⚡Capítulo 1: La Fiesta

4.5K 342 45
                                    

Me encontraba afuera de mi hogar, específicamente en el jardín, mi padre estaba de cumpleaños lo que significaba que toda la familia estaba presente en la casa, algo que no me agrada para nada. La familia por parte de mi padre siempre me dicen que a mi edad tenían muchas mujeres rendidas a sus pies y que yo no he tenido hasta ahora ni una sola novia; En cambio la familia de mi madre siempre me halagan y me quieren por ser un chico tranquilo y sereno pero ahora, para mi desgracia la familia de mi madre no está presente.

—Adrián ¿Por qué no vienes a bailar?— Escucho a mi primo Maikel preguntar mientras yo estaba sentado afuera de la casa, lejos de todas aquellas personas bailando.

—No quiero, gracias, no me gusta bailar—Respondí con disgusto.

Maikel encogió los hombros, se alejó y continúo bailando con su novia Ariana, la cuál tampoco me agrada, ella es muy arrogante y tiene un ego muy elevado, además se ve a simple vista que yo tampoco le agrado.

Mi primo Maikel y yo siempre hemos sido inseparables, sinceramente no sé merecía para nada una novia así, pero quien soy yo para juzgar su relación.

—¿Por qué no sales a bailar como todos los demás? — Preguntó mi padre sentándose a mi lado.

—Porqué simplemente no me gusta bailar— Respondí con un tono cortante.

—Pero siempre te veo escuchando música-Dijo mi padre tomando un sorbo de ponche.

—No sé bailar ese tipo de música—Respondí.

Mi padre guardó silencio y se levantó con un cierto descontento dirigiéndose nuevamente adentro de la casa.

Mi padre siempre fué cariñoso conmigo y representaba para mí una gran figura paterna que yo quería alcanzar e incluso superar en un futuro, pero todo se destruyó desde los trece años para adelante, él quería que yo fuese como todos lo demás, que saliera a fiestas, que practicara un deporte. Pero yo siempre me negaba, nunca me ha gustado salir a fiestas y soy terrible para los deportes, la verdad eso no es para mí. Desde entonces mi padre se siente descontento y le molesta todo lo que hago, y yo ya a mis 17 años no me retracto.

Un chico salió de la casa para atender una llamada en su teléfono, el chico era alto y tenía un cuerpo bien trabajado y el cabello color negro intenso, nunca lo había visto.

—No tengo tiempo para tus estupideces Connor— Dijo el chico muy molesto.

Los ojos del pelinegro se abrieron de una manera sorpresiva y luego volvió a responder

—No quiero estar con un psicópata como tú, terminamos—Dijo para luego terminar la llamada.

¿Había escuchado bien? ¿En la llamada se estaba refiriendo a otro chico? ¿Acaso era gay?

Ser gay es un tabú en mi familia, mi padre es un hombre muy machista y ve eso como algo repugnante. Cuándo tenía 14 años comencé a investigar el tema por internet y me pareció algo muy normal.

El pelinegro miró hacia el cielo, tomó aire y estaba apunto de volver a entrar a la casa cuándo se dió cuenta de mi presencia, estaba completamente sorprendido y su cara estaba levemente sonrojada, durante éste tiempo el chico pensó que estaba solo, pero se equivocó, él hizo cómo si nada hubiese pasado y continúo su camino adentro de la casa.

Las estrellas estaban realmente muy brillantes, no era necesario tener una bombilla en el jardín para estar iluminado. Era un momento de paz y tranquilidad.

Tristemente mi paz y tranquilidad se desaparecieron nuevamente cuando mi padre volvió a salir de la casa.

— Hijo un amigo mío te quiere conocer, es tu oportunidad de conocer nuevas personas— Dijo mi padre tomándome de la mano y levantándome de la silla forzadamente.

Sin yo decir una sola palabra, ya me encontraba en mitad de la pista de baile junto a mis padres y un señor que desconocía completamente, tenía un traje que se veía muy costoso y algunas canas sobre su cabeza.

—Éste es mi hijo— Dijo mi padre al señor que se encontraba frente a mi mientras me daba un pequeño empujón.

— Un placer— Dije extendiendo la mano con cierta vergüenza hacia el señor.

—El placer es mío, soy el señor Jhonsson Respondió el señor cordialmente— Éste es mi hijo, se llama Zack, siempre anda en su mundo— Continúo mientras empujaba a su hijo hacia mí.

Me sorprendí un poco, el hijo del señor resultó ser el mismo chico que ví hablando por teléfono hace unos minutos.

Sus ojos apesar de todo, no reflejaban ninguna incomodidad o inseguridad, al aparecer yo era el único que estaba incómodo en ese lugar.

En ese momento de incomodidad mi vida comenzaría un cambio drástico que nunca olvidaría.

Friends: Amigos Por Diversión [✓]Where stories live. Discover now