Capítulo Dieciséis

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—   Explícame por favor que fue lo que ocurrió afuera — me encontraba en la sala de mi casa con mi mamá cuestionándome por lo ocurrido y con Laín escuchando la conversación

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— Explícame por favor que fue lo que ocurrió afuera — me encontraba en la sala de mi casa con mi mamá cuestionándome por lo ocurrido y con Laín escuchando la conversación.

En cuanto Eddy se fue mi madre nos hizo que entráramos y me dio hielo para el labio mientras se encargaba de curar las heridas de él.

— Respóndeme ¿qué fue lo que pasó?

Negué, no le quería contar nada y tener que escuchar el sermón que sé que me daría. Me miró durante un rato esperando que hablara.

— Bien, si tu no me quieres decir como estuvieron las cosas Laín me lo dirá.

Ambas lo miramos, este traía la mitad de la cara prácticamente hinchada algo que en parte le impedía hablar, al percatarse de ello mi madre se retractó.

— Bueno, en cuanto Laín se mejore me lo contará.

Se levantó del sillón y fue a la cocina por unas gasas.

Me arrepentiría de lo que le diría a Laín, pero era algo que necesitaba hacer pues si el no se hubiera metido en esto jamás me habría dado cuenta de la mentira de Eddy, y si él no hubiera estado en ese momento posiblemente hubiera regresado con él.

— Sé que no estuvo bien, y no sé cómo lo descubriste, pero gracias por hacerme saber lo de Eduardo.

Si pudiera sonreír en ese momento estoy segura que Laín lo hubiera hecho, en igual de eso solo levantó el pulgar en señal de aprobación.

Sabía que no debía dejarlos a los dos a solas, pero ya no podía seguir ahí, me levanté y subí a mi habitación, no tenía que darle muchas vueltas a lo del engaño de Eddy. El enterarme si me dolía un poco pero no podía centrarme en eso ni darle mucha importancia al final de cuentas era algo que ya era pasado, debía seguir adelante.

Agarré mi celular y lo bloqueé de todas las redes, podía asegurar que a pesar de las advertencias de mi madre el haría lo imposible por intentar contactarse conmigo para aclararme todo, pero ya era tarde para ello.

En esos momentos mi mayor problema era Laín, tenía que saber de qué hablaba Eduardo cuando menciono a la otra chica. Me acosté en la cama y me puse en cojín en la cara (era una rara costumbre que tenía) hacer eso cuando me sentía como impaciente. El celular comenzó a sonar y sin fijarme quien era respondí.

— Hola.

— ¿Qué clase de amiga eres? Si mal no recuerdo soy la única amiga que tienes y no tuviste la decencia de mandarme mensajes para preguntarme como habían estado mis vacaciones, ya falta solo un día para que entremos a la escuela y ni siquiera me pediste que nos viéramos... ¿acaso ya te olvidaste de mí?

Suspiré y me acomodé en la cama.

— Lis sabes bien que no te olvidé, pero pensé que llegabas 15 días después de entrar a la escuela, además como querías que te contactara si tus padres tienen la regla de nada de tecnología durante vacaciones...

— Vaya excusas, hubieras enviado señales de humo, una paloma mensajera ¡yo que sé! Al menos demuestra que te importa tu amiga...o es que estas muy ocupada con el chico de la librería que ya no tienes tiempo.

— No se dé que hablas. —dije inmediatamente, no tenía idea como se había enterado, pero aquello no era buen augurio.

— Claro, hazte la inocente. Hablo del galán de ojos color miel que te tenías muy bien guardado. —respondió.

— Allison...no empieces a imaginar cosas que no son.—advertí.

— Cuéntame todo con lujo de detalle, dame detalles no te guardes nada de nada.

Cerré los ojos, me retractaba de lo dicho, ahora mi único problema era quitarme a mi amiga de encima con las preguntas sobre Laín.

— No hay nada que contar, él es un pesado, solo está encima de mi—antes de que pudiera terminar de decir me interrumpió.

— Oh por dios, no me digas que él y tú ya...bueno. ¿Ya lo hicieron?

— ¿Qué? —¿Por qué me preguntaba eso?

— ¿No te olvidaste de usar protección verdad?

— Wow alto ahí Lis, ni siquiera conozco bien al tipo ¿por qué me acostaría con él?

— Bueno me acabas de decir que solo estaba encima de ti.

Me di un golpe en la frente con la mano.

— No me refería a que estuviera encima de mí en ese plan Lis, no en un plan sexual.

— Lo siento, pero tú no te diste a entender. —se justificó.

Para cambiar de tema le pregunté.

— ¿Cómo te enteraste de él?

Se quedó callada un momento.

— Bueno, todo mundo empezó hablar de la librería y de Norbert, me ganó la curiosidad así que fui y me topé con el sexy de B'd Laín, ni siquiera me gusta leer y terminé comprando 3 libros que él me recomendó.

— Estás loca Lis... —iba advertirle que lo mejor sería que se alejara del cuándo me interrumpió.

— Oye Sofí realmente no te interesa ese chico ¿o sí?

— No, no me interesa. —respondí, para lo único que me interesa es que mantenga la boca cerrada, dije para mis adentros.

Sabía que Lis era una chica muy atrevida pero no esperaba que me dijera aquello.

—Entonces...¿Me lo puedo quedar? 

N̶O̶ Apto para menoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora