Capítulo Diecisiete

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     A pesar de que Laín no me agradaba la idea de que se refirieran a las personas como si fuesen objetos no me gustaba, el no era un juguete como para que mi amiga lo quisiera, además ella no sabía la clase de chico que era, no podía permitirme ...

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     A pesar de que Laín no me agradaba la idea de que se refirieran a las personas como si fuesen objetos no me gustaba, el no era un juguete como para que mi amiga lo quisiera, además ella no sabía la clase de chico que era, no podía permitirme que se relacionara con él, debía cuidarla.

— Lis lo siento, pero no puedes quedarte con él.

— ¿Qué? ¿Pero por qué? Tú me acabas de decir que no tienes interés en él.

Pensé un poco antes de decir aquello, podía meterme en problemas más delante y hacer que Laín me odiase por espantar a sus posibles prospectos, pero era lo mejor de momento y lo único que se me había ocurrido.

— Laín es gay —solté de golpe.

— ¡Repite eso! —gritó mi amiga.

— Así como lo escuchas, Laín no tiene interés en las chicas y antes de que termines con tu corazón destrozado te tenía que advertir.

— ¿Cómo es que tú lo supiste? —preguntó con desconfianza.

Piensa en algo Sofí, me dije a mi misma.

— Escuche una conversación que tuvo mi madre con el Sr. Norbert él se lo confesó.

Aunque era una mentira pequeña me iría al infierno por estarle diciendo aquello.

— Bueno de igual manera aun puedo hacer amiga de él ¿no?

NO. Lis debes alejarte de Laín.

Aunque realmente la pregunta que debía hacerme era... ¿me preocupaba mi amiga o me preocupaba que Laín se fijara en ella?

— Por supuesto que sí.

— Bueno nos vemos mañana en la escuela, tengo que colgar. Adiós, amiga.

Las clases iniciaban al día siguiente, yo no estaba preparada mentalmente para estar con Laín durante tanto tiempo en la misma habitación, de alguna forma su presencia en momentos me causaba muchos problemas y perdía la concentración.

Toda la tarde me la pasé encerrada en mi cuarto, no quería encararme con mi madre y mucho menos tener que darle explicaciones.

Por la noche mientras preparaba mi mochila el celular vibró.

     Por la noche mientras preparaba mi mochila el celular vibró

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N̶O̶ Apto para menoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora