⚡Capítulo 6: Problemas

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—Yo puedo explicar todo esto—Dije tratando de calmar a mi padre después de que éste viera las paredes de la casa todas destruidas.

—Será mejor qué nos vayamos— Le dijo Samantha a los chicos.

Mi padre cerró la puerta, bueno lo que quedaba de la puerta, suspiró y dijo:

—Adrián, explícame que pasó aquí...

— Bueno... Fuí a ver una película en casa de Matt y... No sé como pasó pero un hombre entró a la casa e hizo todo éste desastre y se fué en un auto...  No me di cuenta cuando ocurrió... Lo siento mucho— Dije la verdad.

—Sabes, he perdido la cuenta de las veces en que tu hermano ha destruido ciertos objetos por hacer una fiesta aquí, pero ésto es el colmo... 

—Entiendo tu enojo, pero de verdad lo siento mucho— Repetí algo triste.

—Sabes muy bien cuáles son las consecuencias de ésto. Cada vez que Ren destruía algo yo le colocaba un castigo, el cuál era que tenía que trabajar hasta pagar lo qué había destruido. Lo mismo aplicará para ti Adrián.

—Está bien papá— Me parecía justo— Mañana mismo busco un trabajo de medio tiempo...—Asumí con la cabeza baja.

— Ve a dormir que mañana es sábado y te toca ir a la casa de tu madre como todos los fines de semana — Ordenó mi padre sentándose en el sofá muy molesto. Se veía que trataba de contener su enojo.

Entré a mi habitación y lo primero que vi fué una pequeña hoja de papel rasgada a la mitad, me acerqué y la junté como si estuviera armando un rompecabezas y formaba un número telefónico...

"Por si quieres otra ronda dejé mi número de teléfono bajo tu almohada"

Recordé aquellas palabras, las palabras de aquél chico llamado Zack, pero la hoja no estaba bajo mi almohada como él había dicho, además estaba rasgada ¿Por qué el sujeto que entró a la casa no robaría nada? ¿Sólo destruiría las paredes y rompería una simple hoja de papel?... ¿Acaso Zack tenía alguna relación con el sujeto?

Tomé inmediatamente mi teléfono y marqué al número que estaba escrito en el papel.

—Hola ¿Con quien hablo?— Preguntó Zack.

— Hola, soy Adrián—  Respondí 

— ¿Adrián? 

— El chico de 16 centímetros...

— Oh ya, ¿Quieres otra ronda?— Preguntó con una voz muy sensual.

— No, solo quiero verte éste domingo en la cafetería, es algo serio ¿Puedes?

— Éste domingo no puedo, es mi cumpleaños y tengo que organizar una gran fiesta ¿Por qué no mañana?

— Está bien, será mañana, no te quitaré mucho tiempo, no faltes por favor— Dije finalizando la llamada.

Me acosté en mi cama y cerré mis ojos hasta quedarme dormido, el simple hecho de buscar un trabajo y comenzar a trabajar en plenas vacaciones me estresaba. Hasta hace poco acababa de salir de la preparatoria.

[⚡]

—¡Despierta!— Dijo mi hermano mientras saltaba encima de mi.

—¡Ya estoy despierto!—Exclamé levantándome de la cama, sabía qué si continuaba acostado él seguiría molestándome.

—Vaya desastre que hiciste—Comentó Ren refiriendose a las paredes.

— Idiota, yo no hice nada— Bufé.

—Lo sé, pero nuestro padre te dejo acargo de la casa, la descuidaste por ir a visitar a tu novio Matt.

—No es mi novio y tuve suerte de no estar en la casa, quién sabe lo que me hubiese pasado.

—En eso tienes razón—Dijo Ren saliendo de mi habitación.

Me cepillé los dientes y me duché para luego vestirme y despedirme de mi padre y mi hermano, era fin de semana y me tocaba pasarla en la casa de mi madre.

—¡Hola hijito!—Dijo mi madre tomando mis mejillas y estirándolas.

—Mamá— Musité algo avergonzado

— Compré unos ingredientes para hacerte galletas de chocolate, tus favoritas— Dijo mientras yo entraba y me sentaba en el sofá.

—Gracias mamá— Agradecí muy contento, las galletas de chocolate de mi madre son las mejores del mundo.

— Tu hermano habló conmigo ésta mañana y me contó sobre lo que le sucedió a la casa de tu padre anoche — Comentó mi mamá mientras le daba vueltas a unos pancakes que estaba cocinando.

— Bueno... Yo tengo la culpa por dejar la casa sola, pero no tenía la mínima idea de que iba a entrar un psicópata a nuestra casa- Respondí algo molesto.

— ¿No se llevó nada de la casa?— Preguntó mi madre.

— Según mi padre, todo está en su lugar— Respondí levantándome del sofá.

—Que extraño... Lo bueno fué que no estuviste adentro de la casa en ese momento, como están las cosas en éste momento, ese psicópata podría haberte hasta asesinado si hubieses estado ahí — Dijo mi madre muy preocupada mientras servía los pancakes en la mesa— Ven a desayunar mi cielo.

—Si, eso pensé.

Me senté y comencé a comer, para ser sincero la comida de mi madre sabe mucho mejor que la de mi padre o mi hermano.

—Tenemos todo el día para compartir los dos, eso me alegra demasiado — Dijo mi madre colocando un vaso con jugo de naranja.

—Pues, no del todo...— Interrumpí

— No me digas qué tienes planes— Dijo mi madre cruzando los brazos.

—Sólo un pequeño momento en la cafetería, tengo que hablar con un amigo— Respondí terminando de comer rápidamente.

—Es muy extraño, casi no tienes amigos. Pero bueno, con tal qué no te conviertas como tu hermano Ren, que siempre se va con sus amigos y se olvida de mi, estaré feliz — Dijo mi madre levantando los platos de la mesa.

— Será rápido, lo prometo, cuando regrese veremos una película—Dije saliendo de la casa.

—¡Cuídate mi cielo! ¡Mira para los lados antes de cruzar la calle!

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