⚡Capítulo 18: La Oportunidad

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Mi corazón latía con rapidez, estaba muy nervioso pero tenía que hacerlo.

Entré nuevamente a la mansión y me dirigí a la mesa con dulces, estaba buscando dónde había dejado el regalo de Zack, pero no lo encontraba, ya no estaba en la mesa dónde lo había dejado... ¿¡Quién demonios tomó el regalo que había dejado aquí!? Malditos ladrones...

—Pensé que te habías ido— Dijo Ryan acercándose a mí.

—No, tengo que hacer algo importante— Dije dejándolo solo.

Me acerqué a uno de los mayordomos que estaban en el lugar y le pregunté si sabía dónde estaba Zack, el mayordomo me respondió que Zack estaba en su habitación y cómo llegar hasta allá.

Subí unas escaleras y caminé por un largo pasillo, hasta llegar a una gran puerta de madera que decía "Ocupado no entrar". Detrás de la puerta se escuchaba la voz de Zack.

Tomé la manilla y la giré, empujé la puerta y entré. Estaba Zack con las dos chicas, una de ellas ya no traía su traje de baños.

—¿Adrián?—Preguntó al verme.

— Zack tengo que decirte algo importante — Dije acercándome hasta él.

—¿No ves que él está ocupado con nosotras?— Dijo una de las chicas.

— Cierto ¿Tiene que ser ahora?— Me preguntó Zack.

Zack estaba muy extraño, estaba cómo en otro planeta, parecía muy distraído...

—¿Estuviste consumiendo drogas?— Pregunté muy preocupado.

—No ¿ Cómo crees eso? yo no consumo esas porquerías— Respondió molesto.

—Ya lárgate— Dijo una de las chicas tratándome de empujar.

—¿Estuviste bebiendo demás?— Insistí.

— Sólo tomé un poco de ésto— Respondió Zack entregandome una copa de Champagne.

—Largo de aquí— Dijo la chica sin traje de baño empujándome fuera de la habitación y cerrando la puerta.

—No le pude decir nada...— Dije en voz baja.

Me regresé por el pasillo y cuándo estaba apunto de bajar las escaleras me percaté de algo, al fondo de la copa había un polvo delgado de color blanco, casi transparente.

—Esto es...—Dije nuevamente en voz baja.

Corrí de regreso a a la habitación de Zack, traté de abrir la puerta pero estaba trancada.

—¡ZACK!— Grité pero no había respuesta detrás de la puerta.

Maldición, tomé impulso y le di una patada a la puerta, pero no abrió, volví a tomar impulso y con una patada más la puerta se aflojó y abrió.

—¿Zack?— Pregunté viendo que Zack estaba inconsciente sobre la cama y las dos chicas ya no estaban.

¿Por dónde pudieron salir? Si la única salida son las escaleras, y yo no las ví pasar por ahí ¿Entonces por dónde?

—Te hubieras salvado si no hubieras regresado— Escuché una voz masculina venir detrás de mi.

Cuándo fuí a girar mi cuerpo para ver de quién se trataba, sentí un golpe muy fuerte en la cabeza, mi vista se nubló por completo y perdí el conocimiento...

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