender bien a quién se refería

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La respuesta llegó en seguida.

Un momento, ¡había llamado a Eddy cara de papa!

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Un momento, ¡había llamado a Eddy cara de papa!

La película estaba buena y quería terminar de verla, pero ya en ese punto lo mejor era que nos fuéramos. Me levanté dirigiéndome a los asientos de ellos, Laín estaba cruzado de brazos y la cabeza de Eddy reposaba en su hombro, sin que se diera cuenta le tomé una foto, aunque no salió como esperaba. Me acerqué con Eddy y lo desperté.

Al salir Laín comenzó a hablar de la película mientras Eddy se dirigió a los sanitarios.

— ¿Cómo es que se pudo quedar dormido? — dijo Laín susurrándome prácticamente.

— Suele pasar, déjalo en paz— respondí defendiéndolo.

— Eso no pasa Sofí, tiene complejo de Koala o qué onda.

Miré a Laín molesta.

Eddy salió minutos después, por más que quisiera estar con él no podía seguir aguantando estar cerca de aquel tipo.

— Será mejor que me lleves a casa.

Sin cuestionar este asintió y por primera vez para mi sorpresa Laín se quedó callado.

Una vez que salimos de ahí, le mandé un mensaje a mi madre y rápidamente me subí al asiento del copiloto antes de que Laín lo hiciera, en el camino permaneció callado algo que me pareció extraño, pero a la vez me alivió. De reojo pude notar que Laín no dejaba de escribir en su celular todo el tiempo. Le pedí de favor a Eddy que después de dejarme en mi casa llevara a Laín a la librería, si no lo hacía luego mi madre se enojaría conmigo, por suerte, Eddy accedió sin problema.

Al llegar a mi casa me despedí y me quedé confundida viendo como Laín se bajaba conmigo.

— ¿Qué crees que haces? — pregunté asustada.

— Oh no te lo dije pequeña, tu madre me invitó a cenar.

No. Debía estar jugando, ¿en qué momento? ¿cuándo, cómo?

Laín me sonrió y se dirigió a la entrada de mi casa.

— Lo siento pequeña, pero algún día entenderás por qué no te podrás deshacer de mí. 

N̶O̶ Apto para menoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora